De rocas y piedras, con agua o  cascadas, con árboles y flores los jardines de Japón se encuentran entre los más hermosos del mundo.

Y pongo jardines japoneses en Japón porque hay que diferenciar los emplazamientos que se encuentran en el País del Sol Naciente y aquellos jardines que se hacen conforme a la técnica japonesa, pero se encuentran en otros lugares del mundo. El jardín japonés más famoso fuera de estas islas se encuentra en Buenos Aires y, ni que decir tiene que, como los que te pongo a continuación, merecen una visita aunque solo sea una vez en la vida. Es Japón un destino de primer nivel para los amantes del arte y las cosas bellas. Por eso, entre ellas, se encuentran sus hermosos jardines abiertos al público. 

Una introducción mínima a la filosofía que anima los jardines japoneses

Porque no se puede visitar, admirar o disfrutar de estos impresionantes emplazamientos sin conocer (aunque sea muy superficialmente) el sentido simbólico que tienen estos lugares. Sin ánimo de ser exhaustiva, ten siempre en mente:

• La compleja religiosidad del pueblo japonés intenta, en último extremo, atrapar el instante, el segundo irrepetible que se produce ahora y, aunque se vuelva a realizar la acción, nunca será igual a otra. Así sucede con ceremonias rituales como la del té, la escritura o la construcción y reconstrucción de templos en madera. 
• El pueblo japonés entiende toda la cotidianidad con un fuerte simbolismo que se transparenta en toda las facetas de la vida, desde las festividades (el Hinamatsuri o fiesta de las niñas, el Kodomo no hi o fiesta de los niños) hasta la forma de entender las relaciones sociales. Los jardines no son ajenos a esta cosmovisión.

• La naturaleza, para el pueblo japonés está llena de seres sobrenaturales (los tengu, los kitsuné o zorros, Yuki-onna o la Reina de las Montañas) y, a la par, es el camino por el que los seres humanos se comunican con la divinidad. Por eso, los jardines están realizados conforme a un plan que sirve tanto para meditar o para rezar como para actividades más mundanas.
• El pueblo japonés hace honor a sus mejores artistas, artesanos o creadores bajo las figuras de Tesoros Vivientes. Son ancianos que sobresalen por ser los mejores en su disciplina y tienen la misión de enseñar a los más dotados a superarse continuamente. Se les honra no solo con el título sino también con un tratamiento muy especial. Uno de estos Tesoros Vivientes es un jardinero.
• Los cambios en la naturaleza, tal cual la floración de los cerezos o la de los melocotoneros (sobre la que gira la fiesta del Hinamatsuri) son seguidas por toda la población y el avance de la apertura de las flores es retransmitido a toda la nación. Esto dice de la comunión con la naturaleza de la que hace gala el tan tecnológico pueblo nipón.

Habría mucho más que decir, pero pasamos con los cinco jardines más hermosos que existen en las distintas islas de Japón. Anota:

1.- Ryôan-Ji, el jardín de piedra Zen de Japón más famoso del mundo 

Es el más fotografiado y además está en la lista de la Unesco. Es considerado uno de los más hermosos en su género. Pertenece a un templo zen budista y su función es la de representar simbólicamente el mundo. Las piedras son islas y/o montañas tal cual se encuentran en Japón y  la grava, a la que se le pasa el rastrillo cuidadosamente, es el trasunto simbólico del mar, el mismo que rodea las islas niponas. 

No solo este hermoso jardín merece una visita también el estanque con lotos que se encuentra en las inmediaciones y la hermosa casa de té con paneles pintados, esencia del sentir filosófico del pueblo japonés. En invierno, con las nieves, el lugar es especialmente hermoso. Se encuentra en Kyoto (cuyos jardines privados tras altos muros hará las delicias de todos los amantes de la naturaleza) y es del siglo XV.

2.- Daisen-In, el jardín japonés de grava y piedra que representa un río

También se encuentra en Kyoto, tras los muros del Daitoku-ji, uno de los tempos zen budistas más importantes de la antigua capital japonesa. A igual que al anterior, está realizado en piedra, lascas y grava que se limpia cuidadosamente a diario para que no tenga una brizna de polvo.

Si el Ryōan-ji representa el mundo (lee Japón), este simboliza el río de la vida con sus corrientes, barrancos, cascadas (en la imagen) y recodos en los que se puede encontrar algún árbol. La vegetación está tratada y manipulada como los conocidos bonsáis, pero con un mimo y veneración que se nos escapa a los ojos occidentales. Está inspirado en una pintura china y sus orígenes se remonta al siglo XVI. Su diseño y primera puesta en escena se debe a uno  de los monjes del templo: Sôami.

3.- Kenroku-en, uno de los jardines de agua más bellos de Japón

Los jardines Kenroku-en, tal como los conocemos hoy en día, fueron levantados y diseñados durante más de un siglo por los señores de Kanazawa, cuyo castillo, realizado en arquitectura tradicional japonesa, aún está en pie y merece una visita a la par que nos adentramos en esta zona verde de más de 11 hectáreas, la cual rodea la construcción.

Abierto el público, es famoso por ser bello en cualquier estación gracias a la sutil y hábil combinación de especies vegetales que van cambiando de color y aspecto conforme al ciclo de la naturaleza. En este jardín japonés el agua es la protagonista en forma de pozos, fuentes, lagos y ríos artificiales que se sortean a través de hermosos puentes. Antes de irte y después de haber disfrutado alrededor de la antigua casa de té, hay que despedirse del pino Karasaki, el cual está en el emplazamiento, al menos, desde el siglo XIII.

4.- Kôraku-en, un jardín japonés antiguo que parece moderno 

Y lo parece, porque, al contrario que el anterior con sus sendas, puentes, lagos con lotos y su delicada combinación de especies vegetales, este jardín es muy minimalista y parece que se hubiera diseñado siguiendo los gustos de finales del siglo XX. Data, sin embargo, de 1863. En él son protagonistas unas grandes praderas cruzadas por riachuelos serenos y limpios que desembocan en lagos de visión casi glacial. Está en Okayama.

5.- Kairaku-en, el jardín japonés de los cerezos en flor 

Diseñado a mediados del siglo XIX en Mito, este espectacular jardín tiene todos esos componentes que solemos asociar a la cultura japonesa: senderos flanqueados por bambús gigantes y construidos en madera, un “huerto” de ciruelos que estallan en flor a principios de la primavera, una casa en madera, caminos coloridos… El jardín ha sufrido daños en el último terremoto y se está restaurando para poder abrirlo al público pronto. ¡Qué duda cabe que un paseo por sus sendas más recónditas calmará el espíritu más atormentado!

Y si quieres recorrer mundo disfrutando de los espacios verdes más bellos sobre la tierra, anota estas ideas (parques, bosques y jardines) que no puedes perderte. También son cinco:

1. El Jardín de Bomarzo a las afueras de Roma
2. Los jardines de Boboli en Florencia
3. El bosque pintado de Oma de Agustín Ibarrola
4. El Parque Monceau de París
5. El Treptower Park en las afueras de Berlín

Y están en la lista de los díez más hermosos que puedes recorrer por el mundo. Aquí te dejo el link. 

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Por Candela Vizcaíno