El ave fénix y el símbolo de la inmortalidad

El ave fénix y su significado

El ave fénix y su significado

Candela Vizcaíno

 

El ave fénix es un animal imaginario y perteneciente a los mitos clásicos. Se representa con un exuberante color rojo y de una sublime belleza con un plumaje brillante y encarnado. Disfruta de una extraordinaria longevidad y, además, cuando siente que llega la hora de su muerte se construye un nido con ramitas perfumadas en la cima de las montañas sagradas. Con el calor de su cuerpo prende fuego a esta pira, entona un último y hermoso canto para, a continuación, inmolarse a través de las llamas hasta consumirse en cenizas. Antes de que se apaguen los rescoldos, el ave fénix vuelve a la vida  con renovada hermosura y fortaleza y así hasta el infinito de los tiempos. Adelanto, por tanto, que el significado del ave fénix y simbolismo es claro, ya que se identifica con la resurrección, con la eternidad, con el ciclo sin fin de la naturaleza, con el triunfo de la vida sobre la muerte. 

Origen y evolución de mito del ave fénix en las culturas antiguas 

La primera referencia escrita del ave fénix aparece en los libros de Herodoto de Halicarnaso (siglo V a.C.) y de Plutarco de Querenoa (sigo I a.C). Sus textos se incorporaron a la tradición cristiana europea a través de los libros medievales manuscritos y la criatura comenzó a formar parte de las alegorías al asemejarse a la figura de Cristo. 

Sin embargo, este animal ancestral e imaginario se encuentra presente ya en el antiguo Egipto de donde fue, a su vez, adoptado desde Etiopía. Es representado en el arte egipcio antiguo tal como ha llegado hasta nosotros: de gran porte y belleza, de color rojo y semejante a la garza imperial, animal que existe y que no se ha extinguido. Su imagen es frecuente en las pinturas murales de las tumbas de la aristocracia egipcia. Es el protector de Heliópolis, la tierra del sol y, por tanto, cuna de los dioses. Está asociado al ciclo de las cosechas, a la regeneración eterna y a las crecidas del Nilo que otorgan abundancia y prosperidad. Ya en esta época se sitúan los nidos del ave fénix en las más altas montañas, emplazamiento que contribuye a la semántica de su simbolismo espiritual y de elevación. 

Este pájaro magnífico y fabuloso se levanta con la aurora sobre las aguas del Nilo, como un sol; la leyenda dice que se consume y extingue como el sol, en las tinieblas de la noche, para después renacer de sus cenizas. El fénix evoca el fuego creador y destructor, donde tiene el mundo su origen y donde hallará su fin; es como un substituto de Shiva y de Orfeo.  

Jean Chevalier: Diccionario de símbolos

En la antigua Grecia el ave fénix se conoce con el nombre de Bennu, el ave mágica que se coloca en el mascarón de los barcos que llevan a los muertos a las profundidades del averno, donde les espera el perro Cerbero, Hades y Hécate, la diosa de los muertos y los espíritus

En la otra punta del mundo, en la antigua China, también se recogía el mito del ave fénix. Allí se veneraba un ente andrógino, tanto macho como hembra. Por tanto, en este caso estamos ante el simbolismo de la unión, del todo, de la completez absoluta. Es el acompañante de los esposos al paraíso de los Inmortales. Los taoístas lo asemejaban al cinabrio y se representaba con los atributos del color rojo, el del sol, el del sur, el de la sangre de la vida. Se creía que su canto estaba formado por notas tan sublimes y sobrenaturales que abría el camino que conducía a los Inmortales. 

El ave fénix aparece también en la tradición árabe. Habita en la alta montaña Qâf y para los místicos musulmanes significaba lo que no podía entenderse por la razón. Por tanto, solo podía aprehenderse a través de Dios y sus mensajes. 

El ave fénix en el Cristianismo 

Todas estas referencias mitológicas fueron recogidas en los scriptoria de los monasterios europeos e inmediatamente adoptadas por la cultura medieval. A los ojos del Cristianismo se convirtió en la representación de Jesucristo resucitado, el que volvió de entre los muertos, el que está en los cielos eternos. Y se contrapone al pelícano, símbolo de la generosidad, lealtad y amor de los humanos, ya que este ave se abre el pecho para dar de comer a su prole. Crea vida con su su propio fin. Y es esta semántica la que encontramos en capiteles y obras del arte románico y gótico. 

