Las personas tóxicas son aquellas que restan en lugar de sumar. Su contacto es siempre desagradable dejándote con una mala sensación sin saber muy bien por qué.
En el espíritu existen dos vibraciones fundamentales: la más alta es la del amor y la más baja es la del miedo. Si la primera es la proveedora de dones como la generosidad, la confianza, la entrega, la superación, la resilencia o la alegría, el segundo es el emplazamiento del materialismo, el pesimismo, la envidia y el veneno de la ira. En el primero nos superamos día a día caminando con paso firme hacia la serenidad, antesala de la felicidad. En la vibración del miedo nos emplazamos en una zona de confort eterna que no nos deja avanzar hacia nada bueno. Ni que decir tiene que todos podemos caer en la vibración del miedo en algún momento, pero hay quienes están instalados aquí y no hay manera de moverlos. Son las personas tóxicas. El término es nuevo, aunque los comportamientos y actitudes son tan antiguas como el mundo.
Las personas tóxicas se han quedado atrapadas en un veneno emocional que no quieren trascender. Su mero contacto hace que nos sintamos abatidos, inseguros, tristes y con pensamientos negativos. Por eso, es importante aprender a reconocerlas cuanto antes para poder ponernos a salvo. A veces, por las circunstancias, es complicado, pero eso no quita para que nos resguardemos de su influencia.
10 tipos de personas tóxicas que debes evitar a toda costa
1.- El negativo y pesimista que está barruntando constantemente el Apocalipsis final
Son los que siempre ven que se va a caer el mundo ante cualquier contratiempo, los que mueven Roma con Santiago ante cualquier problema. No son capaces de solucionar absolutamente nada y ven problemas incluso donde no los hay. Dependientes de los demás para cualquier cosa, creen que la juventud se ha corrompido por completo, que mañana no va a salir el Sol (ni tampoco las nubes). Su tremendismo puede llevarte a un estado de postración total, ya que también son expertos en hacerte cargar con sus tareas cotidianas y su negatividad. La vida, por supuesto, no es un camino de rosas, pero tampoco un valle de espinas como se empeñan estas personas tóxicas.
2.- El envidioso y murmurador que habla mal de todo el mundo, personas tóxicas a evitar siempre
¡De ti también en cuanto te has dado la vuelta! Se las apaña para criticar incluso las virtudes de los que están a su alrededor. Todo el mundo tiene problemas menos ellos. Son los que airean trapos sucios, los que no saben callar no ya un secreto sino el más mínimo asunto. Suelen ser personas tóxicas desleales, que hablan a extraños de intimidades de pareja, de problemas con sus hijos o de asuntos que, por las razones que sean, deberían mantener un mínimo de discreción. ¡Ojo! En esta categoría no entra el amigo que te cuenta un problema en busca de ayuda o de un poco de compresión o de la conversación normal (aunque nos excedamos en el sabio no juicio) entre colegas y personas que se quieren. Este tipo de personas hablan, critican, murmuran constantemente y no tienen ningún empacho incluso en atacar el honor básico de los que se encuentran a su alrededor. No se paran incluso ante la posiblidad de la calumnia y aquí estamos ante un delito.
3.- El desagradecido que es incapaz de ver la grandiosidad de gestos importantes y siempre quiere más
Este tipo de personas tóxicas, además, no han sido capaces de hacer nada bueno por ellos mismos ni conseguir ningún logro meritorio. Cuando llega algo positivo a sus vidas son incapaces de agradecer y de estar felices con ese don. Se las apañan para empañar regalos, tiempo, generosidad, cariño y oportunidad con su veneno. En este tipo de personas tóxicas entran también aquellas que echan por tierra un viaje en grupo porque la habitación no está a 24 grados o porque se visitó un sitio a las 9 cuando estaba programado a las 10. Son incapaces de despegarse de estas nimiedades haciendo una bola inmensa con cosas que no tienen importancia consiguiendo arruinar un día maravilloso o una oportunidad importante. Tienen la habilidad de minar tu autoestima de tal manera que pude llegar a ser peligroso para ti. Comienzas a dar y a entregar sin recibir nada a cambio. Personas que están pasando un mal momento pueden verse envueltas en estas dinámicas peligrosas.
4.- El que tiene miedo a todo, uno de los tipos de personas tóxicas más peligrosas
Si estás hablando con ellos durante una hora, seguramente aparecerá así sin más la palabra “miedo” referido a cualquier cosa. Tienen miedo a que se incendie la casa, a que venga la policía a llevarlos a la cárcel, a que le roben, a enfermar… Los hipocondriacos son un tipo de personas tóxicas que anulan la alegría de los que están alrededor infectando el ambiente de una negrura extraña donde siempre hay acechando fantasmas terribles y desconocidos.
5.- El narcisista que exige que el mundo gire alrededor de ellos
El mundo tiene que girar alrededor de ellos porque son las personas más maravillosas del mundo. Siempre tienen razón y nunca se equivocan. Hacen todo lo posible para que los que están alrededor le rindan pleitesía en todo momento. La personalidad del narcisista es tan compleja y destructiva que ya hay psicólogos especialistas en reparar los daños ocasionados en sus víctimas. Se infiltran en las vidas de los demás sin dejarles margen para la libertad. Cuando estamos ante una madre narcisista el problema es más agudo, ya que, en la mayoría de los casos, ejerce un daño difícil de reparar en la familia.
