10 playas de Lagos para todos los gustos

Playas de Lagos

Playas de Lagos

Candela Vizcaíno

 

Entre rocas, acantilados, cielo, mar, arena y la brisa atlántica se van desperdigando las preciosas playas de Lagos tan distintas entre sí que se hace extraño, a veces, que todas ellas pertenezcan a la misma localidad. Antes de llegar a la punta más occidental del sur Portugués (Sagres) y pasando las más conocidas del Algarve central, siempre en dirección oeste, Lagos aún conserva en su casco antiguo ese encanto de los pueblos de pescadores. Eso sí, si echas la vista hacia su caserío te sorprenderán las altas torres de ladrillo que se han construido en las últimas décadas. Aún así, la modernidad convive en armonía con la naturaleza, tanto que cuesta pensar que a tan solo cinco minutos de un bosque de asfalto se desperdiguen calas de postal, acantilados de infarto y playas suaves donde se pueden volar cometas, levantar castillos de arena o dejarse acunar por el murmullo de las olas. Estas son mis diez favoritas y cada una lo es por una razón. 

1.- Meia Praia, una de las playas de Lagos imprescindible para ir con niños

Y a pesar de llamarse así (meia, mitad) es una de las más largas de la zona, tanto que su arenal se despliega hasta la vecina Alvor y hasta una de los lados donde desemboca el Bensafrim, el cual se ha abierto para construir un puerto deportivo donde se da cita la gente guapa al caer la noche. Meia Praia es suave, sin dunas, larga y con las olas justas para que los peques disfruten sin llevarse un sobresalto. Además, está tan acondicionada que cada cierto trecho se han habilitado aparcamientos que te dejan prácticamente en el arenal.  Además, aunque no es comparable con las playas de Cádiz atestadas de chiringuitos, ésta tiene buenos restaurantes que ofrecen las delicias culinarias locales con el mar de fondo.  

2.- Praia da Pinhao al lado del puerto deportivo de Lagos 

Cruzando  Bensafrim, hacia el otro lado y en dirección a esa maravilla de la naturaleza que es la Punta de Piedade, se encuentra otra de las playas de Lagos más conocidas y concurridas: Pinhao. Justo a las afueras de la zona urbana, no solo es una de las más fotogénica por sus acantilados que la guardan sino porque desde ella se ve el famoso puente romano que une dos de los islotes que conforman los maravillosos acantilados que dan fama a todo este litoral abrupto, escarpado y hermoso. Es un poco más grande que las pequeñas calas que se desperdigan a continuación (dirección siempre oeste) y dispone de servicio de restauración y de hamacas. 

Playa de don Camilo en Lagos, Portugal

3.- Don Camilo, la más fotogénica de las playas de Lagos 

Tanto es así que es la cara visible de esta parte de mundo y su estampa recortada entre cielo, mar y arena aparece en infinidad de folletos, imágenes y fotos. La playa en sí es pequeña y no es un sitio apto para pasar el día. Desde primera hora de la mañana es tomada por deportistas de todo tipo que se atreven a bajar (que luego hay que subir) sus más de doscientos escalones en madera con un kayac. Con marea baja puedes, incluso, atreverte a ir pasando por los arcos, puertas excavadas en la rocas y pasos (que el mar ha ido abriendo a lo largo de los siglos) para disfrutar de las playas vecinas. Eso sí, tienes que controlar el calendario de mareas y tus fuerzas. Los más vagos seguro que preferirán un mojito o un café en Don Camilo, el restaurante de playa que se asoma a estos acantilados. 

4.- Doña Ana, otro destino para posar en Instagram

Porque es una de las playas de Lagos colindante con la anterior y del mismo tenor: grutas, cavidades, un arenal pequeño, una bajada considerable y unas vistas que se quedan en la retina por muchos años. Justo al lado tienes un hotel que ofrece servicio de restauración prácticamente durante todo el día con una terraza en la azotea que te ofrece una panorámica distinta de esta parte de mundo.  

 

5.- Praia del Estudiante, una de las playas de Lagos desde la que se ve el puente romano 

Como la de Pinhao, está justo al lado del puerto deportivo con buen acceso desde el pueblo. Aunque se puede bajar a pie y desde allí disfrutar de la perspectiva, recuerda que es uno de los primeros  puntos por los que se pasa en los mini cruceros que van hacia Punta da Piedade y que zarpan desde la marina de Lagos. Es, por tanto, una manera más sosegada y reposada de disfrutar de esta costa cambiante, fotogénica y fascinante a partes iguales. También es una forma sencilla y divertida de descubrir las zonas cuando se viaja con niños que, aunque Lagos sea destino de gente joven deportista, también lo es para el veraneo familiar. 

Vista de los acantilados de Lagos desde el sendero de Punta da Piedade 

6.- Elige cómo llegar a Punta da Piedade, un paraíso para los amantes del mar y la naturaleza

Que llegados a este punto ya toca hablar de la joya de la corona de las playas de Lagos o, más bien, de toda esta parte de mundo: los acantilados de Lagos cuya estrella más rutilante es la Punta da Piedade. Aunque en algunas zonas se han habilitado escaleras, la mejor forma de adentrarse por sus cuevas, huecos en la roca, arenales acompañados por el graznido de las gaviotas es vía marítima. Y la fórmula puede ser en kayac para los más jóvenes deportistas o en alguno de los múltiples barcos que salen desde el puerto deportivo de Lagos prácticamente cada hora. Desde esa perspectiva disfrutarás de esta maravilla de la naturaleza que la hace tan única y especial.  

Por si te has quedado con las ganas, justo al lado de uno de los faros (pon en el navegador “Acantilados de Lagos”) se ha habilitado un aparcamiento gratuito que da paso en unos minutos a un sendero de madera con miradores. Este trayecto puede recorrerse a pie o en bici y se despliega por 44 kilómetros hasta el parque natural de otra maravilla portuguesa: Sagres. Al caer la tarde, la perspectiva de las rocas y el sol escondiéndose entre mar y cielo es, sin duda, sublime (nivel top).  

 

7.- Praia do Carnavial, entre las mejores de Portugal 

Aunque tiene en su contra el difícil acceso que no está acondicionado como otras con escalones de madera. Eso hace que no esté masificada y que el disfrute de su extenso arenal con los acantilados a fondo sea más placentero. Tampoco tiene aparcamiento cercano. 

Praia de Porto de Mos en Lagos, Portugal 

8.- Praia de Porto de Mos, una de mis playas de Lagos favorita  

Eso lo soluciona una de las que más me gustan porque en ella se aúna casi todo para ir con niños. A su extenso arenal se une el acantilado que termina en la llamada Rocha Negra. Con marea baja salen a descubierto planchas de piedra que han sido invadidas por algas de todo tipo formando pequeñas piscinas naturales en las que, a veces, se quedan atrapados algunos peces pequeños. La playa de Porto de Mos aúna todo lo bueno de esta zona: unos acantilados de infarto, agua limpia, transparente y con las olas justas y, además, estos amagos de piscinas que se forma al quedar el mar atrapado entre las rocas. 

9.- Praia do Barranco do Martinho, solo apta para deportistas y aventureros 

Porque el acceso a esta impresionante playa solo es posible mediante un terraplén o a través de kayac. Por eso, si eres de los que no perdonan el gimnasio ni en verano seguro que tendrás fuerzas para llegar hasta su arena bien sea bajando por el camino de tierra (que resbala) o accediendo por mar. Hay otra más fácil y es a través de alguno de los botes o pequeños barcos que salen desde la marina de Lagos. 

Praia da Luz 

10.- En la frontera se encuentra Praia da Luz resguardada por la Rocha negra 

Que me recuerda irremediablemente a la andaluza Nerja con su pueblo de casas blancas, su paseo marítimo con tiendas de ropa y su acantilado negro que cierra la cala y evita que la azote los vientos atlánticos. Es otra de las playas de Lagos a las que puede llegar sin necesidad de ser un deportista aventajado ya que dispone de aparcamiento justo en las escaleras (normales) que dan acceso al arenal. El agua, además, cubre muy poco y es de una transparencia que sorprende. Dispone de algunos restaurantes (aunque un poco caros) con servicio básico de hamacas y, además, caminando por un pequeño paseo marítimo te encuentras algunas tiendas con ropa básica, juguetes o una botella de agua fresquita.  

El Algarve portugués es ese paraíso marítimo para todos aquellos que, en cualquier época del año buscan llenarse la boca con la sal del mar, con el aire de sus vientos y con una naturaleza que, a veces nos pone a prueba de nuestras fuerzas. Las playas de Lagos son tan distintas entre sí que son destino tanto de deportistas dispuestos a enfrentarse al mar con un kayac o para familias tranquilas con niños pequeños. Los acantilados que se rompen en varios puntos conforman esa orografía tan especial, como sucede con la Ría Formosa (otro paraíso sobre el planeta Tierra a un puñado de kilómetros de este), hacen de este litoral destino de veraneo de medio mundo.  

Fotos y texto por Candela Vizcaíno | Doctora por la Universidad de Sevilla

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