Visitar la Alhambra, la ciudad mora de Granada

Visitar La Alhambra

Visitar La Alhambra

Candela Vizcaíno

  

Paseábase el rey moro        por la ciudad de Granada,

Desde la puerta de Elvira     hasta la de Vivarrambla,

¡Ay de mi Alhama! 

Cartas le fueron venidas      que Alhama era ganada;

Las cartas echó al fuego     y  el mensajero matara.

¡Ay de mi Alhama! 

Con este sentimiento canta un poeta cristiano del romancero viejo el dolor del último rey moro ante la antesala de la pérdida de Granada. Para el ejército que tomó el último reducto musulmán de la Península Ibérica en 1492 la ciudad de La Alhambra era la simbolización perfecta del refinamiento, de la suntuosidad y hasta de la caballerosidad y el conocimiento. La Alhambra fue una auténtica ciudad fortificada, deslumbrante en tierra roja y recogida en ella misma. Desde las torres y miradores se cuidaba de la vasta vega, de la montaña, de las casas blancas apiñadas en el Albaicín… Ese era el mundo de fuera, el que se encontraba más allá de la alcazaba. El de dentro era la Alhambra con sus fuentes, sus salones en yeserías, sus jardines y ese palacio de verano situado en lo más alto conocido como el Generalife. La pérdida de tal lugar solo podía desembocar en lágrimas amargas tal como cuenta la leyenda. Siglos más tarde, el emplazamiento (a pesar de su abandono) hizo las delicias de los viajeros del Grand Tour con Washington Irving y sus Leyendas de la Alhambra a la cabeza seguido por Chateaubriand y El último Abencerraje

Visitar la Alhambra en el siglo XXI  

Levantada durante los reinados de Ismael I, Yusuf I y Mohamed V, el reciento que hoy conocemos ha sufrido modificaciones a los largo de los siglos. La más intrusiva es el Palacio de Carlos V de forma circular y siguiendo un sobrio estilo del primer Renacimiento y la iglesia de Santa María de la Alhambra. Ambos se encuentran en el camino que une la alcazaba y palacios nazaríes con el actual Parador de Granada (antiguo convento de San Francisco) y la entrada a los jardines del Generalife.  

La Alhambra es una ciudad dentro de una ciudad y a ella solo se llega a pie o con transporte público. No intentes alcanzarla con tu coche porque una barrera, como antaño, te lo impedirá. Independientemente de los jardines del Generalife que han merecido artículo aparte, de aquí no te puedes ir sin haber disfrutado de las siguientes estancias (todas ellas, afortunadamente) bien señalizadas.  

La Alhambra 1JPG

1.- Patio de los Arrayanes por donde comienza la visita de La Alhambra. Su gran estanque central tenía en tiempos fines prácticos. Hoy está bordeado de mirtos olorosos y en él se refleja la edificación alrededor con un triple cuerpo porticado en un lado y la fuente que surte la piscina al otro.  

2.- Salón de los Embajadores en un brillante color dorado adornado con yeserías y con un impresionante techo que representa los siete cielos del Islam.  

3.- La Sala del Mexuar de menor tamaño donde se recibía tanto a embajadores como a ministros o  a la población. Se terminó de decorar en 1365.  

4.- La Sala de los Abencerrajes también tiene una construcción simbólica ya que la estrella geométrica que representa alude al teorema de Pitágoras. Fue aquí, según la leyenda, donde el celoso rey Boabil dio muerte a más de treinta miembros de la familia de los Abencerraje mientras celebraban un banquete. Con ellos murió la reina Morayma a quien se le acusó de deslealtad, conspiración e infidelidad. Boabdil, acosado por las tropas cristianas que avanzaban inexorablemente hacia Granada se dejó llevar por las conspiraciones de la corte dando muerte al mismo clan que había ayudado a su padre tiempos atrás. Las crónicas cuentan que las fuentes manaron sangre durante días tal fue la magnitud de la escabechina. 

5.- La Sala de los Reyes se utilizó para banquetes y comilonas debidamente amueblada y decorada suntuosamente. 

6.- La Sala de las Dos Hemanas es la última gran construcción dentro del recinto palaciego de La Alhambra. 

7.- El jardín de Lindaraja con grandes cipreses rodean las habitaciones donde se hospedó Washington Irving y los baños reales desarrollados como los hamman tradicionales con piscinas a distintas temperaturas. 

La Alhambra 4

8.- El Palacete del Partal es la construcción que rodea a los jardines homónimos que se desarrollan a través de estanques y piscinas. En ellos existen construcciones y miradores que se asoman a la vega granadina y al Albaicín. El empuje de los adictos a Instagram es menor en estas zonas. Así que puedes estar con más tranquilidad regodeándote en esta exuberante belleza.  

9.- La alcazaba que es la gran muralla defensiva que rodea a la Alhambra y donde aún pueden verse los cimientos de las viviendas del servicio. 

la Alhambra 3 

10.- El maravilloso y fotogénico Patio de los Leones, la gran maravilla de la Alhambra con su fuente central representando los cuatro ríos del Paraíso y adornado con arcadas y columnas ricas en yesería. En total hay 124 columnas alrededor de un patio cuadrado del que sale por cada uno de sus lados una fuente que desemboca o se se nutre de la central adornada con estos animales (en total son 12) de importante carga simbólica, ya que representan la majestad, el poder y la fortaleza. La luminosidad del patio es tal que es difícil, a veces, abrir los ojos. Y las columnas están dispuestas de tal manera que nos hacen creer que el patio se multiplica y se reproduce, como los ríos de la vida, más allá de sus muros. 

Patio de los Leones en la Alhambra 

Guía práctica para visitar la Alhambra

1.- Junto con el Generalife está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es objeto de deseo de visitantes de todo el mundo sin excepción. 

2.- Por eso, tiene una fuerte demanda que se traduce en dificultad para conseguir entradas. 

3.- Aunque hay empresas que hacen rutas guiadas, los viajeros más libertarios (entre los que me incluyo) pueden hacer la visita por libre. En este caso, lo más sensato es comprar las entradas directamente en la web del Patronato con antelación al viaje. Intentar hacerlo en taquilla es arriesgarse a volverse con la frustración de no haber podido disfrutar de esta maravilla artística. 

4.- Todos los recintos se pueden visitar libremente y sin horario (sí se indica el día) a excepción de los palacios nazaríes que se rige por entradas férreas cada media hora. 

5.- Una vez has pasado por las distintas estancias no puedes volver atrás. Detente todo lo que quieras. 

6.- Existen visitas nocturnas cuya experiencia llega a ser memorable. 

7.- Acuérdate de que el acceso es a pie o en transporte público. 

8.- La Alhambra está adaptada para personas de movilidad reducida.  

Una vez has terminado tu paseo por la Alhambra, última residencia de los reyes nazaríes del antiguo Al-Andalus puedes perderte por las sendas que unen las entradas con el Palacio de Carlos V o el Parador de Granada. Aunque no son muchas, puedes encontrar algunas tiendas con cerámica autóctona que recuerdan los maravillosos azulejos que decoran algunas de las estancias del palacio junto con las puertas finamente labradas, las fuentes de agua cantarina, el uso aromático de plantas autóctonas y los trabajos de yesería que han dado fama a este entorno único en el mundo.  

Texto y fotos por Candela Vizcaíno

 

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