¿Cuántas cosas, verdad? Si esto es un pueblo de menos de 2700 almas humanas que del resto del reino animal, por suerte, es mucho más rico, ¿qué no serán las montañas de alrededor? ¿O el cielo estrellado libre de contaminación calificado como Reserva Sartlight? ¿O de esa campiña de trigo segado en verano donde afloran aquí y allá ruinas romanas testigos de un pasado con otro esplendor? ¿O de caminos donde perderse entre minas abandonadas, castillos que a duras penas se mantienen en pie y ermitas al final de un sendero minúsculo? Sencillamente Guadalcanal, como la vecina Cazalla de la Sierra (que ya hemos dedicado un artículo) es el sitio ideal para los amantes de la naturaleza y cuando digo naturaleza no solo me refiero a montes, ríos o animales, también a cielos estrellados.
Sierra Morena, uno de los mejores sitios para ver las estrellas de Europa
Porque toda la Sierra Morena sevillana está calificada como Reserva Starlight con el aval de la Unesco. ¿Y esto qué es? Sencillamente, emplazamientos que, por su claridad a la hora de observar estrellas, meteoros o fases lunares, se convierten en destino de un creciente turismo astrológico, apto tanto para familias con niños pequeños como para frikis de cualquier tipo. Las luces doradas de Sevilla al atardecer se encuentran a 150 kms, las de Mérida, capital de Extremadura, a 120 Kms y las de Toledo a más de 390 kms. Si a eso unimos una sierra despoblada de personal humano (con la excepción de Cazalla de la Sierra y los pueblos circundantes de San Nicolás del Puerto, por ejemplo), un terreno que no recibe apenas polvo (como puede ser en algunos puntos de Andalucía “contaminado” con las tormentas del Sahara) y condiciones atmosféricas (sobre todo en verano) favorables podemos disfrutar de una auténtico lujo hoy en día: un cielo estrellado.
Porque en algunos lugares de Guadalcanal, sobre todo en fincas o casas insertas en el Parque Natural, aunque haya que recorrer un camino de tierra para llegar a ellas, se puede disfrutar no ya de una lluvia de estrellas sino del camino que forma la Vía Láctea. La Osa Mayor o Menor se ve con la misma claridad que en los libros de astronomía y eso tan cerca que la autopista más cercana se encuentra a poco más de 60 kms. Vale que ya sé que no nos gusta salirnos de los dobles carriles, pero a poco que te invada el espíritu aventurero te vas a encontrar con unos paisajes que se te van a quedar impregnados en la retina y en alma por mucho tiempo.
¿Qué ver y hacer en Guadalcanal y alrededores? 12 ideas para todos los gustos
Venga ya hemos visto las estrellas y los bosques de encina y alcornoques. Nos hemos relajado y ahora, ¿qué? Pues ahora mucho porque Guadalcanal se sitúa en todos los límites posibles: entre Andalucía y Extremadura, entre la montaña y la campiña, entre Sevilla y Badajoz, entre los restos artísticos y los espacios naturales con grandes capacidades. Apunta que hay mucho más.
1.- Ermita Virgen del Ara en Fuente del Arco
Situada en lo más alto de la Sierra con un acceso estrecho por carretera pero admisible. A su alrededor se despliega todo el bosque mediterráneo del que se puede disfrutar también en los merenderos alrededor, pero lo mejor está pasando la columnata de arcos blancos de la fachada. Aunque los calificativos son exagerados al compararla con la Capilla Sixtina de Roma (y sinceramente no tiene nada que ver) sí es un buen ejemplo de la pintura al fresco barroca de esta parte de mundo. Os recordamos que estamos en Andalucía y la Sevilla secreta que tanto gusta a propios y extraños, que queda muy cerca, está abarrotada de iglesias con esta línea artística. Ni que decir tiene que la ermita es bella por muchas razones: por su estilo rústico, por la profusión de su decoración y por el entorno en el que se encuentran.
2.- Visita a la mina de la Jayona al lado de la Ermita del Ara
Los más movidos seguramente querrán investigar por la mina abandonada (por el hombre) de la Jayona. La visita es guiada (reconozco que soy demasiado salvaje y que no me gustan mucho) y de interés para toda la familia por los procesos geológicos (una falla), biológicos (plantas que han colonizado el interior) y zoológicos (animales que han hecho de sus huecos un hogar seguro). También se aprende de las condiciones (infrahumanas a veces) en las que se trabajaba hace cien años.
