Los signos ortográficos (como la coma, el punto y coma o el punto) tienen la función de pausar el discurso y romper ambigüedades. Los puntos suspensivos, que son tres (ni más ni menos) señalan un final inconcluso, una vaguedad o una pausa dentro del discurso. Esto no significa que puedan utilizarse aleatoriamente. Tienen unos usos definidos por la RAE.
Funciones de los usos suspensivos
1.- Dejar el discurso en suspensión, con vaguedad y con ambigüedad. En literatura, se asemeja al tartamudeo, a la imprecisión, al discurso que se deja vacilante con el fin de parecerse a la lengua oral.
—No te atreves a contestar, ¿verdad? Nos has estado engañando a todos con la porquería de los estudios… A la playa todos los días con ese idiota… Después de enterarme de lo que corre de boca en boca por todas partes he hablado con el padre de Sixto esta tarde… ¡El buen hombre no tiene inconveniente en la boda…! Pero, ¿qué te has creído…? ¿Qué boda ni qué porquerías a mi espaldas?
Carmen Laforet: La isla y los demonios
—¡Aprenda usted jovencito que para eso hay un arquitecto, un ingeniero y toda una tanda de zánganos que viven a expensas mías! ¡Me basta y me sobra con ellos para que tú vengas a decirme lo que tengo que hacer! ¡Ahora termina de comer rápido y a acostarse inmediatamente!… ¡O yo mismo me encargaré de largar a Blanquillo y a toda su colección de compinches!
—Darling, yo creo que Blanquillo puede ser un hombre peligroso…
Alfredo Bryce Echenique: Un mundo para Julius
Nótese que en ambos casos los puntos suspensivos se colocan para denotar un discurso apresurado (los de los ejemplos pueden calificarse de ira o enfado) que impide terminar las frase con concreción, ya que las ideas se agolpan en la cabeza y salen como a borbotones y de forma entrecortada.
Si lograra sacar la plaza para Europa… ¡Qué feliz sería!
Aquello fue muy duro… un auténtico infierno… un antes y un después en mi vida…
Nótese que detrás de los puntos suspensivos, que van siempre unidos a la palabra inicial y llevan un espacio al final, normalmente se comienza con mayúsculas. Sin embargo, en ciertos contextos (los que, de una manera u otra, sustituye a una coma con un deseo de incidir en la vacilación) la frase va en minúscula.
2.- Los puntos suspensivos sustituyen al etcétera (etc. abreviado) señalando que una frase está abierta y que continúa. Es incorrecto colocar el etcétera más los puntos suspensivos: o el signo ortográfico o la palabra.
Hay que preparase todas las asignaturas para el examen: matemáticas, lengua, literatura, latín, inglés…
Asistieron los jefes de gobierno de los 27 países de la Unión Europea: España, Francia, Bélgica, Luxemburgo, Alemania….
Asistieron los jefes de gobierno de lo 27 países de la Unión Europea: España, Francia, Bélgica, Luxemburgo, Alemania, etc.
3.- Los puntos suspensivos se utilizan sin espacio y entre corchetes […] para indicar que se ha sustituido un párrafo en una cita. También se puede usar los paréntesis, aunque las normas actuales se decantan por los corchetes. En estos casos, debemos ser cuidadosos a la hora de seleccionar la cita y de hacer el corte, ya que el discurso debe tener una unidad y un orden lógico desde el punto de vista de la semántica y la ortografía. Hay que conservar, además, los signos ortográficos necesarios que estén en el original y que den continuidad a la cita.
Uno de los criterios fundamentales para establecer la norma de una comunidad es frecuencia de uso, de manera que suele considerarse normativo lo frecuente que lo infrecuente o lo raro […]. En realidad, una obra sobre corrección idiomática, como esta que el lector tiene en las manos, se ocupa precisamente de ese punto en el que divergen los usos sociales y los usos asentados en los tratados […].
Instituto Cervantes: El libro del español correcto
Y, por último, según las normas de El libro del español correcto del Instituto Cervantes o El Libro de estilo de la Unión Europea hay que reducir su uso en los textos administrativos, legales, oficiales, correos electrónicos o instrucciones. Recordemos que la función de los puntos suspensivos es introducir una vaguedad. Por tanto, es incompatible con la concreción máxima que se necesita en este tipo de textos.
Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla