Qué ver en Frigiliana en un paseo al atardecer

Qué ver en Frigiliana

Qué ver en Frigiliana

Candela Vizcaíno

 

Frigiliana una de las perlas de la provincia de Málaga 

El año 711 está grabado a fuego casi en la historia de este pedazo de mundo conocido como España. Entrando por Tarifa los musulmanes hicieron acto de presencia con su cultura a cuestas. La Axarquía, Córdoba, Sevilla, Granada… fueron emplazamientos favoritos para asentarse y construir desde bellos palacios hasta mezquitas únicas. Y un lugar rocoso entre la montaña y el mar encaramado en una ladera también fue uno de los primeros escogidos para disfrutar de esa nueva vida en un lugar que bautizaron como El Paraíso (que eso significa Andalucía). Es la actual Frigiliana, en Málaga, y a la que se accede por una carretera (aunque en buen estado) llena de curvas desde la vecina Nerja. En tan solo un siglo estaba levantado su castillo con un ingenioso sistema para canalizar el agua. 

Alrededor de la fortaleza se fueron agolpando las casas de sus habitantes conformando un entramado de callejuelas serpenteantes. Ni que decir tiene que durante tantos siglos pasaron muchas cosas entre los lugareños (explicadas en parte en una serie de azulejos que te encuentras en esta ruta). Solo anotamos (para entender mejor lo que hoy podemos disfrutar) que de aquí era uno de los últimos reductos de moriscos acantonados entre sus casas que guardaban (con celo casi) sus costumbres y creencias. Porque, en un tiempo, en Frigiliana convivieron no solo la población musulmana sino también la judía junto con la cristiana que iba acaparando tierras y reinos. 

Y ese carácter morisco es hoy el que impregna la casi totalidad de un pueblo blanco encaramado en una montaña. Sus casas de inmaculado blanco contrastan con las puertas añil y las flores que se amontonan en todos y cada uno de los alféizares de las ventanas. Viviendas con huertas y con el sistema de regadío árabe que hoy se han reconvertido, en algún caso, en una maravillosa vivienda contemporánea con piscina dan acceso a calles empinadas con un bonito empedrado no aptas para quienes se han olvidado del gimnasio.  

Todo lo que tienes que ver en Frigiliana cabe en un paseo al atardecer 

Entonces, ¿qué hay que ver en Frigiliana? El pueblo es pequeño y de difícil aparcamiento aunque nada más llegar por la carretera de Nerja te están indicando donde aparcar. Que se queden tranquilos los más vagos porque está a nada del inicio del casco antiguo. Comenzamos el recorrido.  

1.- El casco antiguo es lo primero que tienes que ver en Frigiliana y da comienzo en una escalera adornada con una fuente y un escudo con los símbolos de las tres culturas del Libro. Desde aquí se inicia una caminata deliciosa para deleitarse con la visión de sus casas encaladas, sus callejones escalonados, sus calles empedradas y empinadas, algún que otro gato, muchas plantas refrescantes, rincones al gusto de Instagram y todavía hay más: tiendas de artesanía y galerías de arte.  

2.- Porque el arte, la artesanía y los productos gourmets están presentes en este pueblo. En varias esquinas un artista inspirado ha colocado distintos puntos con autómatas y alguna que otra sorpresa que puedes disfrutar (o no y me niego al spoiler) por una moneda. Puedes encontrar artesanía en cuero, en madera, obras de arte originales y productos gourmets de la zona donde predomina el queso, los embutidos de cabra y la miel de caña con la que se elabora las deliciosas berenjenas fritas que son posteriormente endulzadas. La receta es típica también de otros lugares de Andalucía como Córdoba y no solo de Frigiliana.  

3.- Una visita al conocido como El Ingenio que, en la actualidad, luce casi en ruinas es otra parada obligatoria que ver en Frigiliana. Tranquilos que no hay que buscarlo. Se ve desde lejos y está en la plaza de las Tres Culturas, la misma donde se aparca. Fue este caserón la vivienda de los primeros condes del lugar. La construcción es del siglo XVI reconvertida más tarde (siglo XIX) en fábrica de caña.  

4.- Junto a El Ingenio tienes el Museo Arqueológico o Casa del Apero donde encontrarás usos y utensilios populares así como algunas muestras arqueológicas de todos los pueblos que han pasado por esta bella tierra.  

5.- Los restos del Castillo de Frigiliana que hacen las veces de mirador.

6.- Corretear para arriba y para abajo en busca de las mejores vistas de la Axarquía aunque los miradores están señalizados.  

7.- Una mirada a la Frigiliana cristiana con su iglesia y una fuente que aún está en uso.  

8.- ¿He dicho que Frigiliana es un pequeño paraíso para los amantes de las compras auténticas? Aviso que las tiendas, en temporada alta, suelen estar abiertas hasta altas horas de la noche ofreciendo sus productos a los ávidos de cosas bellas y auténticas. 

Más allá de lo que hay que ver en Frigiliana: datos prácticos

1.- Cómo llegar y aparcar en Frigiliana 

En este punto hay que tomar la carretera que une Nerja y seguir las indicaciones. Una vez en el pueblo no hay que ponerse nerviosos con las cuestas y las calles estrechas a la hora de seguir las indicaciones del aparcamiento. El casco antiguo, donde se apiñan las bellas casas tradicionales encaladas, es peatonal. Tanto es así que en la mayoría de sus calles ni cabe ni puede moverse un vehículo. Todo ello lo hace aún más especial teniendo en cuenta que el pueblo luce de un blanco inmaculado y de una limpieza nivel top. Ten en cuenta también que en temporada alta y fines de semana de todo el año se llena de visitantes ocupando no solo las calles empedradas del casco antiguo sino también lugares de restauración. Por eso conviene reservar con antelación. 

2.- Dónde comer en Frigiliana 

En la plaza de las Tres Culturas  (centro neurálgico de donde salen casi todos los caminos) hay distintos bares, cafeterías y tascas que ofrecen las delicias locales: embutidos de cabra, quesos, aceite, las berenjenas fritas con miel, el cabrito o el cordero. Nosotras paramos en Las Chinas, casi saliendo del pueblo, con una relación calidad-precio-servicio estupenda.  

3.- Hoteles en Frigiliana 

El lugar está de moda y, aparte de algunas casas rurales o de alojamientos en las viviendas particulares, en los últimos años se han abierto varios hoteles originales. El Hotel Rural Los Caracoles es uno de ellos. Está encaramado en la cima  de la montaña y construido al estilo de casas cuevas que le da este curioso aspecto que va a hacer las delicias de los más pequeños de la casa. En la carretera de Nerja se puede disfrutar de la Hacienda Vistamar (perfecto para parejas) con una decoración elegante sin obviar el aire bohemio de la zona. Los que no perdonen la visión del mar pueden elegir Nerja (a apenas 15 minutos) donde se puede disfrutar de su Parador con vistas al Mediterráneo y acceso a la playa en ascensor.  

Más que mucho que ver en Frigiliana, el lugar te invita a sentir, a vivir en otra época en la que se imponía el silencio, el cuidado, lo natural y también el trabajo creativo. Al atardecer se impregna de una luz fantástica y evocadora que hará que la experiencia sea mágica. En ese momento entenderás las razones por las que es uno de los pueblos más bonitos de España y, probablemente, de Europa.  

Texto y fotos por Candela Vizcaíno

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