El secreto de una vida sana está en cuidar cuerpo y mente de una forma equilibrada. La mejor prevención de enfermedades es proteger nuestro organismo y mantener el equilibrio emocional y ambos aspectos nos llevan hasta las infusiones.
El poder de las infusiones para una vida sana no es un descubrimiento nuevo, tampoco es una moda ni una tendencia de los que apuestan por una vuelta a la naturaleza, sino que tenemos que remontarnos al principio de los tiempos. Las plantas curativas las han utilizado las culturas más antiguas y la milenaria medicina china sigue apostando por las infusiones como el mejor método para mantener la salud.
Recurrir a la tradición para recuperar el bienestar que nos roba la vida moderna no es una pose que responda a una tendencia del momento, es casi un acto de rebeldía utilizar los remedios naturales en lugar de los fármacos convencionales. Y la combinación de ambos tratamientos es ya un acto de inteligencia que no admite extremismos. Colocamos las infusiones en un lugar privilegiado en nuestra búsqueda incesante de una vida sana.
Qué es en realidad una infusión
Las infusiones están ya lo suficientemente popularizadas como para encontrarlas en todos los hogares, pero no todo el mundo sabe lo que es realmente una infusión y cómo se prepara. Por eso muchas personas creen estar tomando una infusión de té verde, de manzanilla o de tila cuando en realidad se están tomando una tisana. La diferencia entre la infusión y la tisana se encuentra en el agua.
Para obtener todos los beneficios de las plantas curativas en infusión el agua no debe hervir, sino utilizarla justo antes del primer hervor. Si dejamos que hierva, lo que nos estamos tomando será una tisana y puede que estemos eliminando algunas de las propiedades de la planta que queramos consumir. A continuación hay que tapar y dejar reposar unos minutos, un tiempo que depende de cada planta. Aclarado el principal aspecto sobre la infusión, pasamos a otra de las eternas dudas sobre este tipo de bebidas.
¿Bolsita o hierbas? Muchas infusiones como la manzanilla, la menta o la tila la podemos adquirir en cualquier supermercado, pero para conseguir otro tipo de infusiones debemos acudir a un herbolario y en la mayoría de las ocasiones lo que nos venden son las hojas ya secas y trituradas de la planta. Algunas personas piensan que es mejor utilizar directamente la planta porque las bolsitas pasan por un largo proceso desde la recolecta hasta la venta en el que pueden perder algunas propiedades, pero lo cierto es que la bolsita es mucho más cómoda de usar y puede marcar la diferencia entre tomarte o no la infusión que necesitas.
Cómo pueden ayudarte las infusiones para una vida más sana
Dolores de cabeza, insomnio, nerviosismo, mareos, problemas estomacales, gripes, catarros, problemas circulatorios, retención de líquidos...son solo algunas de las dolencias frecuentes que podemos solucionar con infusiones. Lógicamente no sirve tomarse una sola infusión para que desparezca el malestar, sino que el verdadero poder de las infusiones se basa en el hábito, en la costumbre de tomarte una taza de infusión de menta cada día después de las comidas para prevenir problemas estomacales, por ejemplo. Las infusiones nos pueden ayudar a mejorar nuestra salud, pero más que destinarlas a eliminar un problema, podemos tomarlas como el mejor método de prevención.
Además de las propiedades específicas de cada infusión, la mayoría son depurativas, lo que hace que nuestro organismo funcione correctamente y se eliminen las toxinas. Muchas de las infusiones que tomamos también son antioxidantes que previenen el envejecimiento celular y refuerzan las defensas. Con el sistema inmunitario protegido y con el organismo funcionando a pleno rendimiento, la mejora en la calidad de vida se nota considerablemente.
Las 5 mejores infusiones para la salud
Es muy difícil elegir de entre la gran cantidad de plantas curativas cuáles son las mejores infusiones, las más beneficiosas o las que más nos ayudan a mantener un estado óptimo de salud. Pero nos quedamos con 5 de ellas por sus múltiples propiedades que las convierten en algo más que una infusión, en auténticos elixires de la vida sana.
1. Rooibos
Aunque mucha gente cree que es un tipo especial de té, el Rooibos es una leguminosa procedente de África con infinitos beneficios para la salud. La popularidad de esta infusión crece cada día por sus propiedades y por sus escasas contraindicaciones, siendo una de las pocas infusiones que se recomiendan sin problemas para las embarazadas. El hecho de que no contenga teína ni cafeína la hace ideal para tomar a cualquier hora del día.
