Madre narcisista = familia tóxica

Madre narcisista = familia tóxica

Así son los mecanismos que una madre narcisista utiliza para crear una familia tóxica

La mitología y las obras clásicas ya nos mostraron los efectos devastadores de la madre narcisista. Ante un despecho o un desaire no dudaban levantar la mano contra sus vástagos para dañar al padre o resarcirse de una afrenta. Recordemos a Medea (obra cumbre de la literatura griega), quien mata a sus hijos al verse despechada. Ella es el epítome de la madre tóxica que va más allá de una malvada madrastra. No ama a sus hijos. No puede, no quiere o no sabe hacerlo. Para estas mujeres la maternidad, en lugar del camino de amor que nos supone al resto de los mortales esta aventura, es más bien un peaje a pagar por cualquier cosa. Y dentro de ese cualquier cosa está la presión social, el estatus, la apatía, la desidia o cualquier epíteto negativo que quieras poner aquí. 

Este tipo de mujeres tremendamente tóxicas tienen todas las características del narcisista y, a veces, del psicópata. Si eso no fuera suficiente, su peligro es aún mayor porque ejerce su reinado (tiranía más bien) dentro de las cuatro paredes del hogar sobre seres tan indefensos que necesitan a los adultos de forma extrema. 

Características de una madre narcista

1.- Solo se aman a ellas mismas y no saben qué es la compasión

Esta es su principal característica y germen de todas las siguientes. El mundo gira alrededor de ellas, de su supuesta belleza, de su autoproclamado buen hacer, de sus deseos y hasta de sus caprichos. Siempre tienen una opinión de todo y la imponen a la fuerza sin interesarse por el daño que sus palabras pueden generar en los otros y, si hace falta, con gritos y/o violencia. Eso crea en los pequeños un estado de estrés continuo y una inseguridad patológica porque no pueden prever la reacción de la madre. 

2.- La madre narcisista tiene un ego tan grande que quiere estar sobre un pedestal

Algunas de estas mujeres, incluso, lo reconocen cuando se habla con ella. Pueden contar una mala experiencia (amorosa, por poner un caso) y, al narrarla, se les escapa esas palabras: “Me tenía sobre un pedestal y me tiró por el suelo”. “Me decía divina y me abandonó”. No soportan que el otro haga su vida o tenga una opinión distinta a la de ella. Por si esto no fuera poco, cualquier gesto del otro que no es de su agrado será considerado como una afrenta terrible difícil de reparar.  

3.- Ejerce su tiranía de forma diferente si tiene varios hijos 

A simple vista puede parecer que tiene preferencias por alguno de ellos. Eso es solo una fachada (algo que cuidan bastante bien todos los narcisistas). En el fondo, estas mujeres no aman a nadie y sencillamente asignan un papel a cada uno de ellos de acuerdo con sus intereses. Su objetivo es que el núcleo familiar no esté conexionado para así ser ella el supuesto pegamento que repara todos estos corazones roto.  

4.- La madre narcisista por norma general tiene envidia de las hijas

Así sin más y, por tanto, boicoteará cualquier iniciativa de las niñas. Se las apañará para no reconocer los méritos de las pequeñas, para impedir su progreso, para recordarles constantemente lo mal que lo hacen todo el tiempo. De muchachas estarán sometidas a todo tipo de comparaciones, coacciones y estrés. Lo que ella desea o necesita (incluso si es importante) no será tenido en cuenta y, por contra, cualquier comportamiento deberá tener la aprobación de la madre o de lo que esta cree que debe ser y es bueno para el papel social que desempeña.  

5.- Es una déspota impredecible

Es una crítica cruel y despiadada que no mide sus palabras y que está instando constantemente a sus vástagos a demostrar supuestos logros impuestos por ella. Ese demostrar puede ser cualquier cosa y, además, es imposible preverlo. Lo hace sutilmente, por lo bajo, cuando no haya peligro de ser juzgada de sus actos por un ajeno. Sus hijos van creciendo con toneladas de creencias falsas, erróneas y perjudiciales sobre ellos mismos que coarta su felicidad. Esto imposibilita cualquier desarrollo personal sereno y la consecución, por tanto, de la felicidad. 

6.- No apoya a sus hijos en nada porque para ella estos logros no son nada

Aunque estos sean conseguir el Premio Nobel o el reconocimiento internacional por cualquier acción. Nunca es suficiente para estas madres. Su sed ególatra no se apaga nunca. 

7.- De puertas para afuera la madre narcisista se comporta de manera “perfecta”

Por eso es tan difícil detectarlas. Esto también contribuye a la soledad de los vástagos más afectados por su ira y crueldad. Nadie los cree. No pueden decir a un extraño que esa mujer perfecta, a los ojos de los demás, ejerce tal tiranía dentro del hogar. De las garras se sale de niño simplemente si es extremadamente indolente y los pequeños están abandonados. De adultos se va a necesitar terapia para conseguir dejar atrás este daño. Algunos están instalados en una peligrosa zona de confort de la que les cuesta muchísimo salir. El siguiente paso (la superación del miedo) es tan dificultoso que, en un porcentaje bastante amplio, no logran zafarse de este yugo nunca. 

8.- No dudará en arrastrar a sus hijos a la locura o a la dependencia

Tal cual y, además, se presentará ante los demás como la salvadora de los desmanes de sus vástagos, como la víctima de la incomprensión de sus hijos. Afortunadamente, al día de hoy, son mayoría los psicólogos y agentes sociales que saben con certeza que, tras actitudes destructivas en la infancia y/o adolescencia, hay una familia disfuncional en cualquier sentido.  

