Qué ver en Brujas en un día o más

Que ver en Brujas

Que ver en Brujas

Candela Vizcaíno

 

Poner un pie en sus calles adoquinadas es regresar a un mundo (ficticio lo reconozco) en el que la vida parece transcurrir dentro de una caja de bombones. Y en el caso de esta ciudad medieval belga es casi literal porque estos chocolates tienen una especial importancia en su singularidad. Por supuesto, hay mucho que ver en Brujas en un día, tanto que te recomiendo que no te conformes y te quedes más de una jornada y que hagas noche en este emplazamiento que nos remite a las historias de los cuentos de hadas. Tanta es su fama que, últimamente se ha convertido en parada de los cruceros que hacen la ruta del norte de Europa por el lado atlántico arribando en el puerto de Zeebrugge desplazando, en ocasiones, a los viajeros que llegan hasta aquí por tren desde Bruselas. Pero reitero: aunque Brujas, por su tamaño recogido, se puede patear al completo en un día, la ciudad destila tal encanto que merece esa noche de hotel. Sus edificios burgueses en los que no se hace ostentación, a pesar de la evidente riqueza de quienes lo construyeron, se abren a una red de canales que hoy se dispersan dentro del antiguo territorio amurallado de la ciudad. 

Qué ver en Brujas en un día: los cinco imprescindibles 

Tanto el puerto (a más de 25 kilómetros) como la estación de tren están alejados de los puntos centrales, los mismos que nos sumergen en la ciudad medieval detenida en el tiempo. Por eso, ten en cuenta el tema de los traslados antes de planear tu visita.  

1.- El Markt, el eje central que ver en Brujas en un día 

Llegas, del modo previsto, al eje gravitacional de esta bella ciudad con edificios bajos que nos habla de una sociedad burguesa, recogida, rica pero sin aspavientos. Estamos en el Markt o Plaza del Mercado. Rodeada de edificios con tejados en punta, de ladrillo, con ventanas que se abren a la plaza, hoy está repleta de cafés, restaurantes (abundan los italianos), tiendas de bombones y artesanía. Este es el ombligo sobre el que pivota toda la ciudad medieval a igual que antaño. Alrededor de la plaza te encuentras callejones y calles más amplias repletas de tiendas en las que se venden encajes (difíciles de colocar hoy en día en la decoración de gusto occidental), tapicería y objetos navideños clásicos durante todo el año.  

2.- Imposible no ver el Belfort 

Ya que se alza hacia el cielo (buena parte del año cubierto por nubes) abrumando a los paseantes del Markt. Forma parte de una serie de campanarios medievales (este es del siglo XIII) declarados Patrimonio por la Humanidad y que se desperdigan por todo el territorio belga e, incluso, por el norte de Francia. Uno de los más hermosos de su género lo tienes que ver en Gante, otra de las ciudades históricas imprescindibles en tu viaje a Bélgica.  

3.- El Stadhuis, otro edificio que ver en Brujas en un día 

Aunque solo sea para admirar su esbelta fachada de estilo gótico con estilizadas ventanas y tejados en punta extremo. Se puede visitar, a igual que el Belfort y destaca especialmente su salón gótico. Fue construido entre 1376 y 1420 cuando la ciudad se enriquecía con el comercio de la lana, los tejidos y los encajes.  

4.- Un paseo en barco por Rozenhoedkaai  

La mejor manera de empaparse del espíritu de la ciudad es tomar uno de los innumerables barcos (a motor) que se ofertan en alguno de sus puentes y desde aquí disfrutar de la ciudad a través de sus canales. Las casas burguesas, de gremios de artesanos, los edificios civiles y las grandes iglesias (como la de Onze Lieve Vrouwekerk cuyo campanario es el más alto de Bélgica) van desfilando ante los ojos del visitante contemporáneo. Detrás del Ayuntamiento y cruzando el Callejón del Burro Ciego se puede acceder a uno de estos embarcaderos. 

5.- Que ver en Brujas en un día montados en coche de caballo 

Que esa es otra manera magnífica de tomarle el pulso a la ciudad, ya que te lleva hasta el extremo de sus muros, allí donde las casas de ladrillo dan paso a parques repletos de cisnes, molinos harineros y hasta congregaciones religiosas laicas que aún perviven desde el siglo XIII. La parada se encuentra en el Markt y los precios son claramente visibles. 

