Chirigotas, comparsas, coros y cuartetos compiten en el Teatro de Falla mientras en las calles sigue la fiesta a ritmo de mirlitón, el particular pito del Carnaval de Cádiz. Si este sencillo instrumento musical marca el ritmo de las canciones satíricas, burlescas, críticas y picaronas de las agrupaciones oficiales, en la calle la algarabía sigue la fiesta de distintas formas.  

Guía para no perderse en el Carnaval de Cádiz 

Es uno de los más importantes y populares de España, aunque no tiene la vistosidad de los canarios (Gran Canaria y Tenerife) ni la originalidad extrema de los del triángulo mágico del Entroido, en Galicia. Sin embargo, es el más popular, el más igualitario, el más heterodoxo. Porque en Cádiz no hay un solo Carnaval, más bien hay dos. El oficial y ordenado tiene lugar semanas antes en el Teatro de Falla donde compiten los coros (compuesto por hasta sesenta personas), los cuartetos, las chirigotas (con canciones críticas y satíricas de corte político) y las comparsas (con producciones más poéticas). Este es el oficial, el ordenado y por el que se paga una entrada.  

Y luego está el popular, gratuito, caótico, diverso, el que todo vale y que tiene lugar en el centro de la ciudad y tiene como punto cero, la Plaza de la Catedral y sus alrededores. Allí se dan cita personajes llegados desde distintos puntos del planeta, de forma desordenada y con la única consigna de pasárselo bien. Todo consiste en un ir y venir en busca de las chirigotas que, una vez ha pasado el concurso oficial, actúan en los pequeños escenarios levantados por todo el casco antiguo. Las fachadas y puertas de los edificios más emblemáticos (el Ayuntamiento, la Torre de Tavira…) sirven para acoger las agrupaciones y el gentío en torno a ellas. 

Lo demás lo da la fiesta y lo que surja con músicos callejeros y grupos dispuestos a pasárselo bien el tiempo que haga falta. 

Datos a tener en cuenta del Carnaval de Cádiz

Muy resumidamente y de forma esquemática tenemos lo siguiente: 

1.- El Carnaval de Cádiz no termina el martes de Carnaval y la fiesta sigue durante esa semana (aunque sea ya Cuaresma) hasta el domingo, cuando tiene lugar el gran desfile con todas las chirigotas, comparsas, coros y agrupaciones que cierra la fiesta. 

2.- Aunque hay un programa anual, este no importa mucho. El ambiente se sitúa en torno a la catedral. En todas las calles de alrededor hay grupos (muchos o muchísimos) con ganas de divertirse y se sitúan escenarios donde las mismas agrupaciones que han competido en el Teatro de Falla amenizan al público. 

3.- Con suerte, también te puedes encontrar alguna chirigota “ilegal”. Son grupos de amigos que, de forma espontánea, se organizan para realizar alguna parodia del momento y de paso aprovechan para criticar a las oficiales. 

4.- El Carnaval de Cádiz, de alguna manera u otra, entronca con el pasado liberal, crítico y político de la ciudad. Más que en el baile o el color, su esencia se basa en las canciones comentando, parodiando o ironizando sobre las anécdotas o los personajes del momento. Y el objetivo de estas composiciones es no dejar títere con cabeza. 

5.- No te preocupes sin no vas con disfraz. La gente, excepto algunos grupos que sí se lo han trabajado, luce de forma sencilla, colorida, simple y con materiales muy baratos. No tiene nada que ver con las vestimentas aristocráticas de, por ejemplo, Venecia. 

6.- Basta con un sombrero colorido o una peluca de tonos chillones o unos coloretes exagerados en las mejillas en rojo y purpurina. Lo puedes encontrar en cualquier bazar. Además, el ingenio es santo y seña de esta tierra y en la Plaza del Ayuntamiento hay puestos con sombreros, pelucas, grandes gafas o estolas que te arreglan el atuendo por muy poco. 

7.- Puedes incluso encontrar alguna mesa libre en las múltiples cafeterías y bares que se desperdigan por estas calles porque está permitido beber en la calle y la mayoría de los grupos se llevan la bebida puesta. Así que los más exquisitos, con un poco de paciencia, encontrarán una mesa. 

8.- Con este panorama es mejor comenzar la fiesta a media tarde y retirarse una vez ha llegado la noche para evitar los altercados por el alcohol. 

9.- Además de las agrupaciones oficiales con disfraces muy trabajados y su repertorio musical, te vas a encontrar músicos y actores callejeros que dan aún más heterogeneidad a la fiesta. 

10.- Aunque este tema es controvertido (por la basura que genera), los confetis y serpentinas están permitidos. ¡Y todo está accesible y dispuesto para su compra en las tiendas abiertas de par en par con horario extendido! 

El Carnaval de Cádiz se convierte en quintaesencia en las calles estrechas del Barrio El Populo, junto a la Catedral, aunque el emplazamiento no es apto para agorafóbicos ya que el gentío puede agobiar. Aún así, ¡la experiencia merece la pena! 

Fotos y texto por Candela Vizcaíno