El proceso de desarrollo de la denominada commedia dell’arte italiana a partir del siglo XVI, llegando sus coletazos incluso en el siglo XIX, no puede entenderse sin conocer el estado del teatro europeo medieval y su desarrollo posterior siguiendo los nuevos gustos de la época.
Antecedentes de la commedia dell’arte
Aunque hay autores que apuntan, incluso, a los modelos del teatro cómico de la literatura griega y romana, bien es verdad que el empuje de este fenómeno surge con la evolución de las ciudades, el auge de las exquisitas cortes y el nuevo gusto por la cultura clásica. Poniendo un poco de orden tenemos que, durante la Edad Media, el teatro estuvo restringido a los autos sacramentales con motivo de festividades importantes. Eran representaciones muy sencillas que no se apartaban de los textos bíblicos. Los modelos populares se reducían a las buenas artes de los juglares que, con la recitación de sus cantares de gesta, introducían una pequeña coreografía en un intento por imprimir un sello teatral. El gran modelo clásico (el de un Plauto o de un Terencio o el de los dramas que llenaban los teatros romanos que aún hoy en día nos dice de su pasado esplendor) había quedado sepultado en los lodos del olvido. Si bien la cultura medieval con sus scriptoria en los monasterios, pudo rescatar parte de esta obra, sin embargo, no era accesible a público alguno. Estaban allí, en las bibliotecas, esperando una nueva mirada, extremo que sucedió, como con otros retazos de la cultura grecolatina, a partir del siglo XVI.
En esta fecha, con el auge del Renacimiento literario, artístico y cultural se pone en valor los fundamentos de un pueblo pagano bajo el auspicio de las ricas cortes italianas y europeas de la época. El avance de la imprenta contribuyó a dar a conocer textos de todo tipo entre los que se encontraban los teatrales. Así, podemos dividir esta producción en tres apartados claramente diferenciados:
1.- Teatro eclesiástico desarrollado en el interior de las iglesias con motivo de festividades importantes (Pasión, Navidad, Ascensión…) y se reducía a los autos sacramentales o misterios que poco se apartaban de las palabras bíblicas.
2.- Teatro aristocrático o cortesano que se desarrollaba en los interiores suntuosos de los palacios de los nuevos señores. Hay un gusto por las recién rescatadas (de las bibliotecas medievales) obras de la literatura clásica. A menudo eran los mismos miembros de las familias pudientes los que levantaban estas puestas en escena como forma de ocio o dentro de un programa para agasajar invitados. Este modelo teatral tendrá mayor predicamento en Francia a partir de 1630.
3.- Teatro popular en el que se basa tanto la commedia dell’arte (como el posterior y brillante teatro barroco en España). Este estaba organizado por cómicos profesionales e itinerantes que llevaban tramas de enredo allí donde se les demandaban. No había teatros como tal ya que las funciones se improvisaban en plazas o posadas y, posteriormente, en España en los famosos corrales de comedia. Recordemos que las primeras construcciones teatrales, los edificios diseñados y levantados con tal propósito, no proliferan en Europa (y después en toda América) hasta la cultura del Neoclasicismo. Y para eso hay que esperar a finales del siglo XVII e, incluso, el XVIII. Del teatro popular no solo se surte la commedia dell’arte sino también los grandes títulos de W. Shakespeare o todas las obras de Lope de Vega por poner los ejemplos más importantes.
Características de la commedia dell’arte italiana
1.- Tal como he anotado, la base es el teatro popular europeo, itinerante y llevado a cabo por cómicos profesionales.
2.- Se desarrolla en las distintas ciudades-estado de Italia a partir del siglo XVI y llega incluso a las primeras décadas del siglo XIX.
3.- Va a tener una enorme influencia en los grandes autores de la época desde el teatro de Lope de Vega hasta Shakespeare o Molière.
4.- Convive con las sacre representazioni en las iglesias y el teatro humanístico. Este es de corte culto y con un claro sustrato de la literatura greco-romana. Los nombres fundamentales de este estilo son Ariosto (1474-1533) y Maquiavelo (1469-1527) con su obra La Mandrágola.
