Expresionismo literario | características, ejemplos y autores

Expresionismo en literatura

Expresionismo en literatura

Candela Vizcaíno

 

Nada más comenzar el siglo XX surgen una serie de movimientos artísticos con un afán rupturista  en extremo. Han nacido las vanguardias históricas. Y estas no se pueden entender sin la transformación en todos los órdenes que acontece con el cambio de siglo. La cosmovisión vital así como la economía, la sociedad y la política habían cambiado radicalmente. Las ciudades adquieren proporciones gigantescas que empujaban a la soledad y a la marginalidad. A todo esto se unieron avances de ingeniería o inventos (como la fotografía o el cine) que llevan a replantearse al artista su papel en el mundo. Ya no será necesaria una recreación naturalista o realista de lo que acontece porque esa función ha sido sustituida. Además, las nuevas percepciones anímicas (como el tiempo subjetivo de Bergson o el inconsciente según Freud) precipitan al creador hacia la representación de unos hechos fragmentados o disociados. De todas estas fuentes bebe el expresionismo literario que se inició, como veremos, en las artes plásticas y en la música. 

Bases históricas para entender el expresionismo literario

Muy resumidamente tenemos:

1.- Un auge de las ciudades con su sensación de velocidad y de soledad, extremos estos que serán explotados sobremanera por los autores del futurismo

2.- Los inventos, las investigaciones o los avances en la medicina y la ciencia son de tal calibre, que hay un sentimiento de desbordamiento y de no poder abarcar. En contraposición con la inamovible sociedad del siglo XIX, nada más comenzar el XX se van sucediendo hechos, noticias y avances que hacen tambalear la consideración de los miembros de la raza humana como un todo inamovible. 

3.- A esto, contribuye, el psicoanálisis, como hemos anotado, pero también las propuestas sobre el tiempo de Bergson. Frente al tiempo lineal y medible de las agujas del reloj se presenta uno subjetivo, anímico y personal que se queda en ciertas islas de recuerdo. Este concepto será recogido por toda la novelística del siglo XX, desde Kafka a Joyce o Proust. Paralelamente, surge el diálogo (o monólogo) interior. Se erige en una forma de conocimiento tan válida o más que las descripciones del realismo literario. Todo esto continúa abonando la percepción extrema de la subjetividad y de la individualidad, bases sobre las que se sustentan el expresionismo literario. 

4.- París se afianza como el ombligo del mundo en el plano cultural y así seguirá siendo hasta la década de los sesenta. La capital rebosa de artistas de todo tipo llegados desde todos los rincones del planeta que conviven con vividores, aventureros, buscavidas y burgueses. Todo ello contribuye a acrecentar una bohemia que, ahora mismo, en las primeras décadas del siglo XX, adquiere tintes revolucionarios. Y buena prueba de ello son los artistas que se adhieren a la estética del dadaísmo

5.- Los cambios son de tal calibre y tan rápidos que es muy difícil encasillar a los creadores en un movimiento concreto. 

Características del expresionismo literario 

1.- El movimiento se sucede cronológicamente tras el fauvismo y el futurismo y desde el primer momento demuestra ser de mayor envergadura creativa. Aunque se considera que está activo desde 1910 hasta 1925, en el caso del expresionismo alemán (tanto en la faceta plástica como literaria) se extiende hasta bien entrada la década de los treinta. 

2.- Como en la mayoría de los movimientos de vanguardia hay una actitud tremendamente contradictoria de rechazo hacia el arte como expresión de la realidad. Por eso, se buscan fórmulas novedosas que llegan, por poner dos ejemplos, a la deconstrucción del teatro del absurdo o a las insolencias de los dadaístas con sus insultos a la sociedad burguesa. El expresionismo en arte bebe de la burla, del espíritu crítico, del insulto, del conflicto interior, de la búsqueda de lo ignoto y de la rebeldía. 

3.- Al sentir que es imposible dar cuenta de la realidad siguiendo los modelos tradicionales se centran en el interior espiritual, en el desgajamiento, en las revoluciones, en las tensiones anímicas y en las emociones reprimidas y/o desconocidas que el psicoanálisis se afanaba por sacar a la luz. De todos estos conflictos bebe el expresionismo literario. 

4.- La manifestación de estas temáticas dolorosas en extremo se hace también de manera fragmentada en el plano de significante y/o de la expresión. En este sentido, se aparca la unidad estilística y narrativa. Se crean obras que mezclan los tiempos, los personajes o los emplazamientos. A la par, también se difuminan las fronteras entre la vigilia y el sueño.  

