¿Es Tirant lo Blanc una novela de caballería?

Tirant Lo Blanc

Tirant Lo Blanc

Candela Vizcaíno

 

En el siglo XXI Tirant lo Blanc (su título en valenciano) está considerada una de las novelas modernas de Europa. Sin embargo, al juzgar por las primeras ediciones que se realizaron, no tuvo el favor del público de la época. Traducida al castellano como Tirante el Blanco, la novela fue conocida de los dos grandes de la literatura universal: William Shakespeare y Miguel de Cervantes. Es más, el español en su gran obra, Don Quijote de la Mancha, le da tal trato de favor que la salva, junto con el Amadís de Gaula, de la quema a la que es condenada la biblioteca de Alonso Quijano.  

“[Es] por su estilo el mejor libro del mundo… aquí comen los caballeros y duermen, y mueren en sus camas, y hacen testamento antes de su muerte, con otras cosas de que todos los demás libros deste género carecen.”

Y esa consideración va en línea con las palabras de dos grandes de la filología castellana: Menéndez Pelayo y Dámaso Alonso. Olvidada durante largo tiempo, a raíz de las ediciones realizadas en la primera mitad del siglo XX, Tirant lo Blanc ha vuelto a los estantes de los estudiosos y los aficionados a la literatura. En una carambola de la historia, el nombre de este caballero que lucha contra los turcos comenzó a ser tan conocido en las últimas décadas que en la de los noventa se convirtió en un juego de rol.  

Joanot Martorell, autor del Tirant lo Blanc

Poco se sabe de la vida de su autor Joanot Martorell y menos de Martí Joan de Galba que aparece en la primera edición como el continuador o editor del libro cuarto de la misma. La crítica, al día de hoy, no se pone de acuerdo en el papel de este último y los estudios recientes consideran que el Tirant lo Blanc fue una invención en exclusiva del caballero (que ese era su título) Joanot Martorell.  

Probablemente, nació en 1410 en Valencia y murió en la misma ciudad en abril de 1465 totalmente arruinado. Se sabe que su familia estaba relacionada con la corte real valenciana y que viajó buscando aventuras casi (como un caballero andante) a Inglaterra, Nápoles y Portugal donde se relacionó con la corte. Aunque luchó como soldado, se han conservado cartas y documentos en los que se vislumbra el afán de Joanot Martorell por los pleitos y duelos caballerescos. Murió arruinado y sin hijos (tampoco hay constancia de que contrajera matrimonio) sin llegar a ver impresa su gran obra, la misma que fue del agrado de la crítica siglos después.  

Ediciones y popularidad del Tirant lo Blanc 

1.- La primera edición se realizó en Valencia y en valenciano en 1490 de la que solo se conserva un puñado de ejemplares, convirtiéndose en uno de los libros más raros y codiciados del mundo. En esta lengua tuvo dos ediciones más en el siglo XV.  

2.- Al castellano fue traducida y editada en 1511 en Valladolid para ser olvidada al instante. 

3.- La italiana (vertida desde el castellano y no desde el valenciano) se realizó en Venecia en 1538 para también olvidarse inmediatamente.  

4.- Al francés ni siquiera se llegó a editar y lo que circuló fue una versión reducida y adaptada de mediados del siglo XVIII que tampoco tuvo el favor del público de la época. 

Tanto Dámaso Alonso como Menéndez Pelayo consideran que el Tirant lo Blanc fue una obra adelantada a los gustos de su tiempo, tan novedosa en su concepción y con un lenguaje tan fresco que hizo que no gustara entre los lectores de la recién estrenada literatura renacentista. Sin embargo, sí tuvo la consideración de los grandes literatos que lograron ver la grandeza que hay en ella.  

Tirant lo Blanc y las novelas de caballería  

Entonces, ¿es Tirant lo Blanc una más de las novelas de caballería que tan populares fueron? Los estudiosos se inclinan por considerarla más bien una historia de aventuras protagonizada por un caballero más que otro título más (afortunado y grandioso) del género.

Tirant lo Blanc narra las aventuras del caballero homónimo en su defensa de la fe cristiana contra los turcos. Enamorado de Carmesina, no se asiste a la relación platónica e idealizada propia del género caballeresco que encandiló a todo tipo de lectores, desde los más sencillos hasta la representante de la mejor literatura mística: Santa Teresa de Jesús

Como hay en ella bastante diferencias con las características de las novelas de caballería principales, es una obra tan difícil de encasillar que se duda, incluso, que pertenezca al género. Resumiendo mucho, hay cuatro grandes líneas distintivas que la apartan de las convencionales. Son, a saber: 

  1. El realismo del Tirant lo Blanc frente al mundo de fantasía de los libros de caballería  

Tirant lo Blanc es un capitán con unos ideales y una meta fija: luchar contra los turcos y defender la religión cristiana.  No sale a buscar aventuras sin ton ni son abanderando una justicia etérea. Cuando vence lo hace por su astucia, inteligencia y sentido práctico de la guerra y sus innumerables batallas. Por tanto, en la obra no aparecen esos magos todopoderosos, dragones voladores, hechiceras que confunden o castillos encantados que pueblan de principio a fin las novelas de caballería.  

La crudeza de la narración frente al idealismo de la mayoría de las novelas caballerescas

Al hilo de lo anterior, y sin obviar la fluidez del lenguaje en el que está escrita, Tirant lo Blanc deja aparcado cualquier idealismo y las escenas son narradas con todo detalle y realismo. Por tanto, deja abierta la puerta para presentar escenas de crudeza (en todos los sentidos) que son impensables en el mundo estilizado de los caballeros andantes dechados de virtudes sobrehumanas. Tirant lo Blanc, aunque es un héroe aventurero, está presentado en su completa humanidad.  

  1. Tirant lo Blanc presenta un amor sensual distinto al idealizado de otras obras similares

Con unas escenas que han sido descritas incluso rozando lo pornográfico. Si bien, El Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita ya había introducido el tema en la literatura anterior, no era lo frecuente en la época y mucho menos en los libros de caballería con su idolatría de amor platónico. 

  1. El leguaje de Tirant lo Blanc se distancia de las del género

Llega, incluso, a adelantar algunos aspectos del realismo literario predominante siglos más tarde con una profusión de descripciones y un gusto por los detalles. Eso no quita para que la obra se haga pesada. Es todo lo contrario, ya que hace gala de una musicalidad difícil de encontrar en la literatura de la época. Además, el autor del Tirant lo Blanc no se toma tan en serio el hecho de poner una palabra tras otra y es frecuente el tono burlón y la fina ironía a la hora de narrar, contar o describir pasajes o hechos. Todo ello contrasta con la grandilocuencia (que puede llegar hasta un amago de impostura cuando se hace extrema) de la gran mayoría de las novelas de caballería que hicieron las delicias de los lectores de la época. Esa naturalidad hace única la obra.  

 

Es curioso que Tirant lo Blanc, considerada hoy una de las grandes obras literarias europeas,  tuviera tan poca acogida entre el público de su época. Es lo que tiene adelantarse a los tiempos por genios que mueren solos, incomprendidos y en la ruina tal cual pasó con su autor, Joanot Martorell.  

Por Candela Vizcaíno | Doctora por la Universidad de Sevilla

 

  • No se han encontrado comentarios
Añadir comentarios
image.jpeg Filosofia Historia
 

Mi Último Libro

Cuento infantil
 
el bosque de las respuestas

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrar a los usuarios publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si se continúa navegando, consideramos que se acepta su uso. Es posible cambiar la configuración u obtener más información aquí

Acepto