Guía para adentrarse en Marrakech con niños, consejos mínimos de viaje e ideas divertidas para disfrutar con tus hijos.
¿Visitar Marrakech con niños? ¿No es peligroso? Sí que puede serlo, ¡claro!, como cualquier escapada a cualquier lugar sin realizar los mínimos preparativos logísticos. Aunque hay turistas que rechazan algunos destinos llevados por los prejuicios, el viajero de verdad no se va a guiar por los tópicos a la hora de divertirse con su familia. Por eso tendrá en mente uno de las ciudades más hermosas y auténticas que hay sobre el planeta: Marrakech, en el norte de África.
Marruecos (a pesar de que ha copado las noticias con algún atentado terrible), en general, es un país muy tranquilo y está acostumbrado a acoger visitantes de cualquier punto del planeta. Si bien no es recomendable ir con bebés o niños muy pequeños, si tu hijo ya ha cumplido los siete u ocho años va a disfrutar de lo lindo con una cultura muy distinta a la occidental. Ya sabes que el mejor viaje es siempre con tu hijo.
Precauciones a tener en cuenta si viajes a Marrakech con niños
- TEMPERATURAS EXTREMAS. Durante el verano se rozan los 50º grados centígrados y con esas temperaturas no se puede disfrutar de nada y eso sin contar los riesgos para la salud. Por eso, hay que elegir cuidadosamente las fechas del viaje. Es mejor visitar esta maravillosa ciudad aprovechando los puentes de otoño o las vacaciones de Navidad o Semana Santa. Sigue siempre las recomendaciones y no salgas en las horas centrales del día y, ni mucho menos, te pongas a caminar o hacer algún esfuerzo físico cuando el sol está pegando fuerte. Por supuesto, también es fundamental llevar protección solar, sombreros y/o gorras así como ropa cómoda, fluida y transpirable.
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- AGUA EMBOTELLADA. Se hace imprescindible el agua embotellada y no permitir que los niños beban de los aguadores públicos, como los populares de la impresionante Plaza Xemáa el Fna. Aunque los controles sanitarios han mejorado en los últimos años, estos no tienen nada que ver con la calidad del agua del grifo de la mayoría de los países de Occidente. Cuando se viaja a Marrakech con niños o con ellos hay que ser muy estrictos con el agua que se toma.
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- RESTAURANTES EN RAMADÁN. Aunque en los últimos años la cosa está cambiando por todas las divisas que entran en el país debido al turismo, los restaurantes tradicionales suelen cerrar en Ramadán. Esta fecha coincide con la última luna llena de verano y la ley manda que no se ingieran alimentos mientras luzca el sol. Si lo haces en esta temporada, asegúrate de reservas o que llevas superávit económico para escoger los restaurantes de los hoteles.
Qué ver en Marrakech con niños
Aunque la ciudad, como todo Marruecos, se está posicionando como uno de los mejores destinos para ir en pareja e, incluso, para viaje de novios por el exotismo a ojos del Occidental y su cercanía, los pequeños van a disfrutar con sus contraste. Estas seis ideas van a hacer las delicias de los más peques:
1.- Pasear por la Medina de Marrakech con niños
Teniendo en cuenta estas mínimas precauciones, los niños, sobre todo los creciditos, se van a pasar de lo lindo recorriendo las callejuelas medievales de la medina, curioseando entre los puestos callejeros de los zocos, oyendo la llamada a la oración y asistiendo de primera mano al rezo.
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2.- Se hace imprescindible una visita al barrio de los tintoreros y la Plaza Xemáa el Faná
Esta última es Patrimonio Mundial por la Unesco debido a su particular actividad cultural, con cuentacuentos en vivo y en directo (con tanta gesticulación que se hacen entender para los que no hablan el idioma), puestos de frutas y artistas de todo tipo. La zona donde los tintoreros aún ejercen su oficio como se hacía en Europa en la Edad Media es más que interesante por el conocimiento de una tradición y un oficio casi perdida en otras partes del mundo. De aquí salen los tintes que se utilizan en las ropas y, especialmente, en los objetos de marroquinería que pueblan las numerosas tiendas de la ciudad.
3.- Salir de Marrakech con niños para visitar el desierto y el palmeral
Este último está un poco alejado del centro pero es impresionante como el oasis que es en una ciudad marcada por el desierto. ¿Y qué tal un paseo en camello por el desierto hacia las ciudades caravaneras del Atlas? Ningún niño va a decir que no a esa aventura. En internet puedes encontrar numerosas empresas de confianza que ofrecen sus servicios adentrándose en el desierto en camellos o en vehículos 4x4. La experiencia puede completarse durmiendo una noche en los famosos bivouac, algunos tan lujosos que ofrecen una experiencia de entre los mejores glamping del mundo, que a más de uno se le va a quedar grabada en la retina y en el corazón.
4.- Visitas culturales a Marrakech con niños
Aunque en Marrakech hay parques de recreo infantiles, no se viaja para hacer lo mismo que en casa. Por eso, es importante introducir a los niños en la cultura local con una visita a los Jardines de la Menara, al Palacio de Dar Mnebhi con su museo de arte, la Casa Tiskiwin, una auténtica vivienda marroquí, La Mezquita Koutoubia, con su minarete copia de La Giralda de Sevilla, el Museo Dar Si Said y sus muebles de madera…
5.- La gastronomía de Marruecos que gusta a las familias
El viaje debería servir, además, para que los pequeños tengan la oportunidad de probar la rica cocina local y, si puede ser, acceder a algunos de sus cafés tradicionales. A partir de los 8 o 10 años, ya pueden saborear una (solo una) rica taza de té con menta. ¿Y qué decimos de las elaboraciones a base de tajine? Con este nombre se hacer referencia a un tiesto de barro (que puedes comprar en cualquiera de los múltiples mercados locales) tapado. Sirve para cocinar la carne (de cordero, cabra o ternera) con un poco de agua en el horno. El resultado es una receta jugosa, libre de grasas y saludable. Se suele combinar con el reconocido cuscús.
6.- Alojamientos en Marrakech basados en los tradicionales riads
Y si la familia busca una experiencia inolvidable, puedes reservar una vivienda típica o un apartamento en Marrakech que esté situado en un riad. Con esta opción tus hijos se sentirán como auténticos personajes de las “Mil y una noches”. Estas viviendas tradicionales están realizadas con un patio central como protagonista. Aquí se inserta una fuente, estanque o piscina que refresca toda la casa y la guarda de las altas temperaturas de la zona. Los hay bellamente decorados con azulejos, cojines y muebles de artesanía por un precio más que razonable. Quizás sea una experiencia mucho más agradable cuando se viaja a Marrakech con niños que un hotel convencional.
Sin duda es un destino exótico a ojos occidentales, fácil de llegar y con buenas combinaciones de vuelos desde distintas ciudades de Europa. A poco que organices el viaje con antelación, tendrás una experiencia maravillosa.
¡Lo contarán a la vuelta! ¡Seguro!
Por Candela Vizcaíno