Autores de la generación del 98

Autores de la generación del 98

Autores de la generación del 98

Candela Vizcaíno

 

Los autores de la generación del 98 nacen en el último tercio del siglo XIX y asisten al desastre español de la Guerra de Cuba (1895-1898) con la consiguiente pérdida de los últimos territorios de ultramar. Aún así, la decadencia venía gestándose desde décadas antes en una explosiva combinación de pérdida de territorios para España (por la independencia de los nuevos países latinoamericanos) y una desastrosa situación política interior con, incluso, guerras civiles de por medio. El resultado fue una polarización tanto de la sociedad como de la política entre partidarios extremadamente conservadores y aquellos con un ideario liberal cercano a los postulados republicanos. Mientras tanto, las crisis económicas se sucedían unas tras otras sumiendo en la más absoluta de las miserias a una población analfabeta y atrasada. Si bien la burguesía industrial también se afianza en España, como en el resto de Europa, solo tuvo cierto empuje en el País Vasco y en Cataluña. Madrid vivía de los fastos de la burocracia y el resto de los territorios se sostenían con un sistema cerrado basado en la agricultura. 

Ante este panorama de total decadencia (más evidente incluso que en el período barroco), con unas élites incapaces de subirse al carro de la modernidad, una serie de escritores manifiestan su preocupación por la llamada “cuestión española”. Este ideario (resumiendo mucho) se manifiesta, primero, en una especie de desasosiego colectivo que focalizan en un espíritu de regeneración que nunca se lleva a cabo. Más tarde, los autores de la generación del 98 comienzan a descubrir la esencia de lo español simbolizada en las anchas llanuras de Castilla. En un principio, en estos escritos se duelen por esos pueblos y esas gentes encerradas en su pequeño mundo. Un poco más tarde y conforme avanza el siglo XX,  terminan desarrollando unos textos en los que se transparentan un profundo amor por los emplazamientos y habitantes tratados. Uno de los autores de la generación del 98 en el que es más evidente esta evolución es Antonio Machado (1975-1939).  

Ángel Ganivet, el escritor que puso las bases para los autores de la generación del 98  

Muere precisamente el año en el que se da pistoletazo de salida al grupo literario. Sin embargo, en su corta trayectoria artística manifestó un profundo dolor por la situación en la que se encontraba España tras haber perdido cualquier atisbo del esplendor de antaño. Tanto es así que Ángel Ganivet (1865-1898) entronca con los postulados de Mariano José de Larra (1809-1837) y su preocupación por el atraso educativo en el que se encontraba la totalidad del país. Sin embargo, Ángel Ganivet da un paso más e identifica el carácter filosófico de un pueblo tremendamente complejo: la abulia. La idea la recoge en su obra Idearium español, publicada un año antes de su muerte. Esta desgana o falta de brío que impide cualquier emprendimiento la entronca con la resignación que ya se da en el barroco español e incluso se retrotrae más allá en el tiempo: con el estoicismo de Séneca (4.a.C.- 65 d.C.) 

Ganivet llega a formular toda una tesis del carácter anímico hispano. Considera que tiene el alma repleta de arte y de religión. Y, en definitiva, esto lo imposibilita para las empresas prácticas, las mismas que crean riqueza y, a la par, se desgasta en utopías que no ofrecen ningún beneficio.  

Autores de la generacion del 98

El “grupo de los tres”, los primeros escritores de la generación del 98  

Los tres tienen una formación intelectual similar aunque predomina el carácter autodidáctico. Estuvieron en contacto entre ellos compartiendo la misma preocupación por una nación que se quedaba a la cola del progreso. Redactaron un Manifiesto en 1902 y allí denuncian la descomposición social y política lastrada por una corrupción endémica y unos niveles educativos bajísimos. Manifiestan un sustrato filosófico procedente del pensamiento de Nietzsche y escriben en los mismo periódicos.  

1.- Ramiro de Maeztu (1874-1936)  

Es el más cosmopolita de los tres (y de todos los del grupo) ya que en 1905 se desempeñaba como corresponsal en Reino Unido, aunque posteriormente se volvió monárquico y conservador en extremo. Tanto fue así que fue embajador en Buenos Aires con la dictadura de Primo de Rivera. Su ideario giraba en torno al concepto de hispanidad como si de una característica única se tratara. Fue una de los represaliados (del bando nacional) de las sacas de la Cárcel de Ventas.

2.- José Martínez Ruíz Azorín (1873-1967)

Está considerado unánimemente como el escritor de la generación del 98 y de la literatura española con más honda preocupación por las tierras y las gentes que las habitan. Sus obras están impregnadas de un hondo sentimiento por la situación cultural. Se detiene en los ambientes de los pequeñas ciudades o de los arrabales donde son mayoría personajes al margen de la sociedad cuando no de la ley. Obras fundamentales son La voluntad (1902), España (1909) y Lecturas españolas (1912). En este último título nos dice:  

Ningún lugar mejor que estos parajes para meditar sobre nuestro pasado y nuestro presente. Causa de la decadencia de España han sido las guerras, la aversión al trabajo, el abandono de la tierra, la falta de curiosidad intelectual; conviene en ello […] Saavedra Fajardo, Gracián, Cadalso, Larra. No hay más aplanadora y abrumadora calamidad para un pueblo que la falta de curiosidad por las cosas del espíritu; se originan de ahí todos los males. Se originan de ahí la ausencia de examen, de comparación, de apreciación, de crítica. 

