Llegará un día muy lejano en el que se estudie esta aciaga etapa como la del ruido mediático. Son tantas las noticias y las “últimas horas” constantes varias veces al día que eso está provocando una saturación de datos, informes, contrainformes, opiniones, normas y contranormas que ya no sabemos a qué atenernos. Y ahora le ha tocado el turno a la vuelta al cole 2020 2021 que, a estas alturas, no solo ninguna familia cree que se vaya a desarrollar con cierta normalidad sino que, por si fuera poco lo pasado, tampoco están claras las directrices con las que se va a dar el pistoletazo de salida. Por eso, me he permitido poner un poco de orden en el asunto, quizás llevada por el egoísmo, ya que a mí personalmente también me va a servir estas líneas para tomar decisiones a las que nunca creí tener que enfrentarme. Y, si me lo permite mi humilde lector o mi querida lectora, si a alguien le sirve estas líneas, valdrá la pena cualquier esfuerzo por mi parte.
Los datos a tener en cuenta para la vuelta al cole 2020 2021
Y reconozco que todos ellos están entresacados de la prensa y que no estoy en ningún puesto de poder que pudiera manejar gráficas escatimadas al común de los mortales. Acepto la corrección si me equivoco. Tenemos lo siguiente.
1.- El Covid19 afecta gravemente a mayores de 70 años
Y pasa la más de las veces asintomático, de forma leve o que se puede aguantar la ola para el resto de la población. Bien es verdad que hay personas por debajo de esa edad que pueden tener un riesgo medio o elevado debido a circunstancias personales: obesidad, grandes fumadores, inmunodepremidos… En estos casos, ¿no sería lo lógico proteger al máximo a estos grupos de población y dejar que los demás hagamos nuestra vida con las debidas precauciones? Se ha demostrado, además, que la prevención profiláctica funciona y que la mortalidad en ciertos entornos (lee residencias de ancianos) ha sido aterradora con escenas que deberían obligarnos a todos a hincarnos de rodilla a pedir perdón. Dicho esto, ¿no habría que concentrar los recursos y el cuidado añadido en estas personas vulnerables? Y el resto de la población, con las precauciones, reitero, seguir haciendo nuestra vida, incluida la vuelta al cole de los niños.
2.- Aunque las estadísticas no están claras, se baraja la posibilidad de que se infecte un niño de entre 1.000 y 5.000
Esto es, si se siguen las mismas medidas profilácticas que para el resto de actividades, en un colegio de 1.000 niños habrá uno, dos o tres casos. ¿Hay tanto problema en aislarlo y poner en cuarentena a este pequeño y a todos los que han estado en contacto? ¿Va a haber más casos si los niños están haciendo otras cosas como ir al parque, al cine, a la cafetería o al centro comercial… Y no digamos ya el asunto de los jóvenes que pueden montar fiestas de todo tipo con las puertas de locales al borde la legalidad incluso de par en par teniendo cerradas a cal y canto las de su instituto o universidad. ¿Qué es mejor? ¿El descontrol cuando los padres estén trabajando o el orden que supone por sí misma la actividad escolar?
3.- Vamos a más, a los niños apenas les afecta esta enfermedad y los casos diagnosticados han revestido pocos problemas
Por supuesto, a la hora de atender los requerimientos de la vuelta al cole siempre estarán los pequeños con otras patologías o debilidades pero eso siempre los ha habido y siempre los habrá. ¡Desgraciadamente! Como ha habido neumonías, resfriados, gripes e, incluso, enfermedades para las que existe desde hace tiempo una vacuna eficaz como el sarampión. ¿No sería más sensato que se atienda a las necesidades de esta minoría y que el resto pueda entrar en las aulas con cierta normalidad?
4.- Aún se desconoce el papel de los asintomáticos por Covid 19
Las noticias son contradictorias y no se ha llegado a ninguna conclusión pero, al parecer y lo último, es que los asintomáticos no son tan graves como se creía al principio. Voy a más: al principio de la cuarentena se acusó (dolosamente incluso) a los más pequeños de ser súper propagadores inoculando un virus más devastador aún, que es el del miedo y la culpa tanto en los peques como en sus familias. Y de esto último no hay ningún atisbo de evidencia científica. Ya va siendo hora, bajo mi parecer, de que se combata ese estigma por parte de los encargados de la comunicación. Si es así, ¿qué problema hay de que vuelvan a las aulas con sus precauciones (repito) máxime cuando han estado todo un verano realizando las actividades que han querido o podido? Y dentro de estas nos encontramos reuniones con amigos, visitas a abuelos o familiares y bañarse en la playa. ¿Alguien más ve la contradicción?