6.- El psicópata, la persona tóxica a alejar de tu vida cuanto antes
Porque el daño que te puede hacer es incluso denunciable ante la justicia. Ya no estamos ante una persona negativa, pesimista o triste porque sí que se afana por empañar la luz del mundo. El psicópata es un seguidor del Mal así con mayúsculas. No dudará en ejercer maltrato psicológico para conseguir sus fines, en empequeñecer cualquier logro, en levantar cizaña en cualquier ambiente ya sea laboral, familiar o social. Son personas con un alma atormentada que exigen cariño sin dar nada a cambio, que anulan a sus víctimas hasta empequeñecerlas tanto que, en ocasiones, estas necesitan años de terapia para reponerse.
7.- El seguidor de Maquiavelo o manipulador, para completar la triada oscura
Los otros vértices son el psicópata y el narcisista. El nombre viene del escritor y político Nicolás Maquiavelo quien, en 1513, escribió la obra El Príncipe, un compendio para manipular a los rivales con una sonrisa y sin que se note mucho lo que estás tramando. Con esto ya digo todo lo que puede ser este tipo de personas tóxicas que se agazapan en puestos de poder, en las comunidades de vecinos, en los círculos de amistades y en todos esos emplazamientos donde puedan sacar provecho sin importarles en absoluto qué daño pueden hacer sus acciones.
8.- El adicto a cualquier sustancia ya que envenena con su actitud cualquier ambiente y son siempre personas tóxicas
No vamos a negar que quien está preso de cualquier sustancia o actitud es un esclavo que necesita ayuda urgente, pero esta debe ser solicitada y ofrecida por profesionales. Una persona que entra en la espiral destructora de alcohol, ludopatía o drogas solo puede generar un aire viciado a su alrededor que intoxica a aquellos que, de buena gana, están dispuestos a echar una mano. Y eso sin contar, reduciendo mucho la problemática, que, debido a la adicción, es fácil que caigan en la ira descontrolada y en la violencia física. En los centros de trabajo ya se pone mucho cuidado en apartar a este tipo de personas inmediatamente. En el hogar es necesario pedir ayuda cuanto antes.
9.- El egoísta, el grupo de personas tóxicas más comunes
Las más frecuentes, las que solo piensan en ellas mismas sin tener ninguna patología “grave”. Son individuos que les cuesta trabajo ponerse en el lugar de los otros y que solo miran por su interés. Son difíciles de tratar y expertos en robar energía poco a poco.
10.- El que va de víctima por la vida y toda la culpa la tienen los demás
Son personas tóxicas que achacan al karma una supuesta mala suerte que solo les corresponde a ellos mismos. Incapaces de mover un dedo para superarse o mejorar, todo lo que les ocurre es por culpa de anteriores parejas, jefes, el gobierno o el sistema que rige el Universo. Aunque puede haber un narcisismo solapado en esta actitud, en el fondo subyace una pereza mental patológica que busca en el otro la solución a todos los problemas y la resolución de cualquier tarea por muy sencilla que sea. Están, además, invadidos por una ira descontrolada y un resentimiento profundo hacia el resto del mundo.
Cómo son las personas tóxicas: características generales
1.- Están siempre criticando y diciendo como deben hacerse las cosas
Son maestros en meterse en tu vida y en ejercer juicios de valor sin estar autorizado a ello. Son los que llevan una existencia a todas luces poca afortunada y tienen la solución a cómo debes cortar la hierba del césped. Son tan atrevidos que dan su opinión con una arrogancia que a una persona normal le sonrojaría.
2.- Están situados en una zona de confort perenne
No hacen ningún esfuerzo por salir, por superarse, por resolver, por dar, por soltar si hiciera falta. Su mundo es un lugar concreto (a veces literalmente) donde es imposible que salgan. No se atreven a probar cosas nuevas, a viajar, a estudiar, a embarcarse en rumbos desconocidos. La zona de confort donde el progreso no es posible es, sencillamente, su mundo.
3.- Todo a su alrededor son problemas y más problemas
Y tú no sabes por qué. Pero todo se les vuelve en contra. Quizás porque son maestros en meterse en dificultades. Es imposible que hagan un plan para simplificar la vida.
4.- Las personas tóxicas son quejicas y los culpables son siempre los demás
Si buscan pareja, todas las anteriores han sido terribles. Su familia es poco más o menos que el clan demoniaco. Los socios, jefes o compañeros de trabajo lo han timado. No han sido capaces de hacer nada bueno en la vida. Pregúntate por qué.
5.- A poco que te fijes son perezosas y vagas. No producen nada
Suelen ser maestros (sobre todo los tipos narcisistas y psicópatas) de parasitar de los demás, Siempre son otros los que hacen el trabajo, las tareas de la casa, la parte de esfuerzo que les corresponde. Las personas tóxicas suelen ser indolentes, dadas a perder el tiempo (no digo que les guste el ocio, los viajes o pasar horas con su familia), a no pararse a producir algo que les haga felices. Suelen evadir toda su responsabilidad en los demás.