5.- Se niega el arte porque no se considera útil para la sociedad y el avance de la misma. Recordemos que la representación ya no es necesaria al ser sustituida por los inventos de la fotografía y del incipiente cine. El  arte, por tanto, debe existir por sí mismo sin ningún fin práctico. Se abren, así, las puertas para que los creadores vayan colonizando todas las torres de marfil. 

6.- Se recoge el inconformismo y el dolor interno en obras que pretenden causar una emoción (o impresión) en el público. Los hechos históricos (abonados con revoluciones y guerras mundiales) llevan a un pesimismo atroz que desemboca en la falta de fe en el ser humano y, en último extremo, en el nihilismo. 

7.- El expresionismo literario bebe de los avances que el movimiento hace en pintura y en los postulados rupturistas de los manifiestos o revistas de los artistas afines. Nombres imprescindibles del movimientos son las publicaciones Die Brücke (El puente) o El Jinete Azul creadas por dos grandes de la corriente: Wassily Kandinsky y Franz Mark. Un tanto de lo mismo sucede con la música (y su nuevo sistema dodecafónico) abanderada por Gustav Mähler. En arquitectura es la base de un movimiento de capital importancia tal cual es la Bauhaus. 

8.- Aunque la poesía tuvo sus representantes, es en la novela y en el teatro donde se alcanzan mayores cotas de calidad. Se levantan obras en la que se ponen a los personajes en situaciones absurdas que acaban en tragedia. Hay un gusto por mostrar la mezquindad, la ruindad y la avaricia de la sociedad burguesa. 

9.- La fragmentación de las obras son una constante en el expresionismo literario. 

10.- Esta actitud de rebeldía casi romántica lleva a los miembros del grupo a una vida trágica y de penuria. Gran parte de ellos entraban y salían de los modernos sanatorios mentales con tratamientos médicos que desequilibraban aún más. Un porcentaje de ellos murieron jóvenes víctimas del suicidio o de la sinrazón de las guerras.

11.- Y, por último, una seña de identidad es la subjetividad. La verdad deja de existir para presentar hechos personales desde el punto de vista anímico. Esto supone una confrontación con los movimientos inmediatamente anteriores: el realismo literario y el naturalismo.   

Algunos autores del expresionismo literario  

Nombres imprescindibles del movimiento son: 

1.- Georg Trakl (1887-1914), poeta.

2.- Franz Werfel (1890-1945),  novelista.

3.- Jacob van Hoddis (1887-1942), poeta. 

4.- Georg Kaiser, (1878-1945), dramaturgo. 

5.-  Bertolt Brecht (1898-1956), dramaturgo.  

Un ejemplo para entender de qué estamos hablando 

Pongo el ejemplo de este poema de Jacob van Hoddis ya que en estos versos vemos las características antes reseñadas: el choque con la sociedad de la época, la fragmentación, la subjetividad, los elementos de la vida moderna, la soledad, la alineación y el dramatismo. 

 

DE MAÑANA

Un fuerte viento se levantó. 

Abrió los sangrantes portales del cielo de hierro. 

Golpea las torres.

Sonando clara y flexiblemente sobre la broncínea planicie de la ciudad.

El matutino sol lleno de hollín.

Sobre terraplenes braman los trenes.

Entre las nubes labran los aúreos arados de ángeles. 

Fuerte viento sobre la pálida ciudad: 

Barcos y grúas despiertan junto al río que fluye sucio. 

Afligidas repican las campanas en la corroída iglesia. 

Muchas mujeres y muchachas ven encaminarse al trabajo. 

Bajo la descolorida luz. Furia de la noche. Sus faldas ondean.

Miembros hechos para el amor. 

Hacia las máquinas y el quejoso esfuerzo. 

Contempla la suave luz. 

En el suave verdor de los árboles. 

¡Escucha! Los gorriones gritan. 

Y afuera, en campos agrestes, 

Cantan las alondras. 

 

Por tanto, el expresionismo literario descubre para el receptor de la obra un mundo interior fragmentado, oscuro, dolorido, subjetivo y cambiante. Todo ello se reflejan en textos inquietantes que buscan el estremecimiento a la par que niegan (como un acto de rebeldía extrema) cualquier utilidad práctica. 

Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla

 

 

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