Entre las propiedades de la infusión de Rooibos destaca su acción antioxidante que retrasa el envejecimiento celular y mantiene las defensas en forma. También contiene vitaminas y minerales, protege la salud bucal y refuerza el sistema óseo. La lista de beneficios del Rooibos es casi interminable y abarca todos los ámbitos de la salud, desde prevenir enfermedades cardiovasculares hasta ayudar en el tratamiento de la diabetes, del hígado graso o la hipertensión.
Por su sabor característico y su intenso aroma, la infusión de Rooibos es muy apreciada para fabricar esos momentos caseros inolvidables que favorecen la relajación y el bienestar. Cuerpo y mente reciben la infusión de Rooibos como un regalo, ya que combate el estrés, mejora la concentración y equilibra el sistema nervioso.
2. Té verde
El té verde se considera una especie de remedio curativo milagroso y sus beneficios se han relacionado en muchas ocasiones con enfermedades tan serias como el cáncer o el Alzheimer. Dejando a un lado su carácter milagroso, no cabe duda de que es una de las infusiones que más nos pueden ayudar a mantener la salud por la cantidad de propiedades que tiene. Conocido y utilizado desde hace milenios por la medicina china, esta infusión no puede faltar en ningún hogar que busque el equilibrio y que practique unos hábitos de vida saludables.
El té verde es uno de los tipos de té que menos teína contiene, por lo que su acción estimulante se reduce y se puede tomar casi a cualquier hora del día sin problemas de insomnio. Desde oriente nos lo presentan como un elixir de juventud debido a sus propiedades antioxidantes, pero hay más. La infusión de té verde mejora la circulación, previene la caída del cabello, ayuda con las digestiones pesadas, es un potente aliado de la salud bucodental y estimula las capacidades cognitivas. Todo un tesoro natural a nuestro alcance.
3. Manzanilla
Pocos son los hogares que no tienen un sobre de manzanilla en su alacena y pocas son las personas que no se hayan tomado alguna vez esta infusión. La manzanilla es el remedio casero para todo y para todos, el remedio de la abuela que se traspasa de generación en generación y que sigue manteniendo su popularidad precisamente porque funciona. Porque la manzanilla es la reina indiscutible de las infusiones y permanece ajena a las modas.
La infusión de manzanilla destaca por sus propiedades calmantes y relajantes, pero también por su acción beneficiosa sobre cualquier molestia gástrica. Tomar una manzanilla antes de dormir ayuda a combatir el insomnio y supone el punto final más relajante para un día intenso. Alivia el dolor de cabeza, evita los gases después de las comidas, es un excelente relajante muscular natural, ayuda a regular el colesterol y reduce el dolor de la menstruación entro otros muchos usos que se le pueden dar.
4. Jengibre
El jengibre es una raíz que se utiliza habitualmente para aderezar los platos más exquisitos, pero cada vez más gente está descubriendo todos sus beneficios en forma de infusión. El poder de la infusión de jengibre ya la descubrió la medicina ayurveda como uno de los regalos que la naturaleza hace a nuestra salud. Su principal beneficio radica en su capacidad para reforzar las defensas, pero hay muchos más.
La infusión de jengibre se utiliza para eliminar toxinas y depurar el organismo, pero también para aliviar la jaqueca, ayudar en el proceso digestivo, mejorar la digestión, prevenir las molestias respiratorias, combatir las náuseas, regular el apetito, reducir los dolores musculares y evitar resfriados y gripes. Esta infusión puede resultar extraña al principio por su característico sabor con un toque picante, pero una cucharada de miel añadida a la infusión hará que el paladar se acostumbre más rápidamente a este elixir delicioso.
5. Jazmín
Pocas infusiones tan deliciosas y con un aroma tan exquisito como la de jazmín. Para hacer la infusión de jazmín se utilizan las flores de la planta y se le suele añadir té verde para combinar y potenciar las propiedades de ambas plantas. El mundo de las infusiones adquiere otra perspectiva en el momento en que pruebas la infusión de jazmín.
Destaca entre las propiedades del jazmín su función calmante, que ayuda a controlar los nervios y mantiene alejados los trastornos de ansiedad, tan habituales hoy en día. Como infusión imprescindible que es, también es diurética, evita la retención de líquidos y favorece los procesos digestivos. Además tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias que alivian el dolor y la tensión muscular, mejora la circulación y es capaz de reducir la fiebre. Por si fueran pocos los beneficios para la salud de la infusión de jazmín, no faltan los rumores sobre su acción afrodisiaca.
Por Laura Vélez