Si bien una de las características del postimpresionismo es la extrema individualidad de sus creadores, estos seis artistas tienen puntos en común más allá de coincidir en el tiempo (segunda mitad del siglo XIX) y en el espacio (eje París-Provenza). Todos ellos mantuvieron contactos con algún artista del impresionismo e, incluso, se iniciaron en los pinceles bajo estos parámetros. Aún así, muy pronto comenzaron, de forma individual, un devenir estilístico personal, irrepetible y, en algún que otro caso, bajo las sombras de la soledad. Sin embargo y a pesar de todas sus diferencias, estos seis pintores postimpresionistas ofrecen aspectos comunes. Así, todos ellos investigan en las posibilidades del color (tanto en los brillantes como en los complejos saturados), en las opciones que ofrece el pincel, en la belleza presente tanto en los objetos como en los espacios sencillos… Los artistas postimpresionistas comienzan un camino de búsqueda que, en el caso de Gauguin, lo lleva a explorar los límites del mundo conocido y en el de Van Gogh los del espíritu.
1.- Vicent van Gogh el más conocido de los pintores postimpresionistas
De compleja personalidad, atormentado, pasional, de salud psíquica frágil y uno de los grandes artistas de todos los tiempos. Así podemos resumir el devenir vital de Vicent van Gogh (1853-1890), un creador ajeno a cualquier corriente, atormentado por una contradictoria espiritualidad. Quiso ser predicador y ayudar a los pobres. Su afán de trascendencia, tras varias crisis psicológicas, le encaminó por los derroteros de la pintura. Las penurias económicas que sufrió no fue en ningún momento un impedimento para continuar creando cuadros de gran fuerza expresiva. Recibió en vida el apoyo de su hermano menor Theo y, a la muerte de ambos, fue su cuñada Johanna van Gogh (1862-1925) la que sistematizaría su obra, organizaría exposiciones y logró colocar la producción entre coleccionistas privados. Sin ella, hoy Vicent van Gogh sería un auténtico desconocido, ya que tuvo nulo reconocimiento en vida.
Si quieres saber más de la biografía de Vicent van Gogh, te he dejado más datos en el enlace.
La obra del artista gira alrededor de elementos sencillos (unas botas, una silla, una habitación humilde, una jarra con girasoles) que trata con fuerza expresiva al máximo. Todo ello lo consigue haciendo uso de los colores primarios, de un trazo enérgico y tan espeso que es, incluso, visible en las reproducciones. Algún crítico ha querido ver en su gusto por la espiral un remanente de paranoia (el autorretrato que encabeza este artículo o la obra La noche estrellada por poner dos ejemplos). Sus últimas obras, tras una crisis psicológica que le llevó a un sanatorio, reflejan la vida sencilla de la Provenza, los campos de labranza y los puentes… Va evolucionando hacia un simbolismo primigenio que desemboca en su última creación: Campo de trigo con cuervos donde los colores, el camino y los cuervos que se levantan del suelo aportan sentido. En esta última obra el artista nos deja una despedida espiritual, un adiós que es, a la vez, una integración con la naturaleza a la que tanto amó.
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2.- Paul Cézanne, el artista que enlaza la tradición con las vanguardias históricas
Paul Cézanne (1839-1906) estaba llamado a estudiar derecho y a dirigir el negocio financiero familiar. Afortunadamente para la historia del arte, se cruzó en su camino Émile Zola (1840-1902), máximo representante del naturalismo, quien instó al artista a convertirse no solo en uno de los pintores postimpresionistas más importantes sino en un creador imprescindible para la historia del arte. A pesar del rechazo paterno a que continuara su vocación, pudo muy pronto dedicarse de pleno a los pinceles y a una edad bastante joven comenzó a exponer y a vender.
Las primeras obras de Paul Cézanne reflejan estos desacuerdos internos con colores oscuros, contrastados y bruscos. Sin embargo, muy pronto evolucionó hacia los tonos brillantes, complejos, matizados y de una belleza sublime. Busca las formas a través de los colores y las sombras se hacen por contraste. Su trabajo tiene preferencia por los bodegones, los paisajes alrededor de su casa, los tipos populares… Hay que anotar que Cézanne fue el único artista del siglo XIX aceptado por los rupturistas representantes del cubismo y de otros movimientos de vanguardia que irrumpirían nada más inaugurarse el siglo XX.
