Siglo de las Luces

Siglo de las Luces

 

Con este nombre se conoce al siglo XVIII cuando un grupo de filósofos, intelectuales y artistas abandonan los  principios del Barroco en un intento de dar un cambio radical a la sociedad. El siglo XVIII fue el del empirismo, el del avance de la prensa escrita, el de la creación de la burguesía, el del racionalismo y la comprobación, el del surgimiento del ateísmo intelectual. El Siglo de las Luces comenzó en Gran Bretaña para extenderse por Francia y el resto de países europeos.  En España tuvo una importancia discreta con ideas importadas de exiliados y eruditos. Donde sí arraigó y se profundizó fue en Alemania llegando a su cenit con la filosofía de Kant. 

El presente estudio es solo un resumen de todo lo que aconteció en el plano cultural durante estas décadas entre los períodos barrocos y el auge del Romanticismo literario. Como extracto que es este trabajo solo me detengo en las líneas principales. La época está dominada por la publicación de los primeros tratados científicos, como el Principia (1687) donde Isaac Newton expone la teoría de la gravedad y pone las bases para la posterior mecánica de fluidos.  

El Siglo de las Luces está dominado por la ascensión de una incipiente burguesía que va a ir acabando con las bases del Antiguo Régimen. A la par, la población europea alcanza casi un 70% de analfabetismo. Estas diferencias serán el caldo de cultivo para las revoluciones posteriores. Recuerdo que la Revolución Francesa que acaba con la monarquía absoluta y sus privilegios tiene lugar en 1789 y que la Guerra de la Independencia de Estados Unidos en 1775. El sustrato para esos cambios necesarios en el mundo nuevo se cimentaron con las ideas de un grupo de ilustrados (de aquí su otro nombre) que formaban parte de las elites culturales de la época. 

Antecedentes del siglo de las luces

La Ilustración, tal como también se le conoce a esta época, tiene sus bases en la filosofía, cultura y movimientos artísticos precedentes. Hay historiadores que encuentran esas influencias en el último Renacimiento,  aunque los grandes hitos se desarrollan en las últimas décadas del XVII y aquí sí hay acuerdo entre investigadores.  

Con anterioridad, en Europa se sucedía una guerra tras otra donde se intentaba dirimir derechos de sucesión, fronteras, territorios conquistados, rutas comerciales o ideas religiosas. Todo ello minaba la economía con hambrunas frecuentes y enfermedades terribles que reducían la población drásticamente. Pestes, sequías o asaltos eran frecuentes.  

1.- La cultura anterior al Siglo de Las Luces

Paralelamente, hay un fuerte desarrollo del misticismo. La verdad se quería alcanzar a través de la revelación que, por supuesto,  siempre sería individual. En España recordamos a dos de los más grandes en el panorama internacional:  Teresa de Ávila y Juan de la Cruz.   

Contra esto se revuelven una serie de intelectuales propugnando la instalación de la razón  en todos los órdenes de la vida. La obra de Spinoza, Ética, publicada en 1677 proponía una visión cosmogónica de la existencia. Eso significaba, en esencia, negar casi la existencia de un mundo desconocido, más allá del tangible y natural que conocemos.  

En 1637 René Descartes publica su Discurso del método: para dirigir bien la razón y buscar la verdad en las ciencias. Y  el nombre ya lo dice todo,  ya que se niega cualquier fórmula de alcanzar el conocimiento que no provenga de la comprobación y de las pruebas matemáticas. Las bases del racionalismo estaban puestas y no desaparecerían hasta bien entrado el siglo XX, con el avance del psicoanálisis, el retorno al estudio de los símbolos y el conocimiento sobre los arquetipos universales.  

2.- El orden social que desencadena el Siglo de las Luces

Con todos estos componentes podemos entender que se vaya desarrollando un progresivo ateísmo y una visión antropocéntrica del universo. A la par surge la conciencia de la posibilidad de avanzar por méritos propios (proveniente del auge burgués) y una negación de las instituciones anteriores que eran consideradas oscuras en el sentido amplio del término.

Así se abre la puerta para los cambios políticos de todo tipo, para las guerras o revoluciones que culminan con la independencia de los países colonizados a lo largo del siglo XIX o el derrocamiento de las monarquías absolutas. Se ponen, además, las bases para separar la iglesia de los poderes del estado, a la par que se van creando centros científicos de todo tipo a lo largo y ancho de toda Europa.  

