Amadís de Gaula | Guía de lectura

Amadís de Gaula

Amadís de Gaula

Candela Vizcaíno

 

El Amadís de Gaula responde al prototipo y características de las novelas de caballería que fueron tan populares a partir del siglo XV. Tanto fue así que autores tan alejados del género, como San Ignacio de Loyola o Santa Teresa de Jesús, pertenecientes a la mística literaria no tuvieron empacho en reconocer su gusto por ellas. Considerada por la crítica el cenit de las obras de este estilo,  el Amadís de Gaula se salva del escrutinio de la biblioteca de Don Quijote redundando en este juicio: 

“Es el mejor de todos los libros desde género que se han compuesto”  

Y el criterio de Cervantes no se ha movido a lo largo de los siglos. El ideal caballeresco donde un héroe individual sale en busca de justicia sin un plan establecido ofreciendo todas sus victorias a una dama se cumple punto por punto en esta saga literaria. Las novelas de caballería escritas en prosa y en lengua romance tienen un alto contenido de fantasía y de ficción que choca con el gusto por los cantares de gesta con historias tan realistas que se han considerado que fueron los periódicos de la época. Sin embargo, ambas fórmulas literarias tuvieron el favor del público. 

Orígenes de Amadís de Gaula de Garci Rodríguez de Montalvo 

Sin embargo, las novelas de caballería se extienden paralelamente al avance de la imprenta, de la burguesía y de una aristocracia refinada que dejó los modales rudos aparcados. Son obras para ser leídas de manera individual y apelan a un público más cultivado que se sacudía poco a poco el analfabetismo endémico con el que había tenido que convivir todos los autores de la Edad Media

La crítica considera que el Amadís de Gaula fue escrito alrededor de 1492, aunque la primera edición de la que disponemos data de 1508 y está impresa en Zaragoza. Está firmada por Garci Rodríguez de Montalvo del que poco o nada se sabe. A igual que sucede con el Cantar del Mío Cid, los especialistas no se ponen de acuerda en considerar a Garci Rodríguez de Montalvo un mero compilador de las tramas, su verdadero autor o, simplemente, alguien que traduce del francés (de donde, al parecer, procede la historia) resumiendo, paralelamente, la narración original. En palabras de J.L. Alborg: 

“Se desconoce, sin embargo, la fecha de la primera redacción, pero puede afirmarse con seguridad que existía antes de 1325”. 

 ¿Es Garci Rodríguez de Montalvo el autor del Amadís de Gaula? 

Por las referencias escritas (aunque no se hayan conservado ninguna de las ediciones de la obra) se tiene constancia de las aventuras del personaje en la primera mitad del siglo XIV. Por si fuera poco, tampoco hay acuerdo sobre la lengua romance de origen. Teorías hay que señalan la paternidad del texto a la literatura portuguesa o a la francesa (más factible) y es difícil que esta historia repleta de dragones, castillos encantados, magos de sabiduría inmensa y protagonistas con virtudes tan excelsas que no se encuentran en el género humano haya sido inventada al 100% por autor español, cuando una de las características de la literatura medieval en castellano es su apego al realismo.  

De Garci Rodríguez de Montalvo poco o nada se sabe más allá de que era regidor de Medina del Campo, que había servido como soldado y, por tanto, estaba imbuido de todo el ideal caballeresco. En el mismo prólogo dice que escribió la obra en la vejez, aunque la mayoría de los investigadores se inclinan por pensar que fue un resumen lo que hizo más que una novela de su invención. De hecho, reconoce que el texto que se edita fue producto de varios autores y que él solo se dedicó a enmendar, trasladar (traducir) y corregir los tres primeros libros mientras que el cuarto (Sergas de Esplandián) fue añadido sin especificar qué significa ese anexo. ¿Es creación o acaso simplemente se aumentaron las aventuras de Amadís con otras historias que circulaban en la época? Por tanto, tampoco está claro que esta saga con las aventuras del hijo de Amadís de Gaula sea de su invención y la crítica se inclina últimamente a considerarla más bien un anexo de una historia que ya circulaba por Europa.  

Resumen de Amadís de Gaula

Amadís es el fruto de amores prohibidos reales. Su padre es el Rey Perión de Gaula cuya toponimia exacta es difícil de localizar al día de hoy y su madre es Elisenda de Inglaterra. Parte de los paisajes que se describen en la obra pueden corresponder a los típicos de lo que hoy conocemos como Gran Bretaña. Su madre, para esconder esta relación, decide deshacerse del niño nada más nacer, el cual (como Moisés) es arrojado al río encerrado en una caja. De aquí es rescatado y criado por Gandales de Escocia que lo introduce en los ideales caballerescos. Siendo muy joven se enamora de Oriana, princesa de Gran Bretaña y a ella le dedica todas sus conquistas, aventuras y la justicia conseguida en sus correrías.  Una vez armado caballero es reconocido por sus padres (y con ello que es de sangre real) dando comienzo sus aventuras. 

Amadís es encantado y desencantado. Pelea con su hermano y es sometido a mil y una pruebas para demostrar que sus virtudes son tan sobresalientes que merece la mano de Oriana. Lucha con dragones y hace penitencia. Todos estos pesares son recompensados con la mano de la dama, premio final de sus trabajos. El Amadís de Gaula, además, está intercalado por otras historias que ahondan en este ideal caballeresco de sed de justicia en un mundo de fantasía en donde conviven dragones, magos, hechiceros y palacios encantados.  

El estilo de Amadís de Gaula 

1.- Como todas las novelas de caballería, el Amadís de Gaula pertenece a un género fantástico de brujas, magos, encantamientos y monstruos. 

2.- Los personajes son presentados como espíritus de bondad pura y sed de justicia perfecta o, por el contrario, como seres malvados acosados por todos los vicios posibles. Por eso Amadís, siguiendo el ideal caballeresco, es un héroe inmaculado que nunca duda en hacer el bien ni se tambalea ante sus convicciones. 

3.- Ni el Amadís de Gaula ni el resto de las novelas de caballería pueden catalogarse como literatura épica porque, si bien nos topamos a cada rato con batallas y obstáculos a superar, todo ello está adornado con personajes irreales que no corresponden a un género en el que la fortaleza, valentía o astucia son los adornos del héroe. Recordemos que Amadís de Gaula recibe ayuda de personajes sobrenaturales las más de las veces y su esfuerzo no es comparable con el que realizan los héroes típicamente épicos. 

4.- Por otro lado, la obra está pergeñada de un sentimentalismo importante siguiendo la estela del amor cortés platónico que, en ningún momento, deja entrever cualquier mínima deslealtad o cuestionamiento por parte del héroe. 

5.- Amadís representa el perfecto caballero de los nuevos ideales que iban instalándose en cortes y palacios de toda Europa. Nada en él recuerda a la rudeza de la Edad Media y su modelo de comportamiento va a influir en los lectores de la obra impregnándolos de un desconocido (hasta la fecha) sentido de la aristocracia. Así y siguiendo esta línea, Menéndez Pelayo indica: 

“De aquí que su libro adquiera tan alto valor didáctico y social y se convirtiera en el código de honor para varias generaciones, manual de buen tono, oráculo de elegante conversación y repertorio de buenas maneras. Ni siquiera El Cortesano de Castiglione le arrebató de todo esta palma”. 

Difusión, imitadores y sagas de Amadís de Gaula

Pocas oportunidades de evasión se encuentra en la literatura medieval en castellano. Quizás esta fuera una de las razones por las que el Amadís de Gaula y todos los libros de caballería que surgieron en la época tuvieran tanto éxito. 

1.- La primera historia de la saga son las “Sergas de Esplandián”, hijo de Amadís que la mayoría de la crítica consideraba que era una invención de Garci Rodríguez de Montalvo aunque, al día de hoy, se duda de este extremo. 

2.- Fue traducido en repetidas ocasiones al italiano y al francés. Y antes de que se volcaran a estas lenguas romances circularon copias en castellano. Eso provocó que el Amadís de Gaula se populariza en extremo. 

3.- A mediados del siglo XV apareció en París Le Trésor des livres de Amadís, con un resumen de sus gestas. Tuvo también una amplia difusión en Holanda e Inglaterra. 

4.- Tal éxito hizo aflorar los imitadores. Páez de Rivera escribió la continuación de las aventuras de Esplandián. Un poco más tarde apareció un nuevo personaje: el nieto de Amadís de Gaula e hijo de Esplandián, Lisuarte de Grecia. 

5.- Juan Díaz compuso un octavo libro donde el héroe muere de viajo. Parece que esto no gustó al público ya que es resucitado en un nuevo libro escrito por Feliciano de Silva.

6.- La saga se completa con la serie de palmerines: Palmerín de Inglaterra el más famoso, Pimaleón y Palmerín de Oliva. 

Amadís de Gaula, en definitiva, junto con Tirant lo Blanc (aunque este está escrito en valenciano) son los mejores libros de caballería de un género tan popular que forjó la base de la gran novela en castellano: Don Quijote de la Mancha. En la quema y escrutinio de la biblioteca del famoso hidalgo ambos se salvan de las llamas. Los demás no merecían traspasar las brumas del tiempo a decir de Cervantes. 

 

Por Candela Vizcaíno | Doctora por la Universidad de Sevilla

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