Tienes más datos sobre las obras de Paul Cézanne en este link.
3.- Paul Gauguin, el más aventurero de los pintores postimpresionistas
Se inició (de la mano de Pissarro) en las características del impresionismo, tendencia que abandonó muy pronto. El espíritu aventurero de Paul Gauguin (1848-1903), le llevó primero a la Bretaña francesa donde retrató a sus mujeres con la vestimenta tradicional en obras de gran fuerza expresiva por los contrastes de color. La relación con Vicent van Gogh y la convivencia de ambos artistas en la Provenza supuso choques emocionales frontales y desencuentros de importancia. Sin embargo, ambos siguieron investigando y trabajando en sus estilos tan personales. A pesar de que realizó algunas obras de índole religiosa (que no siguen las características del postimpresionismo en cuanto a temática), su producción más conocida tiene como protagonistas a las mujeres y el mundo de los territorios de ultramar franceses.
En las Islas Marquesas y en Tahití vivió, amó, pintó y murió. Y de ese universo son sus obras más conocidas incluso por el público no especialmente entendido en la historia del arte. En ellas sobresale el tratamiento del color que utiliza de manera extrema y con gran fuerza. A la par, la composición es totalmente novedosa presentándonos, a veces, las figuras humanas ensimismadas en su mundo anterior. En este sentido, sus creaciones se encuentran entre las pinturas postimpresionistas (y del siglo XIX) que mejor reflejan y adelantan los cambios espirituales que se producirían en el siglo XX con el conocimiento del inconsciente.
Puedes estudiar los entresijos de las obras de Paul Gauguin en el siguiente enlace.
4.- Georges Seurat, el creador del puntillismo
Una de las características del postimpresionismo es su intento por evolucionar desde la pincelada impresionista que había revolucionado el arte de la época. En este sentido, hay que reseñar la aportación de Georges Seurat (1859-1891), uno de los más famosos pintores puntillistas y creador de esta técnica pictórica. En sus obras se plasman las luces y las sombras así como los colores utilizando pequeños puntos que, al visionarse de lejos, aparecen las contornos de manera contrastada. El formato, aunque tuvo repercusión solo en la época, es bastante popular hoy en día por lo que implica de estudio científico. A diferencia de los impresionistas (que gustaban de trabajar al aire libre y del natural), los puntillistas toman solo bocetos de la obra en el emplazamiento concreto. El resto de las tareas se realizan en el estudio siguiendo una planificación.
5.- Paul Signac, uno de los pintores postimpresionistas que vive las vanguardias
Adscrito también al movimiento del puntillismo, Paul Signac (1863-1935) mantuvo una clara preferencia por retratar los ambientes portuarios con sus marinas, barcos y casas apelotonadas mirando al mar. No abandonó los preceptos del movimiento a pesar de que siguió trabajando bien entrado el siglo XX, cuando las vanguardias históricas se sucedían unas a otras e, incluso, el surrealismo (con su visión dramática de las fuerzas de choque psíquicas) se imponía en todos los ámbitos artísticos. Logró disfrutar de reconocimiento en vida.
6.- Henri Toulouse-Lautrec el artista que retrató los cabarets de París
De distinto tenor es la obra de Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901) condicionado por una enfermedad genética y la soledad. Fue el mejor retratista del París ocioso de los bailes y los cabarets de finales del siglo XX, cuando la capital francesa era el eje cultural, filosófico e intelectual del mundo. Es uno de los pintores postimpresionistas más ecléctico ya que también cultivó la fotografía (por entonces una novedad) y realizó múltiples carteles para los locales que solía retratar en pintura. Estos siguen la estética modernista y están plagados de los motivos femeninos, florales y geométricos propios de este movimiento.
Estos grandes pintores postimpresionistas, de alguna manera u otra, influyeron en otros colegas ajenos a la vida parisina o los campos de Provenza con sus obras originales al máximo y, por entonces, alejadas del canon. En la actualidad, conforman un opus general que se encuentra entre lo más cotizado en las subastas internacionales y eso que alguno de ellos (los que no podían disfrutar de patrimonio familiar) malvivieron rozando o resbalándose en la absoluta indigencia.
Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla