Bárbara Longhi

Bárbara Longhi

Bárbara Longhi

Candela Vizcaíno

 

Como otras pintoras de estas épocas (Levina Teerlinc, La Roldana, Catharina van Hemessen, Lavinia Fontana o Artemisia Gentileschi) Bárbara Longhi era hija y hermana de pintores. Nacida en Rávena en 1552, muere en esa misma ciudad italiana (de la que probablemente nunca salió) en 1638. Poco se conoce de su larga vida más allá de que nunca se casó y que se dedicó por entero a su arte. No lo hizo de manera independiente. Siempre estuvo bajo el amparo del taller de su padre (Lucca Longhi) y, a la muerte de este, de su hermano Francesco. Era la época de los grandes trabajos para las iglesias y los talleres, bajo la dirección de un reputado artista, cogían encargos en los que participaban todos los miembros. Solo los grandes firmaban las obras y Bárbara Longhi, a pesar de su talento, se conducía con esa humildad que se esperaba, por entonces, de las mujeres. Eso complica muchísimo adjudicar con certeza buena parte de su obra. 

Características artísticas de la obra de Bárbara Longhi 

Sabed que en Rávena hay una muchacha de dieciocho años, hija del excelentísimo pintor Messer Luca Longhi, la cual es tan extraordinaria en este arte que el propio padre empieza a maravillarse con ella, y en especial en la parte de los retratos, que con apenas dar una ojeada a una persona, la reproduce mejor de lo que lo haría cualquier otro mediocremente ejercitado teniéndola delante: su nombre es Bárbara. 

Giorgio Vasari 

Con estas palabras se expresaba el más importante crítico artístico de aquellos tiempos señalando el talento de nuestra protagonista. Bien es verdad que su quehacer estuvo constreñido a los muros del taller familiar y, por tanto, fue escasa la evolución de la pintora. Se dedicó por completo al retrato y también a pequeñas obras de temática religiosa en las que son protagonistas santas y la Virgen María con el Niño.  

Todos ellos están realizados con la delicadeza de la pintura renacentista de la última época, la que se acerca al manierismo. Sobre un fondo oscuro se despliega, en actitud serena, los protagonistas cuyos rostros muestran dulzura e hieratismo a partes iguales. Eso sí, se reproduce todo con equilibrado detalle, desde los ropajes o los peinados hasta la mirada.  

Ni siquiera cuando Bárbara Longhi trata un tema que se presta al drama (la Judith de la que hablaremos a continuación), este está tratado con violencia. Todo en su obra es elegancia clásica, armonía y serenidad.  

Obras de Bárbara Longhi

Judith con la cabeza de Holofernes de Barbara Longhi

Judith con la cabeza de Holofernes

Nada tiene que ver esta obra de Bárbara Longhi con la más conocida de la misma temática salida de las manos de otra pintora: el Judith decapitando a Holofernes de Artemisia Gentileschi (1593-1654). Bien es verdad que esta última se guía por los modelos en perpetua contorsión del arte barroco, pero también hay que reconocer que la vida atormentada de Artemisia se reflejó en sus creaciones de claros tintes feministas y reivindicativos. La ira de la artista se plasmaba en telas de una fuerte violencia, muy alejadas en el tratamiento de las obras serenas y elegantes de Bárbara Longhi. Si hay que hacer nota que nuestra protagonista fue la primera en tratar este tema bíblico en el que Judith, ayudada por su criada y tras ser violada, decapita a Holofernes librando así a su pueblo de una tiranía atroz. 

Barbara Longhi Posible Autorretrato como Santa Catalina de Alejandria

Posible autorretrato como Catalina de Alejandría 

Catalina de Alejandría fue una bella y culta noble egipcia que rechazó a múltiples y buenos pretendientes para llevar una vida de celibato y religión. El detonante fue un sueño en el que la Virgen María colocaba un anillo en su dedo, símbolo que la Santa interpretó como una señal para unirse a Cristo. Bárbara Longhi, también agraciada con una gran belleza física como la retrata su padre en la obra Las Bodas de Caná, con toda probabilidad, se sentiría identificada con la Santa. A igual que ella llevó una vida de recogimiento y de soltería dedicada a su arte de fuerte filiación religiosa. La obra nos muestra a una joven de gran belleza y serenidad mirando al espectador y ataviada con suntuosos ropajes que logra reproducir con soltura. Toda en ella, como en las demás que se pueden adjudicar a la pintora, rezuma elegancia y sobriedad. 

Barbara Longhi Virgen con el nino 1580 5 

Obras de Bárbara Longhi con la Virgen y el Niño Jesús  

Son las únicas que llevan su firma y en ellas se plasma el delicado arte de Bárbara Longhi. La pincelada se hace suelta para crear unos retratos casi fotográficos con un color suave en el que la composición está centrada. Los gestos son de sencillez y cotidianidad (como el libro que lee María) y ambas obras muestran un ambiente maternal y de cariño con una técnica depurada y exquisita. 

 Barbara Longhi Virgen adorando al nino 1600 05

Jamás salió Bárbara Longhi del taller familiar donde aprendió y desarrolló su técnica. Su trabajo fue casi anónimo a pesar de su indudable talento reconocido, como hemos visto, incluso por Vasari. Aunque fue famosa en su época, en vida, no llegó a ser conocida más allá de la ciudad de Rávena donde sus pinceles eran demandados tanto para el retrato civil como para cuadros de índole religiosa que, por entonces, se pedían para las iglesias. También realizó pequeñas telas para la devoción privada. Y, como su familia recibía grandes encargos (paneles o frescos) ella, como otros miembros del taller, participaba en ellos.  

Por Candela Vizcaíno | Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla 

 

  • No se han encontrado comentarios
Añadir comentarios
image.jpeg Filosofia Historia
 

Mi Último Libro

Cuento infantil
 
el bosque de las respuestas

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrar a los usuarios publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si se continúa navegando, consideramos que se acepta su uso. Es posible cambiar la configuración u obtener más información aquí

Acepto