6.- Las personas tóxicas nunca agradecen aunque le des tu vida a cambio de nada
Este es una de las características más impactantes. Si dicen “gracias” es para que no se les note que son de esta condición. Al no agradecer, no se sienten satisfechos con nada y no disfrutan ni de las mejores cosas o personas.
7.- Mienten y algunos llegan hasta a inventarse una vida paralela
Las personas tóxicas mienten sobre cualquier cosa aunque sean nimiedades. Es frecuente que se inventen hechos o circunstancias positivas ni que por asomo forman parte de su vida. Hay quienes llegan a montar todo un tinglado paralelo de mentira a su alrededor.
8.-Las personas tóxicas se meten en tu vida sin que le des permiso juzgando a diestro y siniestro
Son maestros a la hora de ver tus debilidades. Los asimilan y se meten en tu vida juzgándote constantemente y haciéndote sentir mal. Es en este preciso momento cuando debes trazar una frontera entre ellos y tú. Nadie tiene derecho a hacer que te sientas mal. Si lo hace, aunque sea con buenas palabras, es porque algo pretende de ti. Normalmente la intención es desvalorizarte para, a continuación, sacar provecho. ¡No dejes que te roben tu luz!
9.- Las personas tóxicas se enfadan con mucha facilidad y son propensos a la ira, a vocear y a la violencia
Si quieres dar tu opinión, expresar como te sientes, manifestar que te está haciendo daño su reacción es vocear, insultar, manejar la ira (psicológica o, peor aún, física). En casos extremos llegan a la violencia. Si ves que la ejerce con alguien ajeno a ti, no dudes que, más temprano que tarde, la va a realizar contra ti. ¡Aléjate en cuanto puedas! Incluso si es alguien de trabajo, vete cuanto antes. Búscate otro empleo aunque esté peor remunerado. Este tipo de personas tóxicas son peligrosas y envician cualquier ambiente.
10.- Consideran que se les falta el respeto con actos que son nimiedades
Si son maestros en agredir psicológicamente y espiritualmente a los otros, ellos se sienten dañados por tonterías. Cualquier gesto puede ser interpretado como una ofensa irreparable y tú te quedas totalmente descolocado porque sientes, de corazón, que no ha sido para tanto.
¿Qué poder ejercen sobre ti las personas tóxicas?
1.- En el trabajo, sobre todo si son superiores, jefes o clientes, pueden llegar a tal carga mental que desarrolles el Síndrome de burnout. Es tan grave que sentirás no poder afrontar tareas sencillas.
2.- En el hogar pueden llegar al maltrato psicológico con todas las consecuencias tan terribles de este hecho. Suelen ser personas expertas en herir la autoestima.
3.- Suelen infectar cualquier relación con negatividad y estrés.
4.- Las personas tóxicas generan confusión allí donde van. Sientes que tu energía vital se apaga y, aunque tu vibración sea la del amor y la entrega, te ves arrastrado hacia el miedo sin saber por qué.
5.- Cuando la persona tóxica es tu pareja o está en tu familia cercana, puede herirte psicológicamente de por vida incluso. Va a ser tanto que necesitarás ayuda para salir de esta situación. La buena noticia (siempre la hay) es que vas a salir y además con un brillo más fuerte del que tenías.
6.- La confusión y el miedo que generan a su alrededor es tanto que puedes tomar decisiones importantes de manera equivocada simplemente porque te ha guiado esos mandatos inconscientes anidados por las personas tóxicas.
7.- También son expertos en envenenar el resto de relaciones que tengas con otras personas maravillosas que se alejan al verte inserto en esa negrura.
9.- Son, en definitiva, expertos en desbaratar vidas por diversos medios.
¿Cómo debes actuar para que las personas tóxicas no te influencien?
1.- Lo único que puedes hacer es alejarte. ¡Así sin más! Este tipo de personas no cambian nunca. Solo algunas se dan cuenta de lo que son y, por las razones que sean, piden ayuda. Incluso si se trata de tu familia lo mejor es poner distancia (cuanto más mejor) para que no te envenenen más. Una vez que tienes identificado qué es lo que ocurre es más fácil resistirte a bajar a su vibración.
2.- Haz terapia detox mental. Cuídate, mímate y ten siempre presente los límites. Cuanto más te ames de manera sana y más alegría atesores, menos daño te pueden hacer este tipo de personas.
3.- No te lo tomes como algo personal. Recuerda siempre que hieren con palabras y que mienten. Eso que estás diciendo de ti no es verdad. Es su envidia y su veneno el que sale de su boca.
4.- Practica el perdón. Sabemos que es difícil pero también se aprende. Es la única manera de que estas personas no jueguen contigo y seas tan fuerte como pararlas con tu luz.
Y, por último, recuerda siempre: si no puedes, abandona. Esa no es tu guerra ni ninguna otra.
Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla