Uso del guion, la raya y el signo menos

Uso del guion, la raya y el menos

Uso del guion, la raya y el menos

Candela Vizcaíno

 

El signo menos (-), el guion (–) y la raya (—), de menor a mayor longitud, son tres signos ortográficos distintos con usos diferentes que, últimamente, se confunden con frecuencia. Desde la Real Academia Española (RAE, en adelante) se advierte que la escritura informatizada contemporánea ha contribuido a ello, ya que aquello que no está accesible tiende a desaparecer, bien por falta de uso bien por el progresivo desconocimiento o bien por ambas cosas. La raya (—) es mayor que el guion (–) y este menor que el signo númerico menos (-). En el teclado del Mac se encuentran estos dos últimos. Sin embargo, la raya hay que generarla pulsando a la vez Alt + Option + signo menos. El guion se encuentra en el teclado de Mac sobre este último signo. Se accede a su escritura utilizando la tecla Option, ya que debe quedar situada a mitad de la palabra que antecede. Si utilizamos la tecla para mayúsculas (Alt), construimos una raya baja que tiene otros usos extremadamente minoritarios en la escritura del siglo XXI. En el programa operativo Word la raya se construye utilizando la tecla Alt 0151 (código alfanumérico) o directamente insertando su símbolo a través de, precisamente, «Insertar símbolo». 

Uso de la raya  

Es un signo ortográfico auxiliar mayor que el guion. Se utiliza de forma simple o doble en los siguientes supuestos:  

  • A la hora de acotar frases, oraciones o sintagmas, tal como si utilizáramos paréntesis o, incluso, el uso de comas. Nótese que en este caso la raya va a continuación y sin espacio de las palabras que cierran y abren el discurso.

Llegó al colegio —que estaba cerrado— y no se le ocurrió otra cosa que saltase la verja. 

Llegó al colegio, que estaba cerrado, y no se le ocurrió otra cosa que saltase la verja. 

Llegó al colegio (que estaba cerrado) y no se le ocurrió otra cosa que saltase la verja.  

  • Marcar los distintos interlocutores de un diálogo, que es su uso más frecuente. Por eso, hemos colocado ejemplos entresacados de la literatura española en el párrafo a continuación.  Como en el caso anterior, no se coloca ningún espacio entre el signo ortográfico y la palabra que le sigue. 
  • Cuando se desgrana una estructura esquemática mediante una ordenación. En este caso, es importante dejar un espacio entre la raya y la siguiente palabra, tal cual el siguiente ejemplo:  

Salieron de viaje sin plan definido con la única cosa en mente de disfrutar de los bosques de otoño. Por eso, se detuvieron en los siguientes emplazamientos: 

— en los viñedos de La Rioja para hacerse con algunas botellas de vino, 

— en la Selva de Irati donde se embelesaron con las tonalidades cobrizas de los hayedos, 

— en los bosques del sur de Francia para recoger setas y reponer fuerzas con aguas medicinales y

— en los maravillosos pueblos medievales de Aquitania.  

Cuándo se utiliza la raya en un diálogo  

Los distintos ejemplos, aclararán las dudas del lector o estudioso interesado. La raya es el signo ortográfico a colocar en las aperturas de las distintas alocuciones de los participantes de un diálogo. En ediciones de extrema pulcritud, como la anotada de El Quijote de la RAE, esta se hace de mayor longitud y, por tanto, más evidente. Adelanto que es imposible reproducirla con un editor de Joomla básico, que es el utilizado en este portal online.  

     Continuamos charlando acerca de naderías; diez minutos, quince tal vez. Cuando calculé que era el momento de dar por zanjado aquel encuentro, simulé un bostezo y acto seguido musité una azorada disculpa. 

—Perdóneme. La noche en tren ha sido agotadora. 

—La dejo descansar entonces —dijo levantándose. 

—Además, usted tiene una cena. 

—Ah, sí, la cena, es cierto. —Ni siquiera se molestó en mirar el reloj—. Supongo que me estarán esperando —añadió con desgana. Intuí que mentía. O quizá no.  

María Dueñas: El tiempo entre costuras

 

     Después de colocar a Adela sobre la cama, Catalina se sentó en una silla invitando a Fernando a que ocupara la otra. 

—Qué tranquila duerme —comentó él, observando el sueño de la pequeña. 

—Sí, es muy buena. La pobrecita apenas tiene fuerza para nada. 

—Pero ha salido adelante. Adela es más fuerte de lo que parece —la consoló Fernando. 

—Bien, qué es lo quieres decirme. —Catalina se había puesto tensa de repente. 

—Eulogio se marcha en un par de días —le anunció Fernando. 

     Ella sintió la noticia como un golpe en el estómago. Aunque no acababa de congeniar con Eulogio, su presencia era un vínculo con la España que había dejado atrás.  

Julia Navarro: Tú no matarás  

Nótese que, en estas dos ediciones de obras literarias contemporáneas, la raya no solo da inicio a cada una de las alocuciones de los distintos interlocutores sino que también se utiliza para acotar la conversación. En ambos casos el signo ortográfico se sitúa a continuación de la palabra sin mediar espacio. 

Sin embargo, tal como se puede observar en el siguiente fragmento de la edición de El Quijote de la Real Academia Española (2004: página 385), se ha afinado mucho más utilizando una raya de mayor longitud para iniciar el diálogo y una normalizada para acotar la conversación.  Debido a esa reducción ortográfica impuesta por los teclados modernos, me veo en la obligación de reproducir la raya del diálogo con el símbolo convencional. Esto es, la Academia ha querido diferenciar ambos símbolos en una obra clásica. Sin embargo, las ediciones contemporáneas reducen la marcación a una sola: la raya. 

—¿Y qué es es lo que dices, loco? —replicó don Quijote—. ¿Estás en tu seso? 

—Levántese vuestra merced —dijo Sancho— y verá el buen recado que ha hecho y lo que tenemos que pagar, y verá la reina convertida en una dama particular llamada Dorotea, con otros sucesos que, si cae en ellos, le han de admirar. 

—No me maravillaría de nada de eso —replicó don Quijote—, porque si bien te acuerdas, la otra vez que aquí tuvimos te dije yo que todo cuanto aquí sucedía eran cosas de encantamento, y no sería mucho que ahora fuese los mismo. 

Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha  

Uso del guion ortográfico  

Es un signo de menor tamaño que la raya y es el más accesible en los teclados actuales. Su uso se reduce a:

  • Hacer divisiones dentro de un término compuesto por dos palabras. En este caso el primer término siempre aparece conjugado en masculino singular (el no marcado) y el segundo se conjuga debidamente: examen técnico–práctico, prueba psico–pedagógica, nacionalidad hispano–mexicana…
  • Dividir las palabras al final de una línea, aunque, en la actualidad, se desaconseja esta práctica para no desordenar la alineación automática que se genera con programas informáticos. 
  • El guion también se utiliza para unir palabras de enlace: línea de tren Bruselas–París. 

Nótese que las palabras generadas por siglas y acrónimos nunca se dividen. Además, en todos estos casos nunca se deja espacio entre las palabras y el signo ortográfico. 

Uso del signo menos 

Es un signo matemático que tiene aproximadamente la mitad de longitud que la raya. Solo se utiliza con números y hay que dejar un espacio antes y después de cada dígito:  

38 - 8 = 30

425 - 15 = 410 

Por tanto, los signos ortográficos de la raya (—), el guion (–) y el menos (-), como hemos visto, son marcas distintas, aunque en la escritura apresurada online actual tienda a su confusión y a su reducción. 

Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla 

 

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