La Vida del Buscón de Quevedo, análisis básico de la obra

La vida del Buscón de Francisco de Quevedo

La vida del Buscón de Francisco de Quevedo

Candela Vizcaíno

 

Análisis literario básico y resumido de la obra La Vida del Buscón de Francisco de Quevedo, novela picaresca del barroco literario español. 

 

Dentro de las obras de Francisco de Quevedo, El Buscón ocupa un lugar preeminente y eso que la crítica es unánime en considerarla una de sus obras de juventud. En ella está concentrada el canon y estilo literario de este autor del Barroco español cuya escritura ha trascendido los siglos. La novela fue publicada en 1626 en Zaragoza aunque, al parecer, pudiera estar escrita entre 1603 y 1608. Los eternos problemas con la censura retrasaron su impresión y también se acepta que hubo pasajes eliminados o re escritos para que pudiera pasar los exigentes filtros de la Inquisición. Aunque pertenece al género, no responde a todas las características de la novela picaresca. Asistimos a un relato único, original, descarnado y cruel hasta el esperpento de una realidad que va más allá del pesimismo vital y reconocido de su autor. 

Características básicas de La Vida del Buscón de Quevedo a tener en cuenta en su análisis

1.- La obra, tal como se despliegan en las páginas del Lazarillo de Tormes o del Guzmán de Alfarache, no tiene un fin didáctico o moralizante. Lo allí narrado no está concebido para aleccionar al lector sobre las consecuencias de la mala vida. 

2.- El Buscón es un relato formado por las descripciones de distintos personajes en los que no encontramos ni un ápice de piedad, comprensión o humanidad. Más bien todo en ella es caricatura hasta la crueldad extrema y el grotesco (que es uno de las principales características del arte barroco) se despliegan por todas sus páginas.  

3.- Ni siquiera asistimos al pesimismo que impregna otras obras de Francisco de Quevedo. No hay crítica o juicio; simplemente se pone delante del lector una realidad descarnada hasta el extremo.  

4.- Hay un predominio de la caricatura de la que no se libra ningún estrato social o condición personal. Todos los vicios de los gremios o de las clases se presentan al descubierto en La Vida del Buscón.  

5.- Es una obra violenta que se regodea en lo sucio, en el asco, en lo peor del ser humano sin ningún tipo de conciencia ni del bien ni del mal. En palabras de Juan Luis Alborg: 

“El novelista no se siente unido por lazo alguno de emoción hacia las figuras que maneja; todo ese mundo repugnante, que parece satirizar, toda esa rueda alucinante de hampones, hambrientos, matones, busconas, alcahuetas, toda esa sucesión de golpes, violencias y suciedades, constituyen para él un espectáculo divertido, materia prima de su obra, que Quevedo manipula con frialdad cruel y convierte en sustancia literaria después de elaborarla en las oficinas de su cerebro.” 

Más características de La Vida del Buscón de Quevedo 

1.- Si algo predomina en la biografía de Francisco de Quevedo es su carácter pesimista, su misoginia y el desencanto de todas las cosas del mundo. Ese escepticismo llega hasta el alma humana. 

“Todo el hombre es mentira por cualquier parte que lo examines, si no es que, ignorante como tú, crea las apariencias”.  

2.- Y a esta idea vital responde La Vida del Buscón. Los personajes no tienen un ápice de grandeza y todo lo fían al que dirán, y eso cuando lo hacen. Nada hay que los mueva al bien y se conducen por la vida guiados por un atroz egoísmo.  

3.- Aunque la novela picaresca tiene siempre un fondo de denuncia social (de los marginados, de los oprimidos o de los olvidados), en esta no se encuentra este extremo. Sus personajes están deshumanizados y convertidos en estereotipos aunque su tratamiento sea individual. Y no hay por donde cogerlos para redimirlos.   

4.- Y, por último, la obra, aunque nombra algunos lugares, no se entretiene con descripciones de naturaleza o de emplazamientos. Todo se deja al comportamiento atroz y desalmado de cada uno de los personajes.  

Con La Vida del Buscón de Quevedo se pone el broche final a las grandes obras de la picaresca en España que se inicia con Lazarillo de Tormes. Aunque el género se encuentra en Francia o en Inglaterra, es en la época de la decadencia hispana cuando da sus mejores frutos. Al parecer, y este punto ya está contrastado, la sociedad de la época en su conjunto era prolija en individuos de este cariz. 

Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla 

La vida del Buscon

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