5.- Aparece el enredo (embroglio en italiano) como eje temático de las representaciones. Este concepto, además, será fundamental en la commedia dell’arte. El enredo consiste en fundamentar la trama en malentendidos, personas que desaparecen, dobles que no se conocen, secuestros, falsas muertes y confusiones de todo tipo. Todo ello tiene un fin cómico inmediato.
6.- Sin embargo, la comedia dell’arte, aunque se basa en el enredo como el teatro humanístico culto, es un modelo cien por cien popular. Al parecer retoma modelos basados en los juglares medievales e, incluso, en algunas fórmulas orales de la cultura clásica.
7.- No hay texto como tal más allá de un guión conocido por todos los implicados. El resto se deja a la improvisación y al ingenio de los comediantes.
8- Los personajes tenían unas características fijas y eran plenamente identificados por el público gracias al atuendo y a las máscaras que lucían.
9.- Se podían dividir en los siguientes grupos: a) viejos antipáticos siempre anteponiendo la moral social al deseo del resto de los implicados (Pantalón y Doctor); b) criados y sirvientas muy simples encargados de las notas cómicas y sencillas (Arlequín, zanni, servetta); c) Capitán Sapavento siguiendo el modelo del Miles glorioso de Plauto, un narcisista fanfarrón que alardea de valentía pero es, simplemente, un charlatán cobarde: d) los enamorados que no pueden desarrollar su pasión por imposiciones sociales y conforman la nota grave de la trama.
10.- Todo ello se completaba con una fuerte mímica, las bufonadas, las zancadillas, cabriolas o los efectos para sacar la risa fácil entre los espectadores. Como todo se dejaba al genio, ingenio y a la improvisación, la calidad de las compañías de cómicos era dispar demandándose las que más acierto conseguían a la hora de pasar ese rato de ocio. La commedia dell’arte puede compararse (con las debidas distancias) a los monólogos televisivos actuales, aunque estos están previamente ensayados y la commedia dell’arte tenía un fuerte componente de improvisación.
Influencia de la commedia dell’arte en el teatro europeo posterior
1.- Desde Italia, la fama de este modelo teatral se expandió por toda Europa a partir de mediados del siglo XVI.
2.- El personaje más imitado (y presente en el teatro español hasta bien entrado el siglo XVIII) es el del gracioso, el criado chistoso y simple que solo busca satisfacer los instintos más básicos y no tiene ninguna altura moral o ética.
3.- El modelo de enredo y de esta forma de hacer teatro se introdujo en España con Lope de Rueda que llegó a traducir algunos temas famosos en Italia. A partir de él, comenzaría a desarrollarse con la dramaturgia barroca llegando a su cenit con Lope de Vega pero tampoco podemos olvidar las obras de Calderón de la Barca. Esta fórmula literaria tenía un fuerte componente de evasión en una nación que iba decayendo por décadas. Por eso, se mantuvo (ya sin el frescor de estos grandes nombres) hasta bien entrado el siglo XVIII. Comedias se hacían en todos los lugares posibles: en las plazas de los pueblos o en los fastuosos jardines de la aristocracia. Los corrales de comedia se fueron conformando a partir de espacios más o menos cerrados para dar cabida a una demanda en aumento constante.
4.- El gran Shakespeare (1564-1616) no tiene reparos en aceptar la base de la commedia dell’arte en sus grandes comedias.
5.- Y, por último, hay que señalar el importante influjo que tuvo la commedia dell’arte en un creador de la talla de Molière (1622-1673). Actor y dramaturgo que murió prácticamente en escena, reformó de tal manera los fundamentos del teatro francés que puede decirse que hay un antes y un después. Creó las denominadas comédies-ballet (que pueden asemejarse a los musicales). Y de sus farsas elementales llegó a las denominadas altas comedias en las que desarrolló unos personajes con tal fondo ideológico que han entrado en el canon literario universal.
En definitiva, aunque el teatro posterior logró cotas de calidad insuperables en la literatura europea de todos los tiempos, buena parte de sus fundamentos se encuentran en la commedia dell’arte italiana. Fue una fórmula popular, ingeniosa e itinerante que se apartaba de las representaciones llevadas a cabo en las cultivadas cortes del momento.
Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla