Intertextualidad | definición, ejemplos y origen del término

Intertextualidad

Intertextualidad

Candela Vizcaíno

 

Definición del término intertextualidad y algunos ejemplos aplicados a los textos artísticos.  

Antes de poder dar una definición de intertextualidad y estar en condiciones de entender algunos ejemplos, tenemos que bucear en otros términos: texto y discurso.  

Definición de texto, discurso, intertextualidad e interdiscursividad 

1.- Consideramos la noción de texto como la unidad semántica dotada de significado completo  que hace referencia al mundo real o a cualquiera de los mundos posibles.  

“Tanto en un nivel como en otro, el texto ha quedado definido por unas condiciones que tiene que cumplir: completez, sentido y coherencia.” 

Martínez Fernández: La intertextualidad literaria, Madrid, Cátedra, 2001, página 24 

2.- En la misma línea, entendemos por discurso la entidad superior que engloba el conjunto de los distintos textos que lo conforman. Así, el discurso literario será el compuesto por textos literarios, los cinematográficos por textos cinematográficos…

3.- Las relaciones interdiscursivas serían, pues, las que establecen entre sí, y a través de los distintos textos que lo conforman, cada uno de los bloques considerados como discurso (literario, cinematográfico, musical, político, teatral,  publicitario, televisivo…etc.) 

4.- La definición de intertextualidad, por último, abarcaría todas aquellas relaciones que establecen entre sí los distintos elementos del mismo bloque. Las relaciones literarias serían las que organizan entre los textos literarios, las cinematográficas con textos cinematográficos, etc. 

Origen del concepto y definición de intertextualidad 

El concepto de intertextualidad fue propuesto por vez primera por Julia Kristeva en 1967 en un artículo titulado “Bakhtime, le mot, le dialogue et le roman”, sobre las bases epistemológicas de Bajtin, para quien el hombre es un ser polifónico, dialógico, imposible sin otros hombres. A partir de aquí se han sucedido los estudios de diversa índole que, o bien, circunscriben el término a su origen literario, o bien, lo ensanchan hacia un encuadre más cercano a la sociología. 

“El carácter dialógico del discurso (del enunciado) es la base del concepto de intertextualidad. La dialogía establece la relación de voces propias y ajenas, individuales y colectivas […]. El lenguaje es polifónico por naturaleza. Todo enunciado está habitado por la voz ajena. Nuestro hablar es un hablar también del otro. No somos propietarios de las voces que usamos. El lenguaje es una propiedad colectiva. Y en cuanto voces de otros, no nos llegan de forma neutra, sino cargadas, “ideologizadas”, configuradas con intuiciones ajenas, de otros.” 

Martínez Fernández: La intertextualidad literaria, Madrid, Cátedra, 2001, página 53

 

 

Ejemplos de intertextualidad 

1.- La cultura como uno de los mayores ejemplos de intertextualidad e interdiscursividad

Le intertextualidad entendida de una forma amplia es un fenómeno cultural inevitable. Es imposible escribir, estudiar, pensar, imaginar, inventar o crear sin intertextualidad.  

“En su mayor amplitud, la intertextualidad se contempla como una propiedad o cualidad de todo texto, concebido como un tejido de textos; el texto remitirá siempre a otros textos, en una realización asumidora, transformadora o transgresora.” 

Martínez Fernández: La intertextualidad literaria, Madrid, Cátedra, página 10

En definitiva, tanto el creador (en su papel de emisor) como el lector (el receptor) se forman desde una herencia recibida (repleta de palabras, normas de conducta, costumbres, imágenes, relaciones interpersonales y con el mundo de alrededor…) de la que es, prácticamente, imposible desprenderse.

2.- El arte de las vanguardias como ejemplos de intertextualidad 

Hasta el artista más vanguardista, aquél que intenta romper con todo lo dado y se niega a la tradición, está transido de intertextualidad.  Lo hemos visto con los movimientos estéticos rupturistas de principios de siglo XX con el futurismo o el cubismo a la cabeza de la innovación y de la negación de los modelos tradicionales. Sin embargo, es imposible hacer tabla rasa y negar en rotundo el pasado. Sin intertextualidad la comunicación a cualquier nivel no sería posible puesto que no lograríamos descifrar el significado de aquello que se nos dice. En palabras de Lotman (La semiesfera II. Semiótica de la cultura, el texto, de la conducta y del espacio. Madrid, Cátedra, 1988, página 35):  

“Toda obra innovadora está construida con elementos tradicionales. Si el texto no mantiene el acuerdo de la estructura tradicional deja de percibirse su carácter innovador.” 

Por tanto, los modelos anteriores al creador o al hablante forman parte inherente del ser humano, aún en un intento de ser superados o de desprenderse de ellos. Si esto es así cuando se aborda una obra artística desde el rechazo, la intertextualidad se hace evidente y patente en aquellos autores que no niegan la tradición anterior o la huella de las obras que le han conformado. Cuando hablamos de rechazo nos referimos tanto al de la tradición heredada como al del emplazamiento contemporáneo.  

3.-  Uno de los ejemplos de intertextualidad más conocido: Picasso

Es considerado el gran artista de las vanguardias históricas, uno de los máximos representantes del cubismo y, sin embargo, su obra está transida de intertextualidad. Sin este concepto no podríamos comprender la deconstrucción realizada por Picasso a mediados del siglo XX en su serie Las Meninas, a partir del cuadro homónimo de Velázquez  o la huella que la obra del pintor de la corte dejó en algunos lienzos de E. Manet. Estamos afirmando que la intertextualidad es inherente al individuo eminentemente cultural.  

Además, este ejemplo nos sirve para poner otro claro de interdiscursividad (el que se refiere a las relaciones entre los discursos). En el capítulo “En la memoria del tiempo” de la serie de TV de ficción española El ministerio del tiempo, aparecen Picasso y Velázquez cara a cara y ambos reflexionan sobre lo que supuso la creación de sus respectivas obras. El intertexto pictórico abandona su emplazamiento y se inserta en un discurso cinematográfico que no puede entenderse sin las obras y la trascendencia de las mismas de estos dos genios de las artes. 

Si las relaciones intertextuales (a igual que las interdiscursivas) forman parte del ser del individuo intrahistórico, estas se multiplican de manera exponencial y se dotan de una riqueza extraordinaria en la obra del creador consciente. Este es el que, en mayor o menor medida, hace suya la realidad que le envuelve y las posibilidades de creación de los distintos mundos posibles.  

Y, para terminar, al activarse los mecanismos de la intertextualidad nos vemos obligados a recurrir a la pragmática para poder interpretar los textos presentes. También tengo que anotar que, indudablemente, a mayor utilización del proceso intertextual e interdiscursivo por parte del artista, mayor dificultad a la hora de comprender y asimilar el mensaje dado. 

Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla 

Extracto y edición de la Tesis Doctoral Tradición literaria e interdiscursividad en Los sueños de Akira Kurosawa. Espacios simbólicos. Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, mayo de 2009.

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