Otras obras importantes de Azorín fundamentales para entender el carácter de la generación del 98 son Castilla (1912), Una hora de España (1924),  Antonio Azorín (1903) y Los pueblos (1905).  

3.- Pío Baroja (1872-1936) 

Al contrario que sus compañeros, España no entra en las novelas de Pío Baroja como problema. Sí hay preferencia por sus paisajes y por sus gentes que se describen minuciosamente. Es más, aboga por aunar la tradición, la historia y el carácter local con el progreso necesario. Describe el alma española como triste, taciturna, dada al derrotismo y a la profundidad filosófica. A este respecto nos dice en El tablado de Arlequín

… triste país en donde no se pueden satisfacer las tonterías que uno tiene, donde no se pueden llevar melenas [en relación con Valle-Inclán y su particular estilismo de todos conocidos], ni usar polainas blancas, ni intimar con su mujer en la calle, ni llevar un ramo de flores en la mano sin llamar la atención; triste país en donde tiene uno que avergonzarse de todo lo que es sentimental y humano, en donde hay un espíritu hostil a todo lo pintoresco y en donde el novelista tiene que inventar tipos, porque no los hay.  

Más autores de la generación del 98 

4.- Miguel de Unamuno (1864-1936)

El que fuera rector de la Universidad de Salamanca es una de las figuras fundamentales que tratan el tema español desde todas las perspectivas posibles creando un término que se sigue utilizando hoy en día: la intrahistoria. Esta sería la narración de los hechos desde el punto de vista de los actos pequeños de los más humildes, de la vida cotidiana y, en apariencia sin importancia. La intrahistoria se contrapone a esos grandes sucesos en forma de batallas, conspiraciones, reinados y enredos entre la élite. De alguna manera u otra, Miguel de Unamuno siente el desgarramiento profundo que existe entre el sufrido pueblo y los gobiernos corruptos instalados durante siglos en las esferas de poder. 

Los periódicos nada dicen de la vida silenciosa, de los millones de hombres sin historia que a todas horas del día y en todos los países del globo se levantan a una orden del sol y van a sus campos a proseguir las oscura y silenciosa labor cotidiana, es labor que, como la de las madréporas suboceánicas echa las bases sobre que se alzan los islotes de la Historia […] Esa vida intrahistórica, silenciosa y continua como el fondo mismo del mar, es la sustancia del progreso, la verdadera tradición, la tradición eterna, no la tradición mentida que se suele ir a buscar al pasado enterrado en libros y papeles y monumentos y piedras. 

En torno al casticismo  

5.- Antonio Machado (1875-1939), el más grande poeta de la generación del 9 

Sus poemas de madurez en las que son protagonistas las tierras y las gentes de Castilla son una evolución desde las características del modernismo literario en el que comienza a militar.  De 1912 es la publicación de Campos de Castilla, el cenit de este grupo denominado generación del 98 y una de las obras cumbres de la literatura española de todos los tiempos. Nos encontramos ante versos melancólicos, sumamente tristes (especialmente tras la muerte de su joven esposa), sencillos en extremo e intensamente hondos. Sus últimos poemas evolucionan hacia la temática de las “dos Españas” que cristalizará en las desgraciadas décadas posteriores con la traumática Guerra Civil y la miserable postguerra posterior.  

¡Oh tierras de Alvargonzález,

en el corazón de España, 

tierras pobres, tierras tristes, 

tan tristes que tienen alma!  

6.- Ramón del Valle-Inclán (1866-1936), epígono de la generación del 98

Y entroncando con las vanguardias que, a duras penas, se abrían en el país, aunque también bebe del modernismo literario. En sus famosos esperpentos recoge una visión ácida, crítica, dura e, incluso, despiadada de la sociedad de su tiempo. Es en este aspecto en el que entronca con el grupo estilístico aunque su producción literaria tomará otros derroteros.  

Los intelectuales de la generación del 98  

7.- José Ortega y Gasset (1883-1955), el filósofo hispano

Profundamente imbuido del espíritu regeneracionista, tiene fuertes sentimientos proeuropeos. También habla de dos Españas: la verdadera del pueblo (vital y trabajadora) y la oficial enfrascada en sus luchas y en la corrupción. Tanto el filósofo como Menéndez Pidal son los intelectuales de un movimiento con formación universitaria y profundos conocimientos en el ámbito de la cultura. Por tanto, sus análisis tienen una motivación racional que van más allá de las sensaciones o emociones descritas por los literatos. 

… el patriotismo verdadero es crítica de la tierra de los padres y construcción de la tierra de los hijos.

8.- Ramón Menéndez Pidal (1869-1968)  

Todos sus estudios sobre historia y filología estuvieron centrados alrededor de carácter patrio que ya encuentra en el Cantar del Mío Cid. En sus innumerables escritos, describe al pueblo español como una nación apática, abúlica, tradicional, resignada más allá de la aceptación, sin empuje para emprendimientos novedosos y, a la vez, humanista, religiosa, profunda, generosa y desinteresada. También hizo hincapié el gran filólogo en la falta de comunicación y en el localismo que, a la postre, nos arrastraría por “ese siniestro empeño de suprimir al adversario.”

Un somero vistazo a la lista de los autores de la generación del 98 nos devuelve nombres imprescindibles de la literatura española anteriores a la Guerra Civil. Decir Antonio Machado es nombrar lo más auténtico de la poesía del siglo XX. Nombrar a Ortega o a Menéndez Pidal es traer a la memoria los grandes pensadores de los últimos siglos. Y en casillas semejantes podemos insertar a Valle Inclán, Azorín o Baroja.  

Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla

 

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