5.- En otros países de Europa retomaron el curso pasado
Algunos nórdicos (Suecia) ni siquiera llegaron a cerrar, pero otros que hicieron una cuarentena preventiva (pongo el caso de mi amada Portugal o de Austria) retomaron las clases presenciales con apenas medidas adicionales. Que yo sepa no ha llegado comunicación o noticia de que alguna catástrofe se cerniera sobre estos niños. De ser así, ya se hubieran encargado los medios de comunicación de amplificarla a bombo y platillo.
6.- En buena parte de Europa ya se ha producido la vuelta al cole 2020 2021
Y, si no se ha hecho, están todos los requerimientos claros y preparados para hacerse. En Alemania, en Dinamarca, en Austria… ¿Ha llegado a nuestros oídos que haya ocurrido alguna catástrofe entre alumnado y profesorado? Yo, que soy una adicta a las noticias, no me he encontrado ninguna. En estos lugares tendrán su protocolo de actuación por si se detecta algún caso para actuar rápidamente. Por supuesto, no se descartará mandar a nueva cuarentena a grupos, aulas, colegios o el país entero si la situación se descontrolada. En principio, se han atendido a la educación como lo que es: un bien imprescindible y sagrado casi. En España entonces, ¿qué pasa que nuestros niños son más débiles o más susceptibles a la enfermedad que el resto de los europeos? Si es así, me gustaría saberlo y que un científico de verdad (no un comunicador) me explique el asunto.
7.- Los niños se han portado estupendamnete durante esta dura cuarentena
Y ha sido la más larga y restrictiva de Europa. Desde el minuto uno (a pesar de las personalidades y circunstancias particulares) han entendido perfectamente por qué debían quedarse en casa y qué sucedía fuera. Es más, han llegado datos aterradores de condiciones de vergüenza en familias pobres sin recursos para que siguieran la educación online y en situaciones brutales de hacinamiento. Estos niños, con toda probabilidad, no habrán disfrutado de varias semanas de vacaciones en un resort. ¿Vamos a seguir condenándolos a condiciones más duras que algunos presos por crímenes terribles? Y más preguntas: ¿estará todo abierto menos el cole que deberá hacerse a distancia? ¿Qué mensaje estamos mandando a los más pequeños? ¿Acaso que la educación no es tan fundamental como los bares, las discotecas o las cafeterías? Más claves para reflexionar: si han superado la dura prueba de la cuarentena, ¿por qué no van a seguir cumpliendo las instrucciones para la vuelta al cole que se den desde casa o la escuela?
8.- El colegio no es solo espacio de aprendizaje académico sino también de socialización, deportivo y de entrenamiento espiritual o anímico
Y aquí llegamos a un punto delicado que es el equilibrio mental o psicológico de los niños que, de cuajo, han sido apartados de su mundo y rutina. Hay pequeños que viven situaciones muy duras en casa: desde maltratos por una familia tóxica o ninguneos de una madre narcisista hasta tener que lidiar con la ansiedad de los padres por la situación. ¡Y todo ello sin contar la soledad que ya sabemos qué efectos produce! No es nada nuevo bajo el sol. Reconozco que este es mi caso ya que, en casa solo somos mi hija de 11 años y yo. La cuarentena ha puesto a prueba nuestro arsenal de resiliencia cambiando (lo tengo que reconocer) el carácter de mi hija justo en una edad complicada. No todo se basa en la eficacia de la enseñanza online (que la hemos tenido, de forma privilegiada, de manera continua y de calidad) sino en otros parámetros. Con la vuelta al cole hay un reencuentro con los amigos, con el patio, con con la complicidad y la camaradería de sus pares, con su mundo propio que, a veces, no es el nuestro. Dejar más tiempo los niños en casa es arriesgarnos a inocular en ellos las semillas para trastornos sociales y de adaptación en el futuro inmediato.
9.- Los niños necesitan rutinas y el colegio ayuda mucho a ello
Hay un horario pre-establecido que luego es muy fácil de seguir y adaptar en casa con las horas de aseo, sueño o comidas. Sin esas rutinas es fácil caer en la tentación del caos en los horarios, de levantarse cuando quieran y acostarse cuando estén rendidos. El estar encerrados entre los muros de casa, además, propicia el sedentarismo y los enganches a pantallas y consolas. Con ella llega la apatía y el desinterés por otras actividades. Además, la luz que emiten estos aparatos (ya está demostrado) provocan alteraciones del ritmo sueño-vigilia que desemboca en insomnio. Con este llegan los trastornos alimentarios, de conducta, de humor e, incluso, retraso en el crecimiento físico. Habrá familias afortunadas que habrán podido disfrutar de un jardín y de algunas vacaciones en la naturaleza para ponerse al día, pero otras no tanto. Si la vuelta al cole no se produce, ahondaremos en los conflictos de salud de estos niños más vulnerables que no tienen la suerte de disponer de un hogar favorable.
10.- La vuelta al cole 2020 2021 y la educación online
El ser humano a veces se pierde en el bosque porque las hojas no le dejan ver un camino. En los últimos días, el debate se ha centrado en la educación online, que sí o que si no. Incluso los adultos que nos llevamos horas delante de una pantalla haciendo teletrabajo antes de que se hablara de él en los telediarios, reconocemos las carencias de este modelo. En los niños pequeños ya se ha demostrado que, sencillamente, no sirve. ¡Y esos los que han tenido la oportunidad de disfrutar de una pantalla y conexión wifi de banda ancha! Se desconcentran, se desmotivan, se pierden y no saben priorizar las tareas. Esto, en el mejor de los casos, les provoca picos de ansiedad o que pierdan parte de los contenidos. En el peor, nos encontramos aquellos niños que no dejaron un mail en la escuela. Estamos, por tanto, ante el olvido de lo aprendido (si son muy pequeños) o la involución de los conocimientos. En esta situación, nadie me negará que esto es caldo de cultivo para el abandono escolar temprano en un país que ya tiene los índices más altos de Europa. ¿Podemos permitirnos ese lujo a nivel de sociedad cuando, además, somos una de las que tiene los índices de natalidad por los suelos? De lo que pueda pasar a nivel personal a estos chavales que se van desconectando de su formación ni me atrevo hablar ya que será demoledor para su presente y futuro inmediato.
Los problemas a finales de agosto de la vuelta al cole 2020 2021
Soy de natural positiva y me gusta ofrecer soluciones antes que entretenerme colocando más palos en la rueda. Últimamente, y me permito la opinión, parece que hay un buen porcentaje de la sociedad que disfruta con esto último. No pretendo ser exhaustiva pero si habla de los siguiente:
1.- Que las aulas para la vuelta al cole 2020 2021 no están preparadas
Y nos dedicamos a echarnos la pelota unos a otros en lugar de ponernos a trabajar en la medida de nuestras posibilidades, puestos y habilidades. Somos adultos y la coherencias debería ser la norma. Si no queremos aceptar nuestra responsabilidad, tampoco el beneficio que ella conlleva. Si renunciamos a la libertad de decidir, nos tenemos que conformar con lo que nos digan. Si nos negamos a asumir un riesgo mínimo y nos dejamos seducir por la promesa de una vida fácil con la nómina completa a final de mes, no podemos exigir al de enfrente absolutamente nada. Nos convertimos en personas inmaduras que no se hacen cargo de su misión en la sociedad. Que cada uno se lo tome como quiera. Yo reconozco la mía y por eso estoy escribiendo este artículo tan largo. No sé si será muy oneroso concentrar los recursos en poner espacios prefabricados en otros emplazamientos para que los niños puedan estudiar o estoy pidiendo una utopía. Creo que no hay que ser eficaz a la hora de hacer gestiones para poder opinar que hemos tenido tiempo desde marzo.
2.- Los padres que quieren que la vuelta al cole 2020 2021 sea de otra manera
Ya sea por miedo a un contagio (que es mínimo recordemos) y que no pueden aceptar que el riesgo cero en la vida no existe, porque están contaminados con tanto ruido mediático o, simplemente, porque (por convicción interna) creen en otro modelo. Es positivo que se haga este debate y quizás deberíamos aceptar que habrá niños que no hagan esta vuelta al cole por ideología de su familia. Reconozco que lo fácil es mandar y amenazar (con los servicios sociales) pero quizás aquí está la oportunidad para, en un futuro (y no ahora), generar nuevos modelos educativos para nuestros hijos.
Sobre las teorías conspirativas, fórmulas extravagantes o ideas tan estrambóticas que se desmontan en la primera línea no hablo en esta larga reflexión sobre la vuelta al cole 2020 2021. Haré alguna más, ya que desde mi cosmovisión, jamás imaginé que tendría que defender el derecho y el deber de mi hija a asistir a la escuela. Lo he tenido siempre como algo dado e inamovible y aquí estoy rasgándome las vestiduras ante la posibilidad de que una generación de niños y jóvenes puedan perder el tren de su formación académica, personal y espiritual, la misma que, no solo ellos, sino el conjunto de la sociedad necesita.
Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla