La Quimera de la mitología griega

Quimera de la mitología griega

Quimera de la mitología griega

 

La Quimera de la mitología griega era un monstruo híbrido y casi imposible que escupía fuego y sembraba la destrucción allí por donde pisara. Perteneciente a una familia aberrante, se la representa con cola de dragón, cuerpo de cabra (las patas traseras), cabeza de león, alas de dragón y cola de serpiente. Todo en ella está revestida con los atributos de la perversión y la oscuridad. Su imagen fue estudiada a la luz de los símbolos y los arquetipos de Carl Gustav Jung. Como veremos, recibió el interés de grandes autores, desde el Homero de la Ilíada, donde aparece por primera vez, J.L. Borges, uno de los principales autores del ultraismo o del poeta sevillano Luis Cernuda quien le dedicó (ya convertida en idea) en la protagonista del mejor y más sublime de sus poemarios: Desolación de la quimera.  

Genealogía de la Quimera de la mitología griega

Pertenecía a una extirpe de monstruos y de seres híbridos que tan bien ha recogido la literatura griega. Era su madre Equidna, una bella ninfa de profundos ojos oscuros y preciosa cabellera que lucía serpientes por piernas. Unida eternamente al gigante Tifón quien, con sus enormes alas, provocaba tormentas y tornados, juntos engendraron una legión de monstruos. Tenía el padre ojos que lanzaba llamas y también piernas por serpientes. Se refugiaban en la oscuridad de las cuevas y solo producían devastación bien por ellos mismos o a través de su aberrante progenie.  

Con esta genética nació Quimera, un horrible monstruo híbrido en el que se mezclaba la lascivia de la cabra, heredada de su madre quien, incluso, no tenía reparos en unirse a alguno de sus hijos de forma incestuosa para seguir engendrando más monstruos. Las serpientes y las alas de dragón las heredó de su padre. Y, como el león de Nemea, uno de sus hermanos, tenía cabeza de este fiero animal.  

Completaban el panorama familiar Cerbero, el perro de tres cabezas portero del infierno, también Ladón, el dragón que nunca dormía guardián del jardín de las Hespérides donde crecían las manzanas que otorgaban la inmortalidad. La familia no acababa aquí, ya que de Equidna (la madre) y Ortro (el perro de dos cabezas, hermano de Quimera) nació la esfinge, con cuerpo de león y cabeza de mujer que destrozaba a quien no supiera responder a sus enigmáticas preguntas. Había otra hermana más: la hidra de Lerna, con varias cabezas de serpientes abatida por Heracles (Hércules romano). Completaba la familia monstruosa, las gorgonas, hermanas de la madre (Equidna) y, por tanto, tías de Quimera. 

Así que, con estos genes, Quimera solo podía nacer como un ser híbrido y monstruoso al máximo. Se dedicaba a liquidar el ganado y a asolar los campos de trigo con su aliento de fuego. Era tal el pavor que le tenía la población que se necesitó un héroe para acabar con ella. Así fue como Belerofonte, ayudado por Atenea, diosa de la sabiduría y de la táctica de la guerra, doma, primero, al caballo alado Pegaso. Y montado a lomos del animal, logra sobrevolar el nido de Quimera. Le clava flechas en la garganta que el monstruo derrite con su fuego. Y, al tragarlo, va calcinando todos sus órganos hasta morir ahogada en sus propias llamas, como mueren los sueños que se sustentan en ideas vanas.  

El símbolo de la quimera a la luz del psicoanálisis 

Al participar de distintos animales, según el simbolismo propuesto por el psicoanálisis, la Quimera representa un cúmulo de vicios. Del león coge la fiereza sin domar, la que daña gratuitamente. Ella es la culminación de los caprichos que destruyen la personalidad, como los torrentes que, cuando se llenan de agua, inundan todo lo que está a su alrededor. Por eso, su figura fue favorita de poetas y literatos. Es la mezcla que devasta. Es la acumulación de vicios que acaba en destrucción total. Por eso, solo se puede domeñar a través del vuelo del espíritu. Recordemos, en este sentido, que es vencida por un héroe a lomos de un caballo alado. Andando el tiempo, su hibridez es tan imposible que se convirtió en el sinónimo de esta palabra: lo imposible, lo que no puede ser por acumulación de anhelos y deseos.  

La quimera es una deformación psíquica, caracterizada por una imaginación fértil e incontrolada; expresa el peligro de una imaginación fértil e incontrolada; expresa el peligro de la exaltación imaginativa. Su cola de serpiente o de dragón corresponde a la perversión espiritual de la vanidad; su cuerpo de cabra, a una sexualidad perversa y caprichosa; su cabeza de león, a una tendencia dominadora que corrompe toda relación social. Este símbolo complejo se encarnaría por igual en un monstruo que devasta un país… 

Paul Dies: El simbolismo en la mitología griega

La Quimera de la mitología griega en la literatura y en el arte de todos los tiempos  

La denominada Quimera de Arezzo es una escultura de pequeño tamaño encontrada en el siglo XVI y una de las obras más sublimes del arte etrusco (siglo V). La bestia es representada con tres cabezas, la de león que corresponde a su cuerpo, una de cabra que sale del lomo y otra de serpiente que remata la cola. Así la describió Heródoto de Halicarnaso (siglo V a.C) en su Teogonía donde da cuenta de todos los monstruos, dioses y héroes de la mitos griegos mezclados con hechos históricos y fundacionales de la antigua Grecia. En la Ilíada, Homero (siglo XV a.C), en el libro VI, nos dice de su origen divino, aunque sus padres, en esencia, no sean dioses. Se nombra en la Eneida de Virgilio (siglo I a.c) y en las obras de Plutarco de Queronea (siglo I de nuestra era).  Rabelais (1493-1553) la eligió para representar lo enorme, el mal gusto, lo excesivo. Y recibió atención de Jorge Luis Borges (1899-1886) quien también le dedicó uno de sus cuentos a Asterión, el minotauro vencido por Teseo con ayuda del hilo de Ariadna. Luis Cernuda (1902-1963), uno de los más importantes poetas de la generación del 27,  la eligió para el más brillante y sublime de sus poemarios: Desolación de la Quimera (1962)

Y, por último, la Quimera de la mitología griega sigue estando presente en la creación contemporánea en forma de monstruo protagonista de cómics, mangas o videojuegos. Es uno de los favoritos ya que es tal su grado de hibridez que permite un sinfín de posibilidades. Quimera, en español, hoy significa lo imposible, lo falso, lo incoherente (como el monstruo híbrido) y los sueños hechos pedazos de una imaginación desbordada en los límites de la ilusión. 

Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla 

 

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