Su aura no se apagó con el Renacimiento y ha llegado incólume hasta nosotros, ya que encontramos la figura del ave fénix en la literatura y la cultura popular del siglo XX y de principios del XXI protagonizando mangas, videojuegos o cómics. Aparece, por poner un solo caso, en la exitosa saga de Harry Potter. Lleva el nombre de Fawkes, la mascota de Albus Dumbledore, el director del colegio de magia Hogwarts. La criatura, en la lucha contra Dumbledore, entona su sublime canto para arder hasta reducirse a cenizas. Al tiempo, renace y desaparece volando en búsqueda de otra montaña (en el sentido simbólico del término) a quien acompañar.  

Simbolismo y significado del ave fénix

Tenemos, por tanto, que este animal mítico participa, por supuesto, de los símbolos del vuelo, de las aves, de los pájaros y de las alas. Es un ser espiritual que se aparta de las cuitas de la tierra, de los vicios de los hombres. Es hermosa, de color rojo y canta únicamente cuando va a morir. Lo hace a través del fuego purificador, el mismo que le devuelve la vida. Es un ser que recuerda la inmortalidad del alma, el renacer del espíritu, la elevación de quien lleva vida interior y una existencia de conciencia reuniendo la oscuridad del inconsciente con la claridad de la razón. El significado del ave fénix, por tanto, se acerca a un auténtico arquetipo según la definición de Carl Gustav Jung (1875-1961). 

El vuelo predispone a los pájaros, para ser símbolos de las relaciones entre cielo y tierra. En griego el propio nombre es sinónimo de presagio y de mensaje del cielo. Esta es la significación de las aves en el taoísmo, donde los Inmortales toman figuras de pájaros para significar la ligereza, la liberación de la pesadez terrenal […] El ave se opone a la serpiente como el símbolo del mundo celeste al del mundo terreno. Aún más generalmente, las aves simbolizan los estados espirituales, los ángeles, los estados superiores del ser. 

Jean Chevalier: Diccionario de símbolos 

Además, según los símbolos universales, el ave fénix forma parte del grupo de cuatro aves más importantes del imaginario colectivo. Son las que señalan las virtudes y los vicios de la raza humana. Es única, eterna y, por tanto, está más cerca de Dios que de los hombres. Y, con este sentido se ha entendido en todas las culturas con las que ha tenido trato.  

La tradición esotérica ha esbozado todo un juego de correspondencias entre las aves, los colores y las pulsaciones psíquicas. Los cuatro colores principales se representarían por el cuervo, pájaro negro, símbolo de la inteligencia; por el pavo real, verde y azul, símbolo de las aspiraciones amorosas; por el cisne blanco, símbolo de la líbido, que engendra la vida corporal, y, por el logos, la vida espiritual; y por el fénix, rojo, símbolo de la sublimidad divina y de la inmortalidad. 

Valentín F. Basile: Las doce llaves de la filosofía

Es un símbolo de la resurrección, que alcanza al difunto después de la pesada de las almas (psicostasia), si ha sacrificado debidamente en los ritos y si su confesión negativa se ha juzgado verídica. El propio difunto se convierte en fénix. A menudo el fénix lleva una estrella, para indicar su naturaleza celeste y la naturaleza de la vida en el otro mundo. Fénix es el nombre griego del ave Bennu; una figura en el mascarón de numerosas barcas sagradas, que van a desembocar en el inmenso abrasamiento de la luz… símbolo del alma universal de Osiris que se crea sin fin por sí misma, mientras dura el tiempo y la eternidad. 

Albert Champdor: El libro de los muertos  

Es, en definitiva, un símbolo, no ya de la vida eterna, sino de la resurrección tras una existencia carnal y temporal. Es un ser de sangre, plumas, carne y hueso que nace y envejece. Sin embargo, tiene la capacidad de renacer y lo hace desde sus mismas cenizas sin intervención de terceros. El ave fénix, por tanto, nos acerca al significado y sentido simbólico de la inmortalidad aunque la criatura siga los ciclos de la vida (nacimiento, crecimiento y muerte). No está, por tanto, paralizada en un estado de juventud. En ella hay un proceso de envejecimiento, el cual supera tras su inmolación y posterior resurrección.  

Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla

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