 

Características de la cultura europea en el Siglo de las Luces 

Por eso, entrado el siglo XVIII, el de la Ilustración nos encontramos las siguientes características:  

 

10 características del Siglo de las Luces o de la Ilustración

1.- La razón humana se convierte en dueña y señora del pensamiento. Por tanto, son ilegítimas otras formas de llegar al conocimiento y aquí se engloba desde la mística hasta la tradición antigua. 

2.-  Ni que decir tiene que esto hace que se aparten de la cultura eclesiástica en todas sus formas. 

3.- Solo tiene valor el empirismo,  esto es lo que puede ser comprobado vía razón abriendo las puertas para el método científico. 

4.-  El orden es elevado como bien supremo, fuente de progreso e, incluso, de felicidad. Además es el único que facilita el desarrollo social y económico. 

5.- Lo único que importa es la vida en este plano. Por eso, hay que hacer un intento por mejorarla de múltiples maneras. 

6.- La desvinculación con la Iglesia viene de un desarrollo del panteísmo. Esto es, se defiende un dios natural presente en todas las cosas con quien se puede mantener comunicación sin tener por qué mediar intermediarios. Esto hace que se nieguen los principios eclesiásticos y, por tanto, el poder de la Iglesia. 

7.- Se desarrollan vastas obras de conocimiento cuya apoteosis es la Encyclopèdie de Diderot y D´Alambert, una referencia en el estudio hasta prácticamente finales del siglo XX con el desarrollo de Internet. 

8.- La burguesía en el Siglo de las Luces va a tener un papel predominante desplazando a la clase aristocrática privilegiada aferrada a supuestos derechos de origen medieval. 

9.- Esto conlleva que los centros económicos se desplacen desde las explotaciones agrícolas hacia las incipientes urbes y que la manufactura de los burgos medievales acaben convirtiéndose en novedosos centros industriales. 

10.- En estas circunstancias cada estamento (aunque no puede llamarse así) o clase social intenta consolidar su poder. La fuerte dependencia de la monarquía del clero suponía, en esencia, que los países católicos estuvieran auditados de alguna forma por el Vaticano. Ante esto se pone resistencia. 

 

Otras 10 características más del Siglo de las Luces o de la Ilustración

11.- Paralelamente hay un intento por reducir el poder del clero sobre la enseñanza. 

12.- Las ideas ilustradas del Siglo de las Luces calaron de distinto modo en cada país de tal modo que algunas naciones, como España, aún anclada en conceptos medievales, no lograra asimilarlas a fondo. 

13.-  De todos modos, la Ilustración tenía un fuerte componente universal al negar las naciones y la división territorial. Todo ello como consecuencia de centrarse en el poder del ser humano. 

14.- El que pusieran en entredicho la tradición anterior les hizo  tener un carácter crítico aliñado con los postulados del racionalismo que negaban cualquier hecho o circunstancia que no fuera fruto de la comprobación. 

15.- Su afán por encontrar las reglas presentes en la naturaleza les llevó a negar la genialidad. Se creía que las obras de arte se podían crear siguiendo un canon o unas instrucciones. 

16.- La creencia en el avance del ser humano (por medio de la educación) les llevó a una idealización, ya que negaban cualquier componente salvaje. Habría que denominarlo así porque aún no se había definido el concepto de inconsciente. 

17.- El descubrimiento de las reglas que obran en la naturaleza les hace abrazar la imitación. Con ello se suponía que se alcanzaría la perfección. No tiene nada que ver con la idea de autoridad medieval. 

18.- Es la época de la creación de las grandes academias de las artes y las ciencias. 

19.- Por primera vez en la historia de la humanidad se busca alcanzar la felicidad personal en el ámbito físico. 

20.- Esta debería ser universal y, por tanto, se abre la puerta para ir eliminando los distintos sistemas de esclavitud imperante hasta entonces.  

Movimientos estéticos en el Siglo de las Luces

La Ilustración niega cualquier estructuración anterior y se mete de lleno en el papel del hombre en  su posición en  el Universo. Sin llegar al ateísmo sí postulan un orden natural perfecto en el que cada pieza tiene su función y que es misión del hombre descubrirla mediante los postulados de la razón. El orden y la armonía se trasladan a la simetría arquitectónica de las obras que se levantan en esta época. Todo ello saltaría por los aires a finales del Siglo XVIII con  la irrupción del Romanticismo. Fueron sus abanderados Rousseau en Francia y Goethe en Alemania quienes casi a la par descubrieron que no todo puede ser cerebral y que algo intangible, inconsciente y esotérico incluso se esconde en los dictados del corazón. Ni que decir tiene que este es también fuente de conocimiento.  

En este sentido, el Siglo de las Luces parece acabar abrazando el concepto de demiurgo. Esto es, se llega a aceptar la idea de la personalidad o del carácter del genio que no puede explicarse simplemente por la acción de la formación o la educación racional. Por tanto, hay individuos que nacen con unas dotes que son inexplicables a la mente racional.  

Son dos los movimientos estéticos del Siglo de las Luces: el neoclasicismo y el prerromanticismo. 

1.-El neoclasicismo y su importancia en el Siglo de las Luces 

Corresponde a la primera época y en ella se defienden todos los postulados que caracteriza la época. El arte tiene una finalidad y esta es encontrar las leyes que rigen la comunión del hombre con la naturaleza. La expresión (por las vías que se crean más conveniente) de estas normas sería lo único aceptado.  

El artista no puede estar encerrado en su particular torre de marfil y tiene una función. Por un lado, tiene que descubrir esas leyes (como si se tratara de física o matemáticas), ponerlas en evidencia y proponer ideas de mejora. 

Con este sustrato es normal que la crítica en todas sus acepciones fuera muy frecuente en literatura. A esto se unió también el auge de un incipiente periodismo. Por otro lado, también aumentó la sátira en un deseo quizás de dulcificar los rigores críticos. 

Una vez encontradas las reglas que rigen el universo al artista solo le cabe la imitación negando cualquier concepto de genialidad. Se vuelve al orden del Imperio Romano (presente en la arquitectura especialmente con sus edificios de columnas limpias) y al Renacimiento. Todo ello sin la “gracia” de estas épocas al revestirse cualquier manifestación artística de rigidez en el amplio sentido de la palabra.  

Hay una negación de los sentimientos, del drama, del desorden. En esta época, por poner un caso, nacen los jardines a la francesa con su diseño en cuadrícula que niega cualquier atisbo de caos. Por tanto, cualquier manifestación artística, a pesar de su calidad, se tiende a calificar como fría, algo “razonable”, si solo nos atenemos a los postulados del cerebro consciente. 

2.- Prerromanticismo el otro movimiento estético en el Siglo de las Luces

Hacia las décadas finales, aún haciéndose eco de las ideas ilustradas, algunos artistas se revelan contra el exceso normativo y ordenador de la época. Por tanto, hay una evolución filosófica que pretendía desligarse de los corsés academicistas anteriores. 

Poco a poco se va poniendo en su sitio el papel de los entimientos. Por tanto, se vuelve a expresar la intimidad, los miedos, deseos, tristezas y dudas. En fin, de alguna manera u otra, se recupera la otra parte de la humanidad que había quedado arrinconada en favor de un racionalismo fuera de sí. 

Se comienzan a poner en duda las reglas que coartan libertad, inspiración y genialidad. Se vuelve hacia el espíritu creativo, subversivo y transformador. Se olvidan los conceptos de imitación que poco o nada puede aportar al arte y a cualquier expresión humana.  A la par, comienza a haber un gusto por las naturalezas en caos, por ríos que se desbordan, montañas que alcanzan las nubes, selvas… Y de aquí a los fantasmas que es una de las características del Romanticismo hay un solo paso.   

El Siglo de las Luces, en definitiva, a pesar de ese racionalismo fuera de sí puso las bases para la ciencia contemporánea a la par que se comenzó a aceptar al ser humano en toda su potencialidad. Es en esta época cuando se ensalza la libertad, la igualdad, el universalismo, el conocimiento y su poder transformador. En la Ilustración, además, se colocan los cimientos para desligar los postulados religiosos de la política y comienzan los movimientos de independencia que culminarían con la Declaración de los Derechos Humanos tras la Segunda Guerra Mundial.  

Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla

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