3.- Ruinas romanas de Casas de la Reina y su festival de teatro en agosto
Para mí han sido todo un descubrimiento. En medio de una campiña llana segada de trigo en verano se alzan las ruinas de lo que fuera un teatro romano aún en uso con un festival en verano. Recuerda que la publicidad de estos eventos se realiza desde el vecino pueblo de Reina (en Extremadura). Queda por excavar toda la ciudad que previsiblemente había alrededor de un teatro tan grande.
4.- Paseos por la vecina Llerena
También en Extremadura y con un patrimonio artístico notable que se desperdiga entre sus casas encaladas de blanco, pero eso para otro día que este artículo está quedando muy largo.
5.- Sierra de Cazorla con Cazalla de la Sierra como capital de la zona
Y de la capital del licor de guindas a la que se accede en tren a través de una estación fantasma también hemos hablado. Puedes acercarte en un salto a Cazalla de la Sierra para disfrutar de su Cartuja aún en pie o de sus calles inundadas, en primavera, con el color del árbol del amor (o de Judas según otras denominaciones que los besos pueden ser de muy diversa índole y no va ironía en ello).
6.- Senderismo por el Cerro del Hierro
Otra antigua explotación minera abandonada que se ha convertido en destino turístico no solo por el impacto de su fuerza visual sino porque se ha transformado en una zona de ocio para toda la familia con mesas para hacer picnic y un sendero con tablas adaptado incluso a los carritos de rueda.
7.-Castillo de Alanís
Es el pueblo de al lado de Guadalcanal y su castillo (aunque muy desmontado y desaprovechado) se ve desde la carretera.
8.-Senderismo desde Guadalcanal al Cerro de la Capitana
Es una de las rutas clásicas aunque no aptas para todas las piernas. En la Capitana hay un observatorio (¡no podía ser de otra manera en una Reserva Starlight!) y se puede acceder a pie previo recorrido de los cinco kilómetros de ida y otros tanto de vuelta hasta llegar al punto más alto donde se sitúa el mirador. Eso sí, las vistas hacia arriba (de noche) o hacia abajo (de día) compensan con creces el esfuerzo de atletas de élite que hay que desarrollar para hacer el camino. La ruta se conoce como el Sendero del Viento.
9.-En busca de las migraciones de aves
Toda la Sierra Morena es lugar de paso de patos, ocas, cigüeñas, golondrinas y otras aves que cruzan su particular autopista desde Europa a África de ida y vuelta. Con unos prismáticos adecuados y situándose en los sitios marcados al efecto (que ya se conocen con exactitud) se puede disfrutar de esta auténtica Operación Salida y Operación Retorno de los cielos.
10.- Aquí también hay setas que se pueden recolectar
Las familias más andariegas seguramente se van a apuntar a la recogida de setas o la búsqueda de castañas nada más llegar el otoño. Y tú, ¿qué dices? ¿Pones un comentario y te aviso cuándo está el campo en todo su esplendor para este menester?
12.- Perderse por el campo a caballo
Si no quieres caminar siempre, la experiencia sobre un equino, con un 100% de probabilidades, va a hacer que recargues las pilas para mucho tiempo.
Finca La Herencia, un alojamiento rural en Guadalcanal que tiene estas actividades y más
¿Y dónde me quedo? Seguramente esta será tu pregunta. No te apures que, como en el caso de la peculiar aldea de El Rocío, situada en Doñana, te muestro el mejor sitio para quedarte. Se trata de la Finca La Herencia, enclavada en el parque natural pero a tan corta distancia del pueblo que Rafael, el alma del lugar, no duda en coger la moto para ir a comprar en un plis plás lo que haga falta a los huéspedes que mima con esmero. Es un sitio acorde con el entorno, como nos gusta, pensado para no salir de aquí por las posibilidades que tiene y por la animación tan especial que los dueños dispensan a los huéspedes, especialmente a los pequeños. Desde su particular observatorio sobre la Sierra podrás disfrutar tanto de las Perseidas como de un eclipse de Luna. Y caballos, burritos y ponis de La Herencia están encantados con chicos y mayores. ¡Y eso sin contar que aceites, huevos, tomates… son de producción propia y a disposición de desayunos, comidas y cenas!
Y aún queda mucho más porque, ¿cómo sustraerse al placer del aceite de oliva virgen y todo su proceso? ¿O al silencio? ¿O a un cuentacuentos en esta casa rural? ¿O a una fiesta a propósito de cualquier día organizada por esta gente aventurera de corazón noble que sabe lo que es la alegría sencilla? Es casi imposible.
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Fotos y texto por Candela Vizcaíno