Leyendas de Bécquer | resumen y análisis básico

Leyendas de Bécquer

Leyendas de Bécquer

Candela Vizcaíno

 

Cuando Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) comienza a publicar casi por entregas (y en distintos medios) sus leyendas  (1858-1864) el Romanticismo en España (y no digamos en el resto de Europa) había tocado a su fin. Sin embargo, y a pesar del avance de otros modos estilísticos totalmente radicales (naturalismo o realismo literario) logra levantar una obra a retazos, de gran belleza temática y estilística que se convierte en lo mejor del género en prosa de este movimiento artístico.  

Características estilísticas de las leyendas de Bécquer 

1.- Como he señalado anteriormente, están escritas en una prosa condensada, repleta de poesía y de gran acierto estilístico y belleza. Todas son de corta extensión asemejándose al cuento popular. 

2.- En buena parte de ellas, antes de iniciar la narración, el poeta se empeña en convencer al lector de su origen popular e, incluso, verídico desmontando, a la par, las fronteras entre la realidad y la ficción. Tal como es una de las características del Romanticismo también se vale de fuentes consideradas exóticas y ajenas a la tradición española. 

3.- El yo interior (atormentado o perdido a veces) aflora en buena parte de las leyendas de Bécquer enlazando la trama con un dato autobiográfico, que se incorpora a la narración. Esto es, el artista se dispone a señalar (como si de un diario se tratara) un hecho acaecido en cierto lugar.  Y a raíz del mismo un lugareño, de alguna manera u otra, le hace partícipe de un acontecimiento o una leyenda vinculada al lugar. 

4.- No hay alegría en estos relatos, tal cual es frecuente en el Romanticismo literario, y las tramas se dedican a aflorar una oscuridad interior en constante conflicto con la realidad.

5.- En este sentido, en las leyendas de Bécquer la figura femenina se convierte en el alter ego o en la personificación del concepto de ánima que afloraría unas décadas más tarde con las teorías del inconsciente según Freud y de los arquetipos de Jung.

6.- Con frecuencia estos personajes femeninos no pertenecen al mundo de los vivos y se nos presentan como parte de una realidad trascendental o etérea en forma de fantasmas, espíritus o seres sobrenaturales. 

7.- Hay un gusto por los emplazamientos ruinosos y cementerios, tal como es frecuente no solo en la pintura del Romanticismo sino en todas las creaciones artísticas de este periodo estilístico. 

8.- La naturaleza se aúna con el espíritu del escritor (atormentado frecuentemente) convirtiéndose en una extensión de su alma.

9.- Por primera vez entra en la literatura española los temas tradicionales germánicos y sus personajes clásicos en forma de gnomos o criaturas de los bosques. 

10.- Las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer son obras en prosa de gran belleza y repletas de espíritu poético aunque algún creador posterior, como Luis Cernuda, las califica de poemas en prosa. En relación con este último concepto nos atenemos a las palabras de Baquero Goyanes. 

… los aciertos expresivos del narrador están puestos al servicio de una imaginación poderosa que lo es todo en estas leyendas. Por el contrario, en el poema en prosa el asunto no es sino un débil pretexto para provocar sustentar una brillante teoría de imágenes, tras las cuales queda oculta el insignificante motivo argumental […] Bécquer consigue el milagro de una prosa poética sirviendo a unos asuntos que en emoción, misterio y belleza nada tienen que envidiar a los mejores de los autores citados [Zorrilla y el Duque de Rivas]. Las leyendas de Bécquer suponen el logro de un género antes mediocre y topiqueramente romántico, y a la vez significan casi su fin, ya que de puro perfectas ningún otro relato de esta clase, posterior, podrá igualarse a los del escritor sevillano. El género decae sensiblemente y todas sus manifestaciones subsiguientes parecerán torpes remedos de la obra de Gustavo Adolfo. 

Mariano Baquero Goyanes: El cuento español en el siglo XIX

Obras de Gustavo Adolfo Becquer

Resumen de las leyendas de Bécquer 

1.- El caudillo de las manos rojas

Es la primera de la serie y fue publicada en La Crónica en 1858. Gira en torno a un tema tradicional hindú en el que se mezclan los conceptos religiosos y el exotismo. Pulo es rey de Osira aunque ha sido expulsado del trono por su hermano Tippot. Sin embargo, Pulo seduce a su cuñada Siannah. Al ser descubiertos, Pulo asesina a Tippot y para lavar su culpa el dios Vishnú le impone como penitencia que se aleje de Siannah. Incumple esta promesa y es castigado con la muerte.  

