El hilo de Ariadna y su significado

El hilo de Ariadna y su significado

 

El hilo de Ariadna que permite a Teseo volver a la luz representa la ayuda espiritual necesaria para vencer al monstruo.

Jean Chevalier  

Y con estas palabras nos adentramos en el sentido del hilo de Ariadna y su significado. Para ello tenemos que conocer el mito (recogido por la literatura griega) que lo alimenta y de donde extraemos el potente símbolo arraigado en el inconsciente colectivo según C.G. Jung. Así que empezamos por el principio. 

Todo comenzó con el minotauro  

Porque no tendríamos hilo ni madeja ni ovillo sin la presencia monstruosa que lo justifica. ¿Y quién era este monstruo? En el principio, tenemos a Minos, rey de Creta, casado con Pasifae y en guerra constante con Atenas. Este pide a Poseidón, dios de los mares, que adelante su coronación. La petición es concedida a cambio del sacrificio de un toro sagrado de color blanco que emergería del mar. Sin embargo, Minos, ante la majestuosidad del animal, decide engañar al mismísimo dios de los océanos y ofrecer en el altar otro corriente de su ganadería. Ni que decir tiene que Poseidón se enteró de la argucia humana y, sobre la marcha, entró en cólera. Para castigar esta primera afrenta urdió una terrible venganza. 

Y lo hizo a través de Pasifae que cayó rendida de pasión ante el toro. Para cumplir sus abyectos deseos hizo que Dédalo (arquitecto real) construyera un armazón de madera en forma de vaca con revestimiento de piel auténtica. Allí se introdujo para que la poseyera el animal sagrado. De resultas de estos perversos amores nace Asterión, el minotauro, mitad hombre y mitad toro, que, además, se alimenta de carne humana. 

GeorgeF.Watts Minotauros 

Asterión, el monstruo, el minotauro, es el símbolo extremo de la abyección humana, ya que ha sido engendrado por sucesivos actos de perversión. Y en él recaen todas las culpas del clan,  cual chivo expiatorio.  La historia no acaba aquí, ya que para evitar daños mayores es encerrado en un laberinto también construido por Dédalo. Y el mito del minotauro se completa con el sacrificio de los jóvenes atenienses que son entregados cada cierto tiempo como pago de botín de guerra. El laberinto, por tanto, es la simbolización de la defensa de todo el mal que representa Asterión y su perversa concepción recordada constantemente por su misma existencia. 

El laberinto ha sido utilizado como sistema de defensa de las puertas de las ciudades fortificadas. Está trazado sobre maquetas de casas griegas antiguas. Tanto en uno como en otro caso se trata de una defensa de la ciudad o de la casa, situada en el centro del mundo. Defensa no solo contra el adversario humano sino también contra las influencias maléficas. 

Jean Chevalier

 

Teseo y Ariadna  

Y estas “influencias maléficas” son tanto exteriores como interiores; esto, pertenecen a los conflictos más profundos e intrincados que atenazan el espíritu. Volveremos a esta idea para entender el sentido del hilo de Ariadna y su significado último. Seguimos con el mito. La escabechina del minotauro sobre el pueblo ateniense y sus jóvenes era tal que fueron muchos los que se adentraron en el laberinto con el fin de darle muerte. Ninguno lo consiguió hasta que llegó Teseo, en ese momento príncipe de Atenas y, posteriormente rey. Se presenta ante Minos solicitando dar muerte al monstruo y  en la misma audiencia se encontraba Ariadna. Era ésta hija del rey de Creta y, por tanto, hermana de un solo vínculo (por parte de la reina Pasifae) de Asterión, el minotauro. Ariadna se queda prendada de las virtudes del príncipe ateniense y se presta a ayudarlo.  

El mito continúa con una historia de amor entre Teseo y Ariadna, aunque la entrega (tal como veremos) solo es de parte de la muchacha. Ayudada por Dédalo (el constructor de la vaca y el laberinto recordemos), Ariadna le da indicaciones a Teseo para llegar al centro del laberinto y allí dar muerte al  monstruo. Para que no se perdiera, le entrega una madeja de lana (otras fuentes apuntan a que el material era de oro) que debía atar a la entrada y, posteriormente, ir señalando los distintos recovecos para, una vez a la vuelta,  encontrar el camino únicamente volviendo a enrollar la madeja. Así lo hizo Teseo. Provisto de su arrojo, de su espada y de una corona de oro que brillaba en la oscuridad, se adentra en la intrincada casa de Asterión. Allí da muerte al minotauro. Regresa siguiendo las instrucciones de Ariadna que le espera en la puerta para marcharse con el príncipe. El propósito es seguir una vida juntos, aunque la princesa cretense es cruelmente abandonada por Teseo en la isla Naxos. Al verse repudiada por su amor y alejada de su familia, fueron tales los lamentos y llantos de Ariadna que Dionisio se compadeció de la desgraciada muchacha convirtiéndola en una constelación de estrellas. Otras versiones apuntan a una boda entre ambos y la metamorfosis ante la inminente muerte de la princesa tras una vida juntos.  

El hilo de Ariadna y su significado  

Sin Ariadna (abandona en Naxos) Teseo no hubiera conseguido matar al minotauro y ni mucho menos salir airoso del laberinto. Si tenemos en cuenta que el minotauro simboliza todas las fuerzas oscuras que anidan en nuestro interior y que el laberinto son los distintas capas que ponemos para que no salgan fuera, el hilo de Ariadna adquiere un significado redentor. Gracias a él, se puede llegar al centro mismo de lo que es el interior del alma con todas sus luces y sus sombras y, tras un auténtico viaje iniciático solo apto para los mejores, volver al exterior, a la conciencia. Ese sentido de expiación se completa con el abandono de la princesa que se convierte, así, en una auténtica mártir (según el sentido cristiano) al sacrificar todo su mundo para liberar tanto a Atenas como a Creta de las garras del minotauro.  

El laberinto conduce también al interior de sí mismo, hacia una suerte de santuario interior y oculto donde reside lo más misterioso de la persona humana. Pensamos aquí en la mens, templo del Espíritu Santo en el alma que se halla en estado de gracia, o también en las profundidades de lo inconsciente. Una y otro no pueden ser alcanzados por la conciencia sino tras largos rodeos o una intensa concentración hasta esa intuición final donde todo se simplifica por una especie de iluminación.

Jean Chevalier 

El hilo de Ariadna, por tanto, es esa ayuda espiritual, esa fuerza que da el amor y el sentido del bien que tiene la princesa cretense, necesaria para salir de todas las condenas de la perversión, la abyección o la oscuridad del alma humana. El hilo de Ariadna, por tanto, es la herramienta necesaria para que la luz (la misma que emana la corona de Teseo) venza sobre la oscuridad. Y gracias a él (y a la acción de la muchacha) se consigue redimir los pecados de la historia familiar. El hilo de Ariadna tiene que entenderse como esa guía que nos lleva al fondo de nosotros mismos, allí donde la esencia está oculta por sucesivas capas. Y, además, nos permite salir a la luz (a la conciencia) una vez se han superado vicios, pecados y monstruosidades de todo tipo. 

El hilo de Ariadna y su significado, por tanto, es un símbolo perfecto de las herramientas necesarias que nos permiten el autoconocimiento, primer paso para la serenidad, la sabiduría y la felicidad.  

Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla

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