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10 Características de la pintura renacentista

Características de la pintura renacentista

Características de la pintura renacentista

Candela Vizcaíno

 

A mediados del siglo XV, con el epicentro, en Italia comienzan a desmoronarse todos los pilares de la cultura medieval. Los señores feudales acaban perdiendo todo el poder en favor de monarquías que acaban acaparando más y más riquezas. Estas pueden invertirse en emprendimientos ambiciosos, como el que culmina con el descubrimiento, a ojos europeos, de América. Aunque pudiera parecer que las características de la pintura renacentista nada tiene que ver con el entorno, es más bien todo lo contrario. El cambio de mentalidad supone el auge de una burguesía pujante que hace de las ciudades el epicentro del comercio, la artesanía y la incipiente actividad industrial en detrimento del campo. La política del Renacimiento, además, se va desligando de los valores religiosos medievales e impone una nueva cosmovisión centrada en el hombre, la belleza y la naturaleza. Aunque el cristianismo sigue siendo preponderante, se recuperan los mitos, los personajes y las historias de la antigüedad pagana. Y a mediados del siglo XV la revolución sería imparable con el avance de la imprenta y la proliferación de universidades en todo el territorio europeo.  

1.- No podemos entender las características de la pintura renacentista sin el antropocentrismo  

Si en la Edad Media Dios es el centro gravitacional de todos los aspectos de la cotidianidad, los avances científicos, en la ingeniería y una mejora en las condiciones de vida nos introducen en una época de fuerte positivismo en el que se cree en las fuerzas humanas, en el progreso a través de la educación y de la formación. En este sentido, se va aparcando las figuras simbólicas para sustituirlas por modelos reales que expresan sentimientos y fuerza individual. El hombre en el Renacimiento se erige, por sí mismo, en el centro del universo y el arte, por su puesto, se hace eco de ello. Ya no se trata de representar correspondencias con el mundo del más allá sino de disfrutar de la belleza tangible, serena y perfecta del aquí. El ejemplo más claro de esta nueva forma de representación artística es La Gioconda de Leonardo da Vinci o los múltiples retratos de la nueva aristocracia financiera que se congregaba en Florencia y los estados cercanos. 

2.- Todos los géneros artísticos recuperan la tradición clásica 

Y si bien es una de las características de la pintura renacentista también lo es de la arquitectura o de la poesía. Los textos de la literatura griega o romana que lograron transmitirse a través de los libros medievales se imprimen en ediciones cuidadas desde el punto de vista filológico a veces en buenas traducciones. Y de aquí llega un mundo de dioses que no tienen empacho en amar, procrear o enredarse en pasiones humanas, de ninfas que cuidan los ríos, de centauros que viven en los bosques. Las historias que acaban en metamorfosis o que representan los símbolos básicos universales pueblan no solo poemas de la lírica renacentista sino también esculturas y pinturas. Un claro ejemplo de este punto lo encontramos en las obras de Sandro Boticelli, La Primavera o El Nacimiento de Venus

Pintura Renacentista 1 Primavera de Boticelli 

3.- Los avances científicos y geográficos que generan confianza en la ciencia 

Y todo ello se manifiesta en las artes que salen del espacio de la Iglesia para inundar palacios o jardines privados. El mundo deja las brumas medievales para volverse positivo y penetrante. Así no solo se patrocinan grandes empresas que van en búsqueda de nuevas rutas o mundos desconocidos sino que el mecenazgo se vuelve opción obligada entre las grandes y nuevas fortunas. Esta fórmula se expande por la iglesia convirtiendo a cardenales y papas en promotores de grandes obras. Aunque el objetivo es la manifestación de poder (que esto es consustancial a los emprendimientos de este tipo) no se puede negar el afán de belleza, el arte como redención y el acercamiento a Dios entendido de una forma distinta a la mentalidad medieval. Un buen ejemplo de esta última característica del arte del Renacimiento es la Capilla Sixtina de Miguel Ángel.  

4.- A principios del siglo XV se descubre la perspectiva

La pintura en la Edad Media se caracterizó por representar las figuras en un espacio vacío (con fondos negros o geométricos) o bien con una elemental representación arquitectónica. El Renacimiento supone un nuevo avance en el que la perspectiva se diseña de tal manera que ofrece profundidad a la pintura. Así se impone un nuevo orden en el que los planos no están superpuestos sino representados con una simulación tal como lo haría el ojo humano. Ahora las pinturas se llenan de edificios idealizados o de representaciones de paisajes y de entornos urbanos delimitados al detalle. Un claro ejemplo de esta característica es La Escuela de Atenas de Rafael. 

Pintura Renacentista 2 La Escuela de Atenas de Rafael 

5.- Otra de las características de la pintura renacentista es el foco en la figura humana 

Y lo hace obviando el simbolismo imperante en épocas anteriores. Aunque hay una idealización y una búsqueda de la perfección formal, el eje central ahora es el rostro humano con todos sus matices de expresión o de personalidad. El Renacimiento introduce la humanidad en todo su esplendor. Los rostros aparecen retratados incluso con algunos defectos sin cambios estilísticos y se busca la ejemplificación de lo estados anímicos. 

6.- La serenidad como un modo de estar en el mundo  

En línea con ese amor por la cultura clásica que lleva a recuperar todo vestigio de la antigüedad (desde esculturas hasta cualquier texto conservado), el Renacimiento se caracteriza por la búsqueda de la belleza, pero no lo hará de manera aislada sino dotada de un fin. En este sentido, se considera que a través de las cosas bellas se llega al bien, camino para alcanzar a Dios. Aunque la religión se sacude de la idea negativa que había sido preponderante en la Edad Media, por supuesto, no desapareció de la sociedad. Y eso a pesar de la búsqueda de todos los goces paganos. La belleza actúa como nexo de unión entre este mundo y el intangible y esta se manifiesta en la armonía, el orden, la serenidad, la naturaleza y los cuerpos femeninos. La felicidad para los artistas del Renacimiento pasaba por ese estado de serenidad en el que no había choque de contrarios. Ejemplo extremo de esta característica del arte renacentista es La Gioconda de Leonardo. 

Pintura renacentista 7 Gioconda de Leonardo 

7.- Otra de las características de la pintura renacentista es el gusto por la naturaleza 

Y esto supone un cambio con respecto a la época anterior en la que nada de las cosas de este mundo merecía la atención de creadores y/o imitadores. A igual que sucede con la poesía renacentista, los espacios exteriores plagados de bosques, ríos o fenómenos atmosféricos se convierten en motivo artístico. La naturaleza se hace una con la figura humana, es un personaje más con el que el espectador interactúa para llegar a comprender esa belleza que era motivo último de una sociedad que encontraba dicha en los bienes culturales. En este sentido, tenemos los ejemplos de La Virgen de las Rocas de Leonardo o La tempestad de Giorgione.  

8.- El valor del color, la veladura y el difuminado de los contornos 

La técnica en la pintura del Renacimiento alcanza cotas sublimes en parte debido a los grandes genios de la época. Si Leonardo abandona cualquier atisbo de contorno que era lo característico en la pintura medieval, Miguel Ángel en la Capilla Sixtina da un paso más en la excelencia al realizar su obra con una peculiar técnica al fresco. El artista planificó las distintas jornadas y solo colocaba el yeso fresco que iba a pintar durante ese día. Los pigmentos así se funden en el soporte dando luminosidad, expresividad y color a todo el conjunto. Además, se abandonan definitivamente los tipos simbólicos que actúan según el concepto emocional o moral y con el Renacimiento nos adentramos en la pintura de personajes reconocibles. Aunque la idealización es la normal, no siempre están representados según un canon pre-establecido. 

9.- Estructura compositiva armónica y siguiendo un patrón geométrico

La gran mayoría de las pinturas del Renacimiento responden a un patrón geométrico en el que la escena se va desarrollando según un orden preestablecido. Bien es verdad que el uso de la perspectiva ayuda a realizar esta composición ordenada, pero esta característica va más allá. Forma parte de la manera de entender el arte y la vida. No puede haber belleza sin orden recordemos. La estructura geométrica y ordenada se encuentra en obras tan famosas como la Capilla Sixtina (en su conjunto y en cada una de sus partes), La Gioconda o los grandes retratos de los potentados toscanos, por poner solo un puñado de ejemplos. 

Pintura renacentista 5 Retratos del matrimonio Sforza dePiero della Francesca  

10.- La pintura al fresco en las cúpulas 

Aunque el lienzo y la tabla se hizo favorita por su capacidad para embellecer los palacios y por su portabilidad, bien entrado el siglo XVI, justo cuando se comienza a poner las bases del arte barroco, sobresalen las pinturas de las cúpulas. Estas se realizan como si estuviéramos mirando al cielo y a su alrededor se colocan elementos e imágenes de todo tipo bien entresacados de la naturaleza o bien del imaginario mitológico o religioso. La perspectiva de estas obras se vuelven extremadamente ingeniosas con angelotes que se asoman como para mirarnos o personajes que parecen escaparse de la composición. 

Ni que decir tiene que las principales características de la pintura renacentista están ligadas a los grandes genios de la época especialmente italianos. Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael o Boticelli forman parte del canon artístico de todos los tiempos y sin ellos no podemos entender esta explosión artística que se da con el cambio de una época. 

Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla

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