2.- La cruz del diablo

La acción está situada en Segre, en el Pirineos, donde se dirige el poeta que pretende rezar ante una cruz de hierro allí plantada. Sin embargo, un lugareño le impide tal acción y le advierte de que el objeto está maldito adentrándose en la narración de una de las más famosas leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer. Al parecer la cruz fue fundida a partir de la armadura de un señor local que realizó tales maldades y crueldades que el pueblo, para librarse de su yugo, lo ajustició. Sin embargo, este volvió de su tumba ocupando su espíritu la armadura para continuar con sus fechorías. La única opción que tuvo el pueblo es fundir la misma con la forma sagrada de cruz. Sin embargo, la misma continúa estando maldita y por eso no debe rezarse ante ella.  

3.- La ajorca de oro 

Fue publicada en 1861 y está emplazada en Toledo. María es una caprichosa narcisista que convence a su marido Pedro para que robe una ajorca (un aro que se coloca en cualquier parte del cuerpo a modo de pulsera o tobillera) del joyero de la Virgen. Cuando el esposo emprende la huida tras cometer el delito sacrílego, las estatuas de la catedral cobran vida logrando que el desdichado pierda completamente el juicio.  

4.- La creación

Fue publicada en 1861y también trata un tema hindú. En ella se narra cómo los grandharvas o ángeles crean el mundo humano tras trastear en el laboratorio de Brahma. Por eso, nuestra realidad es el fruto de un desorden que lleva implícito la destrucción. 

Id -les dijo [Brahma]-, turba desalmada e incorregible! Marchaos adonde no os vea más con vuestra deforme criatura. Ese mundo no debe, no puede existir, porque en él hasta los átomos pelean con los átomos; pero marchad, os repito. Mi esperanza es que en poder vuestro no durará mucho.

5.- El Monte de las Ánimas

Fue escrita en Noviembre de 1861 y es una de las más conocidas de entre las leyendas de Bécquer. Es un relato de terror emplazado en el Monte de las Ánimas de Soria durante la noche anterior al Día de Difuntos. Hasta allí van de caza Alonso y su prima Beatriz. El joven propone regresar con la luz del día ya que teme que les ataque los espíritus de los Templarios que vagan por los campos en esa fecha. Una vez en el castillo, la muchacha (caprichosa y veleidosa) insta a su primo a regresar al bosque puesto que ha perdido un valioso pañuelo azul. Las maldiciones se llevan a cabo cuando a la mañana siguiente la servidumbre encuentra muerta a Beatriz en actitud de espanto. Iban a comunicarle que el cadáver de Alonso había sido hallado devorado por los lobos.  

6.- Los ojos verdes

Esta leyenda de Bécquer también está compuesta en 1861 y la protagonista es una ondina al estilo de los mitos de la literatura griega. Fernando llega hasta una fuente de la cual bebe a pesar de las advertencias de su montero. El joven, a partir de este momento, se vuelve taciturno y mustio regresando a estas aguas misteriosas cada día. En ella ha creído ver unos ojos de color verde y de tono imposible como el que luce la mujer de sus sueños. En una de sus idas y venidas hasta el lugar se topa con una enigmática joven con ojos como los que el desdichado Fernando cree ver. Ella le promete amor eterno y él lo acepta. En ese momento lo abraza arrastrándolo hasta las simas profundas del agua.  

7.- El rayo de luna  

Fue escrita en 1862 y es considerada la leyenda más personal de Bécquer, trasunto del poeta melancólico y dado a la soledad. El protagonista, de nombre Manrique, se recrea en cada recoveco de la naturaleza y cree sinceramente que en cada rincón viven seres misteriosos que se comunican con él. En estas ensoñaciones en las que no se puede distinguir la realidad de la ficción se enamora de una enigmática mujer, ideal de belleza perfecta para el protagonista. Sin embargo, esta no es más que un rayo de luna.  

8.- Creed en Dios 

Fue publicada en 1862 y es una de las menos populares, aunque el tema es harto repetido en la literatura occidental del siglo XIX y XX. El protagonista es Teobaldo de Montagoult, un señor cruel y sanguinario dedicado únicamente a satisfacer sus deseos. Durante una cacería es sorprendido por una gran tormenta y se refugia (junto con sus criados y perros) en una iglesia. Allí el sacerdote le recrimina sus pecados hasta que Teobaldo se ve sorprendido por un jabalí que entra en el recinto. Aquí el animal funciona como un símbolo primigenio de lo inconsciente primitivo y desconocido. Sale para darle caza adentrándose en un espacio totalmente onírico. En este momento nos damos cuenta de que Teobaldo ha caído en un profundo sueño en el que se le invita a arrepentirse de sus pecados. Se despierta bruscamente pero nadie logra reconocerlo. Ha pasado más de un siglo y todo su mundo ha desaparecido. Su castillo ha sido convertido en un monasterio donde el otrora cruel señor pide asilo para vivir una vida en recogimiento sagrado.  