  • Markt, plaza central de Brujas
    Markt, plaza central de Brujas
  • Parque repleto de cisnes tras el Begijnhof
    Parque repleto de cisnes tras el Begijnhof
  • Belfort de Brujas desde uno de los canales
    Belfort de Brujas desde uno de los canales
  • Paseando por los canales de Brujas
    Paseando por los canales de Brujas
  • Paseando por los canales de Brujas
    Paseando por los canales de Brujas
  • Puente de Bonifacio de Brujas
    Puente de Bonifacio de Brujas
  • Descansando a la sombra del Puente de Bonifacio
    Descansando a la sombra del Puente de Bonifacio
  • Esperando turno de caballos en el Markt
    Esperando turno de caballos en el Markt

Qué ver en Brujas en un día o, mejor con más tiempo: otros cinco magníficos para los amantes de las cosas bellas

6.-  El particular Begijnhof de Brujas 

Este tipo de congregaciones religiosas laicas (a especie de conventos, pero con votos específicos) siguen aún vivos en todo el territorio belga, impertérritos desde el siglo XIII. El de Brujas se encuentra en los límites de la ciudad vieja rodeado de canales, vallado (aunque se puede atravesar su parque arbolado) y en constante silencio. Su iglesia es del siglo XVII y alrededor de ella se levantan casas blancas inmaculadas apiñadas unas con otras. Aunque hoy en día viven monjas benedictinas, se ha habilitado una de estas viviendas para mostrar la particular forma de vida de estas mujeres que vivían una vida religiosa pero sin votos. 

7.- Muy cerca del Beginhof se encuentra la red de canales que mueven los molinos

Otro lugar delicioso para pasear especialmente al caer la tarde sobre los puentes contemporáneos de madera clara habilitados para que se puedan apreciar mejor los antiguos molinos de agua. A su alrededor, se despliegan parques con sauces llorones y cafeterías que ofrecen mesas en el exterior para disfrutar de las delicias locales (cerveza, bombones, pescado…) cuando el tiempo lo permite. 

8.- Museo Groeninge, el más importante que ver en Brujas

Los amantes de la pintura flamenca, con toda probabilidad, no van a querer perderse esta pinacoteca con una buena representación de los primitivos flamencos. No te puedes perder lo siguiente: 

1.- La Virgen del canónigo de Van der Paele (1436).

2.- El Juicio Final de El Bosco desplegado en tres tablas de roble y ejecutado en el siglo XVI.

3.- El tríptico de Moreel de Hans Memling con medidas importantes ya que su destino final era el altar de una iglesia. 

4.- Juicio de Cambises de 1498 por Gérard de David.

5.- Posterior es el Retrato de una familia de Brujas de 1645 de Jacob von Oost el Viejo

6.- El Museo Groeninge también exhibe obras de los artistas de las vanguardias históricas como Serenidad de 1970 de Paul Devaux siguiendo las líneas del surrealismo. También encontramos obras del fauvismo, la estética de los auto denominados “salvajes”. 

9.- El Museo Gruuthuse, otra parada obligatoria que ver en Brujas  

La colección es tan heterogénea que nos encontramos piezas de cristal, cerámica local, porcelana o tapices. El mismo edificio de por sí justifica una visita y perteneció a un recaudador de impuestos enriquecido con las transacciones comerciales de la ciudad. Punto y aparte merece su capilla del siglo XV. También hay que detenerse en su colección de tapices, artesanía (la misma que aún hoy en día forma parte del paisaje de la ciudad) y sus tallas en madera. Sobresale una representación de un joven príncipe que, andando el tiempo, se convertiría en el Emperador Carlos I.  

10.- Con más tiempo hay que visitar el barrio del Noroeste 

Aunque si te has propuesto todo lo que hay que ver en Brujas en un día quizás necesites otra jornada para perderte por esta zona que hoy, como antaño, alberga los talleres de encajes por los que también es famosa Brujas. Se trata de una labor delicada y complicada con bolillos. El movimiento de los distintos hilos siguiendo puntos de aguja va creando una red que conforma los afamados encajes. Aún están disponibles en las deliciosas tiendas de la ciudad, aunque hay que tener un espíritu estético atinado para poder encajarlos en los gustos actuales como sucede con el original damasquinado de Toledo y otras artesanías tradicionales europeas. 

Hoteles en Brujas por si te decides a pasar una noche en este lugar de cuento  

1.- Hotel Duke’s Palace Brugge, el gran cinco estrellas de la ciudad a cuatro pasos literal del Markt y decorado en un suntuoso estilo clásico. El restaurante es parada obligada del personal elegante de la zona. 

2.- Para vivir una experiencia auténtica tienes el Hotel De Castillion -Small elegant family hotel, situado en una de las casas burguesas del centro, con habitaciones bajo techos de madera donde se han instalado bañeras antiguas. 

3.- También en el centro, pero de estilo moderno, son el Crowne Plaza Hotel Brugge y el NH Brugge, ambos de cuatro estrellas y precios más contenidos. 

4.- Hotel de Orangerie perteneciente a SLHW, tiene una decoración abigarrada, suntuosa, elegante y vistas a los canales.  

Sin duda todos y cada uno de ellos, de acuerdo al bolsillo de cada uno, merecen esa noche que nos permita pasar más de una jornada en esta bella ciudad. La idea es, sencillamente, que el viaje se alargue más allá de la idea que llevábamos al principio, que no es más que ver Brujas en una día cuando el cuerpo te pide más. 

Fotos y texto por Candela Vizcaíno 

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