9- La madre narcisista se las apañará para que sus hijos no alcancen la libertad

Para ellas eso es una afrenta. Por eso, se las arreglará para que sus hijos o bien no abandonen el nido o bien no sepan cómo manejarse en el mundo de fuera, en el que tienen que hacer valor todas las herramientas emocionales de las que dispongan. Estos pequeños criados por mujeres tóxicas se pierden emocionalmente con las relaciones. Son extremadamente serviles (repitiendo los patrones aprendidos con la madre) y su inseguridad les lleva a ser desconfiados y miedosos ante cualquier reto vital.  

10.- Si se lo permiten, extenderá su reinado a nietos y otros familiares

Todo sea por su gloria. Por eso, seguirá ejerciendo los mismos comportamientos con todos los niños del clan. La única manera de parar y cortar este daño es poniendo a salvo a los peques de su influencia. 

11.- La madre narcisista es tremendamente infeliz 

Por eso se empeña en hacer tanto daño. No sabe dónde está la tranquilidad, la serenidad, la dicha. Sus actos, en el fondo, son un mecanismo de compensación. Solo el adulto que logra entender, comprender y perdonar a su progenitora de todo corazón es el único que se libra de los efectos de una madre tóxica para siempre. Así rompe el círculo con sus hijos liberándolos de esta crianza que, de una manera u otra, se trasmite de generación en generación.  

12.- Es una maestra del camuflaje y es difícil reconocerla

Es complicado ponerle esta etiqueta: madre tóxica porque se empeña en dar una de cal y otra de arena. Los hijos se han acostumbrado a su comportamiento y creen que la vida es así. Además, se las arregla y se preocupa por no dejar ver su verdadera esencia y carácter.  

Y antes de llegar al número 13, considerado de mala suerte en la cultura occidental, rematamos (aunque no son todas) las características de la madre narcisista. El pequeño que ha llegado a tal familia tiene muy difícil su empoderamiento y solo de adulto es capaz de reconocer que ha sido criado en el ambiente hostil de una familia tóxica. Las más de las veces acaban reconociendo y aceptando este bagaje familiar tras superar cuadros gravísimos de ansiedad, enfermedades psicosomáticas, depresiones recurrentes, maltrato psicológico dentro de la pareja, acoso en el trabajo y un sinfín más de calamidades. Hasta que ese adulto no sane esa relación tan tóxica con la madre no logra levantar cabeza (en todos los sentidos del término) para encauzarse en una vida feliz y armoniosa. En la mayoría de los casos se necesitará ayuda o acompañamiento profesional. Estas letras son solo una introducción a lo que has podido vivir. Tómalas, por favor, como lo que son: como un estudio de comunicación de una realidad atroz. Y no dudes en pedir ayuda profesional si crees que has sido criado por una mujer que responde a estas características.  

¿Por qué es tan peligrosa una madre narcisista?

Podríamos decir que porque ejerce su tiranía sobre los seres más vulnerables del planeta: los niños, pero hay más. Estas mujeres tóxicas tienen un alto resentimiento con el mundo, con su propia biografía (de la que los pequeños no son culpables) y con ellas mismas. Al ejercer su dominio con seres vulnerables y en desarrollo estos crecen totalmente confundidos y generando problemas de ansiedad entidad. Si la falta de autoestima los va a llevar a caer en otras relaciones tóxicas, a sufrir acaso en el trabajo o bullying en el colegio, de adultos buscarán siempre la valoración ajena. El daño puede ser tal que estos niños lleguen a una edad avanzada casi sin saber qué es lo que les hace felices o qué es lo que sienten ante una situación dada. Estuvieron tan preocupados por la reacción de su madre, por servirla y por cuidar que no se enfadara que así se comportarán de adultos.  

Los hijos de madre narcisista llegarán a la adultez arrastrando, a veces, problemas gravísimos más allá de una baja autoestima (por si esto fuera poco). Es normal que sean incapaces de mantener parejas estables o formar su propio núcleo familiar con cierta normalidad. También existe un porcentaje alto de caer en adicciones de todo tipo. La ansiedad con la que han crecido les ha llevado a buscar refugio en paraísos artificiales. Además, es complicado acabar los estudios con normalidad y/o elegir una salida universitaria a gusto (en el caso de que la madre narcisista considere que estos les “va bien a ella”).  

Que tu madre narcisista no te haga más daño

Ya se está trabajando con este tipo de madres en algunos ámbitos. Los investigadores y servicios sociales han comenzado con las más indolentes: las que por su situación social dejan abandonados prácticamente a sus hijos. Hay que recordar que este tipo de mujeres no tienen por qué descuidar el cuidado básico, la alimentación o el acompañamiento social mínimo de sus vástagos. En Occidente, las más de las veces este tipo de madres tóxicas cumplen esta función. El problema llega con el maltrato psicológico constante que ejercen sobre uno o todos sus vástagos.

Cómo salir de una familia tóxica

Un pequeño solo tendrá esa oportunidad si el abandono es tal que medien los servicios sociales. En ocasiones, y a pesar de la tristeza del asunto, es la única solución para estos niños dejados a su suerte por sus madres. La mala noticia es que esto solo aparecer en casos extremos en los que se mezclan violencia física evidente, drogas y otras adicciones, falta de recursos económicos básicos o pérdida de la escolarización. 

Lo normal es que el hijo de la madre narcisista se tope con esta dura realidad ya de adulto y, a veces, siendo bastante mayor. En estos casos, hay que aceptar la situación y ponerle nombre. Es duro y complicado reconocer que te crió una madre narcisista incapaz de un gesto de amor, pero es necesario hacerlo por el bien de esa persona herida y por la familia que quiera crear.

Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla 

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