9.- El aderezo de esmeraldas 

También fue escrito en 1862 y hay críticos que no lo sitúan dentro de las leyendas de Bécquer porque el emplazamiento es el Madrid contemporáneo al autor. La trama gira alrededor de un sueño complicado en el que un bohemio sin liquidez alguna intenta comprar un collar de esmeralda para regalárselo a una enigmática dama que, previamente, había manifestado su gusto por él. Lo consiguió ya que publica un libro y las ganancias del mismo se las juega en una apuesta consiguiendo el importe necesario para comprar la joya. Cae herido y la enigmática dama va a visitarlo en su lecho de muerte. Esta obra adelanta los postulados de la moderna psicología a la par que entra en las características del simbolismo.  

10.- El Miserere

Es una de las leyendas más famosas de Bécquer y el tema gira en torno a los pecados de la vanidad. Un músico famoso que había utilizado su arte como arma de seducción, en su vejez quiere componer un miserere para redimirse. Sin embargo, todo este proceso está  alejado de cualquier sentimiento de humildad. El relato inserta una trama dentro de otra trama creando un espacio literario simbólico a modo de muñecas rusas. En este punto hemos dejado al músico explicando la obra que quiere levantar cuando uno de los oyentes le refiere la misteriosa historia del miserere de la montaña. Allí, en un monasterio en ruinas, cada Jueves Santo (día en el que se desarrolla la acción), los antiguos monjes cantan un miserere inacabado. Este fue interrumpido en su día por el hijo malvado del antiguo señor del lugar que, debido a los pecados de su vástago, convirtió el castillo en monasterio desheredando al muchacho. El joven, llevado por la ira, un Jueves Santo arrasó el monasterio justo cuando los monjes cantaban el miserere. Desde entonces, cada año un extraño y bello canto sale de sus ruinas. Guiado por la curiosidad, hasta allí se dirige el músico que ve ante sus ojos como se reconstruye el recinto sagrado en ruinas y escucha la más hermosa música jamás interpretada. Lleno de sentimientos encontrados, regresa y se dispone a copiar las notas que han llegado hasta sus oídos. Pero solo puede llegar hasta la mitad. Enloquece y el manuscrito inacabado es encontrado por el poeta que nos cuenta la historia. 

11.- Tres fechas 

Fue compuesta en 1862 y la crítica es unánime en considerarla un esquema autobiográfico. En ella se vuelve de nuevo a los límites entre la realidad y la ficción, entre el mundo onírico y el de la vigilia, entre la materia y la espiritualidad. Todo gira en torno a una enigmática mujer que por tres veces se aparece al poeta en las calles de Toledo.  

13.- El Cristo de la calavera

Realizada en el mismo año, tiene como hipotexto una leyenda tradicional toledana. Dos jóvenes compiten por el amor de una mujer y no se les ocurre otra cosa que batirse en duelo. Lo hacen una noche iluminados por el farol de una imagen de Cristo. Cada vez que las espadas chocan, la luz, misteriosamente, se apaga. Y así sucede repetidamente hasta que ambos caballeros se dan cuenta de que aquello es una señal divina. Al día siguiente partían para la guerra y en el camino ven como la dama (por la que hacía tan solo unas horas podía haber acabado con la vida de uno de ellos) se despide, con gran arrobo, de un tercer caballero.  

14.- La Venta de los Gatos 

Está situada en Sevilla (donde existió un lugar con dicho nombre) y cuenta la historia de dos jóvenes criados como hermanos aunque la muchacha era adoptada. Cuando se disponían a casarse (ya que no les unía lazos de sangre) aparece la familia biológica de la joven que se opone a tal enlace ya que son gentes de hacienda y riqueza. El muchacho queda profundamente herido de amor y abandona el negocio familiar el cual, baldío, se convierte en un cementerio. Hasta allí llega un cortejo fúnebre por el que se interesa nuestro protagonista. Resulta que la finada era su amada. Ante tal noticia, el hombre enloquece como único medio del que dispone para despegarse de tan cruda realidad.  

15.- El gnomo 

Se basa en este personaje de las leyendas germánicas e inexistentes en las castellanas. Fue escrita en 1863. La acción comienza con un anciano advirtiendo a la juventud de los peligros de una cueva cercana habitada por duendes que atesoran joyas y oro. Marta y Magdalena, hermanas que oyen la narración, se deciden a ir por tales riquezas. Esta es una de las leyendas de Bécquer más simbólicas ya que cada una de las muchachas representan un carácter anímico distinto.  

16.- La cueva de la mora 

Fue publicada el 16 de enero de 1863 y en ella se narran los amores imposibles entre un cristiano y una musulmana.  

17.- La promesa 

Publicada el 12 de febrero de 1863, relata las visiones del conde de Gomara que parte a la guerra tras seducir a una joven. Cualquier acto que realiza es precedido por un mano enigmática. Cuando cree que va a enloquecer oye un romance. La canción desmenuza la desventura de un caballero que olvida el compromiso con una joven que muere de pena. Sin embargo, una de sus manos no puede ser enterrada puesto que espera el anillo de bodas que un día le prometieron. El conde entiende que es su historia. Regresa, se casa en una ceremonia en el cementerio y, desde ese momento, desaparece la enigmática mano.  

18.- La corza blanca 

Publicada en La América el 27 de junio de 1863, es una de las más sublimes leyendas de Bécquer. Un pastor de nombre Esteban cuenta a un grupo de nobles unos enigmáticos encuentros con un grupo de ciervos que parecen están dirigidos por una corza blanca que parece reírse como una humana. Entre sus interlocutores está don Dionis, su bella hija Constanza y Garcés, enamorado de la joven. Este promete dar caza a la corza para ofrecérsela a la muchacha. Así se adentra en el bosque hasta llegar a un grupo de ciervos que inmediatamente se transforman en hermosas jóvenes que se solazan en el agua y en el césped. Entre todas ellas sobresale Constanza. Garcés, confundido, intenta dar caza a los ahora transformados animales hiriendo con su ballesta al codiciado animal, el cual se presenta bajo la apariencia de Constanza ensangrentada. 

19.- El beso 

Esta leyenda de Bécquer también fue publicada en La América, el 27 de julio de 1863, y trata un motivo común en la tradición literaria. La acción se desarrolla en Toledo durante la ocupación de Napoleón. Un oficial francés se enamora de una de las estatuas de una iglesia. Cuando pretende darle un beso, la esfinge del marido, que se encuentra al lado, le espeta una bofetada.  

20.- La rosa de pasión 

Fue publicada en marzo de 1864 y gira en torno al sacrificio y martirio de la judía Sara crucificada por su padre el Viernes Santo por haberse enamorado de un cristiano. De su tumba, como en las metamorfosis de la literatura griega, brotan las flores de pasión o pasionarias, comunes en los jardines del sur de España.  

Excepto contados títulos, las leyendas de Bécquer tienen un trasfondo mágico, espiritual, nostálgico y pasional. Las ruinas y la naturaleza se alinean con los protagonistas que, en ocasiones, no atinan a distinguir entre realidad y ficción, entre la vigilia y los sueños o, en última instancia, entre los efectos de fuerzas poderosas. Como buen romántico, el artista sevillano no solo se abandona a la pasión sino también a un mundo enigmático y de difícil comprensión.  

Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla

 

Gente en la conversación

  • Invitado - Piedad Asturiano Molina-Niñirola

    En la leyenda La rosa de pasión, la muchacha no es musulmana sino judía.

    Me gusta 0 URL corta:
  • Invitado - Candela Vizcaíno

    Muchísimas gracias de todo corazón Piedad por hacer notar la errata. Comentarios como el tuyo nos ayuda a mejorar y a perfeccionar. Ya está editado el artículo gracias a tu aportación.

    Me gusta 0 URL corta:
  • Invitado - Luismi

    Me parece que te han bailado las fechas, ni Becker murió en 1970 ni escribió El monte de las ánimas en 1961.

    Me gusta 0 URL corta:
  • Invitado - Candela Vizcaíno

    Estimado Luismi:
    Efectivamente han bailado los números. ¡Gracias por tan constructiva aportación! Ya está todo corregido. ¡Saludos cordiales!

    Comentario editado por última vez entre hace cerca de 3 meses y Candela Vizcaíno
    Me gusta 0 URL corta:
Añadir comentarios
image.jpeg Filosofia Historia
 

Mi Último Libro

Cuento infantil
 
el bosque de las respuestas

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrar a los usuarios publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si se continúa navegando, consideramos que se acepta su uso. Es posible cambiar la configuración u obtener más información aquí

Acepto